Comentario Eleison Nº 350
Por Monseñor Richard Williamson
29 de Marzo de 2014
Por Monseñor Richard Williamson
29 de Marzo de 2014
Mons. Richard Williamson |
Hace dos meses un auto-declarado ateo celebró en Francia su cumpleaños 85to, y todos los teístas de la verdadera religión tienen para con él una seria deuda de gratitud porque, en el mundo de mentiras de hoy en día, el Profesor Robert Faurisson ha sido un poderoso defensor de la verdad. Yo, por lo menos, desearía que muchos más creyentes en el Verdadero Dios tuvieran su inteligencia y su honestidad para discernir la verdad y su coraje para decirla.
Por ejemplo,
sea que sí o sea que no es un hecho histórico que hubieron seis millones de
víctimas gaseadas en cámaras de gas en el Tercer Reich, el Profesor Faurisson
insiste en tratarlo como una cuestión histórica a ser resuelta por los hechos y
por las evidencias científicas y no por la emoción ni por la legislación - ¿Qué
podría ser más razonable? Y, sin embargo, en esta cuestión en particular, una
masa de nuestros contemporáneos no escuchará razón. ¿Están sus mentes
funcionando aún? Nuestra cálida gratitud para el Profesor por traer una
excelente y erudita mente a examinar una cuestión histórica como una cuestión
de historia y no como de otra cosa.
¿De otra cosa?
Nuevamente, sea que sí o sea que no los Seis Millones son una realidad
histórica, es el Profesor quien declara que de cualquier manera ellos han
adquirido status de religión secular. ¿Se necesita un hombre supuestamente
irreligioso para discernir lo que sirve como la principal religión de nuestros
tiempos? Yo desearía que unos pocos Católicos más tuvieran la iniciativa para
ver y para decir lo que hoy en día es el principal antagonista de su verdadera
religión. He aquí un muy breve resumen general de un artículo sobre el tema
escrito en el 2008 por el Profesor Faurisson:
Los Seis
Millones constituyen una religión laica con sus propios dogma, mandamientos,
decretos, profetas, sumos sacerdotes y Santos: Santa Ana (Frank), San Simón
(Wiesenthal), San Elías (Wiesel). Tiene sus lugares sagrados, sus rituales y
sus peregrinajes. Tiene sus templos y sus reliquias (barras de jabón, pilas de
zapatos, etcétera), sus mártires, héroes, milagros y milagrosos sobrevivientes
(millones de ellos), su leyenda de oro y su pueblo santo. Auschwitz es su
Gólgota, Hitler es su Satán. Dicta su ley a las naciones. Su corazón palpita en
Jerusalén, en el monumento Yad Veshem.
Es una nueva
religión que ha gozado de un crecimiento meteórico desde la Segunda Guerra
Mundial. Ha conquistado Occidente y se está equipando para conquistar al mundo.
Mientras que el progreso del pensamiento científico en nuestra sociedad de
consumo ha debilitado el agarro de todas las religiones clásicas al volver a
las personas más y más escépticas en cuanto a la verdad de las narraciones de
la religión y de las promesas que la religión ofrece, la nueva religión
prospera al punto que cualquiera pillado negando su dogma básico es grabado a
fuego como un “Revisionista”, es echado fuera de la comunidad y es tratado como
solamente los heréticos eran otrora tratados. Es, en efecto, una religión, y es
hoy en día un instrumento mayor y, uno puede decir, la religión popular del
impío Nuevo Orden Mundial.
El Profesor
arguye que este éxito puede atribuirse a que recurre a las técnicas propias de
la sociedad de consumo en cuanto a propaganda y venta. Aquí pienso yo que a él
sí le falta la perspectiva religiosa. Seguramente la apostasía de las naciones
otrora Cristianas es la principal explicación. Cristo es Dios. Cuando Dios es
empujado hacia afuera, El deja detrás de El un enorme vacío que debe ser
llenado con algo. Los promotores de la nueva religión tienen a causa de su
historia un instinto sin igual para la fabricación de religiones sustitutas.
Pero, sea como sea, invitaría a los creyentes a rezar por el no creyente
Profesor para que él pueda recoger la divina recompensa que, visto humanamente,
él merece por los heroicos servicios que ha prestado a la verdad.
Kyrie eleison.