lunes, 28 de diciembre de 2015

G.K. Chesterton: Navidad.



         
         La Navidad, que en el siglo XVII tuvo que ser rescatada de la tristeza, tiene que ser rescatada en el siglo XX de la frivolidad. La Navidad, como tantas otras creaciones cristianas y católicas, es una boda. Es la boda del más indómito espíritu de gozo humano con el más elevado espíritu de humildad y sentido místico. Y el paralelo de una boda es bien válido en más de una manera; porque este nuevo peligro que amenaza la Navidad es el mismo que hace tiempo ha vulgarizado y viciado las bodas. Es lógico que haya pompa y gozo popular en una boda; de ninguna manera estoy de acuerdo con los que querrían que fuera algo privado y personal, como la declaración de amor o el compromiso de matrimonio. Si una persona no está orgullosa de casarse, ¿de qué podrá enorgullecerse?, ¿y por qué se empeña entonces en casarse? Pero en casos normales todo este jolgorio que se organiza está subordinado al matrimonio porque existe “en honor” del matrimonio. Fueron a ese lugar a casarse, no a alegrarse; y se alegran porque se han casado. Sin embargo, en tantas bodas de famosos se pierden de vista por completo este serio objetivo y no queda nada más que la frivolidad. Porque la frivolidad es el intento de alegrarse sin nada sobre lo que alegrarse. El resultado es que al final hasta la frivolidad como  frivolidad empieza a desvanecerse. Quienes empezaron a juntarse sólo por diversión acaban haciéndolo sólo porque está de moda; y no queda ni siquiera la más débil sugestión de regocijo, sino tan sólo de ruido y alboroto.

          De manera parecida, la gente está perdiendo la capacidad de disfrutar la Navidad porque la ha identificado con el regocijo. Una vez que han perdido de vista la antigua sugestión de que es por alguna cosa que ocurre, caen naturalmente en pausas en las que se preguntan con asombro si es que ocurre algo de verdad. Que se nos diga que nos alegremos el día de Navidad es razonable e inteligente, pero sólo si se entiende lo que el mismo nombre de la fiesta significa. Que se nos diga que nos alegremos el 25 de diciembre es como si alguien nos dice que nos alegremos a las once y cuarto de un jueves por la mañana. Uno no puede ser frívolo así, de repente, a no ser que crea que existe una razón seria para ser frívolo. Un hombre podría organizar una fiesta si hubiera heredado una fortuna; incluso podría hacer bromas sobre la fortuna. Pero no haría nada de eso si la fortuna fuera una broma. No sería tan bullicioso, le hubiera dejado puñados de billetes bancarios falsos o un talonario de cheques sin fondos. Por divertida que fuera la acción del testador, no sería durante mucho tiempo ocasión de festividades sociales y celebraciones de todo tipo. No se puede empezar ni siquiera una francachela por una herencia que es sólo ficticia. No se puede empezar una francachela para celebrar un milagro del que se sabe que no es más que un engaño de milagro. Al desechar el aspecto divino de la Navidad y exigir sólo el humano, se está pidiendo demasiado a la naturaleza humana. Se está pidiendo a los ciudadanos que iluminen la ciudad por una victoria que no ha tenido lugar.

         Hoy nuestra tarea consiste en rescatar la festividad de la frivolidad. Es la única manera de que vuelva a ser festiva. Los niños todavía entienden la fiesta de Navidad: algunas veces festejan con exceso en lo que se refiere a comer una tarta o un pavo, pero no hay nunca nada frívolo en su actitud hacia la tarta o el pavo. Y tampoco hay la más mínima frivolidad en su actitud con respecto al árbol de Navidad o a los Reyes Magos. Poseen el sentido serio y hasta solemne de la gran verdad: que la Navidad es un momento del año en el que pasan cosas de verdad, cosas que no pasan siempre. Pero aun en los niños esa sensatez se encuentra de alguna manera en guerra con la sociedad. La vívida magia de esa noche y de ese día está siendo asesinada por la vulgar veleidad de los otros trescientos sesenta y cuatro días.


G. K. Chesterton, tomado de “La mujer y la familia”, Ed. Styria, 2006.


Publicado por Stat Veritas 


domingo, 27 de diciembre de 2015

Comparación Familiar

Comentarios Eleison
Por Monseñor Richard Williamson
Número CDXLI (441)
26 de diciembre de 2015

Monseñor Richard Williamson

Dos familias pueden ambas tener un hombre por cabeza
Así lo pueden dos iglesias por un Papa con destreza.

        Mientras que en el mejor de los casos los argumentos prueban, las comparaciones en el mejor de los casos ilustran. Luego, las comparaciones no prueban, pero pueden echar mucha luz desde lo conocido hacia lo desconocido. Ahora bien, concerniente a la presente crisis de la Iglesia, de medio siglo de edad, necesitamos toda la luz que podamos obtener, porque con cada día que pasa deviene menos y no más comprensible. Entonces, sigue aquí una comparación fecunda que me envió hace poco un reciente convertido a la Tradición. Él compara la Iglesia Católica y la Iglesia Conciliar, o la Neo-Iglesia, con las familias legítima e ilegítima de uno y el mismo hombre. Apliquemos la comparación a su matrimonio, a su autoridad y a sus hijos.

     Por un casamiento legal con su verdadera esposa, un hombre inicia una familia y tiene hijos legítimos. Pero luego de un tiempo le es infiel, y se divorcia de ella para vivir con su amante, por adulterio con la cual tiene otros hijos que son bastardos. Asimismo, por una elección canónica legal de un Cardenal como Papa, este Cardenal deviene el padre legítimo de la Iglesia católica y el padre espiritual por la verdadera Fe de una multitud de verdaderos Católicos. Pero desde hace 50 años, como Papa Conciliar se prostituye yendo tras del mundo moderno, y por adulterio con éste engendra una nueva familia de bastardos Conciliares. Así, tanto como el mismo hombre puede ser padre de una familia legal y de una familia ilegal, así un Papa puede al mismo tiempo ser cabeza de la Iglesia Católica y de la Neo-Iglesia.

        En segundo lugar, así como el padre de familia tiene verdadera autoridad sobre su verdadera familia, pero no verdadera autoridad sobre su segunda familia porque no es su familia verdadera, así el Papa Conciliar tiene verdadera autoridad sobre los verdaderos Católicos, pero ninguna autoridad sobre la Neo-Iglesia con sus Católicos Conciliares. Y así como la primer familia necesita de su verdadero padre, y ambos, esposa e hijos, harán todo lo que puedan para traerlo de vuelta a casa pero él se aferra a su compañera en adulterio y a sus hijos ilegítimos que también harán todo lo que puedan para asirse a él, asimismo el Papa Conciliar, todavía respetado por los Católicos Tradicionales que claman a él para que haga su deber por ellos, prefiere a los Católicos Conciliares que tienen poco respeto real por él pero se aferran también a él para cubrir su estado ilegal de ellos.
Y, en tercer lugar, así como ninguna verdadera esposa aceptará ser puesta al mismo nivel que la compañera adúltera que la ha suplantado, ni los verdaderos niños (si suficientemente maduros) aceptarán ser adoptados por la falsa familia y así homologados a los bastardos, así mismo la Tradición es absolutamente incompatible con la Neo-Iglesia, ni tampoco los verdaderos Católicos aceptan ser incorporados en ella por cualquier tipo de acuerdo de rendición o traición a la Tradición. No es para ellos ir prostituyéndose tras su verdadero padre en su ambiente adúltero aún si él es su verdadero padre y ellos verdaderamente lo necesitan. Es para el padre retornar a su verdadera familia. Ni tampoco pueden los hijos legítimos razonablemente esperar traer a su padre de vuelta a casa reuniéndose con él en su entorno seductor. La probabilidad mucho mayor es que ellos también serán seducidos. El neo-modernismo es muy seductor!

         Esta comparación de cualquier Neo-Papa con un padre de dos familias es fecunda en muchos otros puntos porque pertenece a la naturaleza de un Papa ser un padre. Pero, “Cualquier comparación cojea” (otra brillante comparación), y la pierna mala de esta comparación consiste principalmente en el hecho de que mientras que la distinción entre dos familias de un único padre está perfectamente clara en la vida real, por el contrario la distinción entre la Iglesia Católica y la Neo-Iglesia, mientras que perfectamente clara en teoría, es muy difícil de desenmarañar en la práctica, porque ellas están casi desesperanzadamente entrelazadas en la vida real. Para mantener la cabeza católica en los hombros de uno, es tan necesario conocer la clara distinción en teoría como lo es reconocer la desesperada confusión en la práctica.


Kyrie eleison.


viernes, 25 de diciembre de 2015

MARÍA, PROTECTORA DE LA IGLESIA

Miércoles, 23 de diciembre de 2015

PROFECÍAS DE ANA CATALINA EMMERICH



Vi por encima de la iglesia (San Pedro de Roma) muy disminuida, una mujer majestuosamente vestida con un manto azul cielo que se situaba a lo lejos, portando una corona de estrellas sobre la cabeza. (AA.III.160)

Vi una especie de gran manto que iba ampliándose constantemente y que acabó por abrazar todo un mundo con sus habitantes. Al mismo tiempo este símbolo fue para mi una imagen del tiempo presente, y vi a sacerdotes hacer agujeros en ese manto para mirar a través de él. (BB.III.344)

Vi en una gran ciudad una iglesia que era la mas pequeña, llegar a ser la primera. (AA.III.160)

Los nuevos apóstoles se reunieron todos en la luz. Creo haberme visto entre los primeros con otro que yo conocía. (AA.III.160)

Ahora todo volvía a florecer. Vi un nuevo Papa, muy firme; vi también el negro abismo retraerse cada vez más: al final llegó un momento que un cubo de agua podía cubrir la abertura.

En último lugar vi todavía tres grupos o tres reuniones de hombres unirse a la luz. Tenían entre ellos personas iluminadas, y entraron en la iglesia.

Las aguas abundaban por todas partes: todo era verde y florido. Vi construir iglesias y conventos. (AA.III.161)

Vi también que la ayuda llegaba en el momento de más desolación.

Vi de nuevo a la Santa Virgen subir a la iglesia y extender su manto. Cuando tuve esta última visión, no vi al Papa actual. Vi uno de sus sucesores. Le vi a la vez suave y severo.El sabía atraerse a los buenos sacerdotes y expulsar a los malos.

Vi todo renovarse y una Iglesia que se elevaba hasta el cielo. (AA.III.103)





lunes, 21 de diciembre de 2015

Mesías Viniendo

Comentarios Eleison 
por su Excelencia Richard Williamson 
Número CDXL (440) 
19 de diciembre de 2015 


Monseñor Richard Williamson


El Salvador del Mundo yace en fría paja – 
¡Gran Dios, concédenos no lastimarlo nunca más! 

¡Qué contraste existe entre la escena de Navidad de hoy en las otrora naciones cristianas, y las profecías del Mesías por venir que están dispersas a través del Antiguo Testamento!

Es el contraste entre el principio y el fin de esas naciones. Fue la venida de Cristo, preparada por los Judíos durante dos mil años, la que a través de Su Iglesia forjó a esas naciones (Gentiles) para retomar el servicio de Dios cuando los Judíos misteriosamente eligieron abandonarlo. Hoy es el final de este tiempo de las naciones porque están ahora, a su turno, abandonando a Dios. Recordémonos de la gloria e infinita grandeza de la misión del Mesías y de la seriedad de darle la espalda a Él, mediante una selección al azar entre cientos de citas mesiánicas en el Antiguo Testamento: 

 1. David (1000 A.C.) – El Mesías será repudiado por los judíos (Sal. XXI,7–8). Él convertirá a los Gentiles (Sal. XXI,28). Él será traicionado por un discípulo (Sal. XL, 10). De Él se burlarán en Su agonía (Sal.XXI,7–9). Sus enemigos perforarán Sus manos y Sus pies y echarán suerte sobre su túnica (Sal.XXI, 17,19). Ellos le darán vinagre a beber (Sal. LXVIII, 22). 

  2. Isaías (720 A.C.) – El Mesías convertirá a las naciones (II,2–3). Él nacerá de una virgen (VII,14). Él será adorado como niño por reyes (IX,6–7). Él tendrá un precursor; el precursor preparará al pueblo para Él (XL,3–4). Él será la apacibilidad en sí misma (XLII,1–3). Él será un hombre de dolores (LIII,3). Él dará Su vida como expiación por nuestros pecados (LIII,5). Él nunca se quejará (LIII,7). Él será contado entre los criminales (LIII,12). Él reinará sobre el mundo (LV,5). Su Iglesia, Su esposa, le dará a Él una multitud de hijos (LXVI,18–23). 

 3. Oseas (600 A.C.) – El Mesías retornará desde Egipto por orden de Su Padre (XI,1). Él convertirá a las naciones (II,19–24). Los Judíos serán dispersados por todo el mundo por haberle rechazado a Él (IX,17). 

  4. Miqueas (600 A.C.) – El Mesías nacerá en Belén y será ambos Dios y Hombre (V,2). Él convertirá a las naciones (IV, 2–3). Él será nuestra reconciliación (VII,18–20). 

  5. Joel (600 A.C.) – El Mesías enviará al Espíritu Santo sobre Su Iglesia y los fieles profetizarán (II,28–29). El Mesías vendrá a juzgar al mundo con Poder (III,2). 

 6. Jeremías (600 A.C.) – El nacimiento del Mesías será conocido por la matanza de niños inocentes por los cuales sus madres llorarán (XXXI,15). Él convertirá a las naciones y establecerá una nueva alianza con el pueblo, más perfecta que la primera (XXXI,31–34). 

 7. Ezequiel (580 A.C.) – El Mesías será de la raza de David (XVII,22). Él recibirá la corona de la casa real de David (XXI,27). 

 8. Daniel (500 A.C.) – El Mesías vendrá en 490 años desde el Decreto para reconstruir Jerusalén después del cautiverio en Babilonia. Él re-establecerá el reino de la virtud; Él será negado por los Judíos y condenado a muerte; el templo y la ciudad de Jerusalén serán destruidos; los Judíos estarán en un estado de desolación hasta el fin del tiempo (IX,24–27). 

 Leer estas citas nuevamente es recordársenos cómo de inseparable el Mesías era de su pueblo, los Judíos, y, sin embargo, cómo ellos mismos se han separado de Él desde entonces. Por Él, Dios elevó un nuevo pueblo elegido por la fe y no más por la raza, y ahora ese nuevo pueblo Suyo también está revolcándose en el materialismo. Señor, concédenos en esta época del año recordar cómo Su venida cambió al mundo, y cómo el rechazo a Él está cambiándolo de nuevo en catástrofe. 

 Kyrie eleison.


sábado, 12 de diciembre de 2015

LAS FORMAS ARTÍSTICAS Y EL ARTE SACRO



Detalle del portal de la Catedral de Reims, en Francia



Las verdaderas  formas artísticas se adecúan a la idea de la obra naturalmente.

La obra en sí, el fin de la obra, exige unas formas determinadas por los requerimientos intrínsecos de la obra misma. “La obra pide los medios requeridos.
Cuando esta unión, entre la idea de la obra y los medios para plasmarla, se produce de un modo maravillosamente perfecto, podremos calificarla entonces  de “obra maestra”. Con esta denominación la estaremos elevando por sobre otras obras - menos logradas o fallidas - a modo de un ejemplo, o modelo a imitar. A imitarlo, pero no en sus apariencias exteriores, de un modo servil y mecánico, sino, a imitarlo en el trabajo y en la búsqueda paciente, para  hallar la adecuación  de los medios con la idea  a fin de lograr, de ese modo, su más perfecta realización.

Una obra puede fallar por dos razones: o porque los medios artísticos no se adecúan a la idea; o porque la idea no  es buena, o es  mediocre, y no hay medios por los que pueda ser salvada.

La idea misma dicta los medios a emplear, es decir, no solo los medios, sino también el “cómo”, la manera de aplicarlos. Es el artista mismo quien debe descubrir esto. Tal vez, los medios de algún modo ya estén exigidos de antemano al artista. Por ejemplo: Un arquitecto ha sido escogido para realizar un templo de piedras. He aquí impuesta ya  una condición con la elección de un material: la piedra. Éste es el material exigido como fundamental para la realización de la obra encargada. El templo contará también con imágenes esculpidas en madera, (otro medio condicionante) para lo cual ya se ha elegido a determinado escultor. El arquitecto tendrá que considerar, al diseñar el proyecto, la participación de éste escultor, el material ya determinado en que trabajará (la madera) y su posible armonización con la piedra. Además del “estilo” que se exigirá a la obra total. La obra total estará regida aquí por la arquitectura, la cual mandará sobre todas las demás artes menores  que completarán la obra en un todo armónico y coherente.



Desde la Santa Síndone: Un icono griego, un mosaico de Santa Sofía y un Cristo “naturalista” de Rafael Sanzio, ya en el Renacimiento. Declinación del arte sagrado. Desde el acento puesto en el misterio teológico, a la preocupación de la representación solo “naturalista” de la imagen sacra.

La idea - que estará sobre todo el conjunto de la obra - es el uso, o el fin para la cual la obra se destinará.  Si la construcción arquitectónica estará destinada  - como en este caso - a un uso sagrado, todo deberá llevar a alcanzar este fin hasta en los mínimos detalles. Todo debe conducir a lograr este fin sagrado que persigue la obra. Si se desvía de su idea primordial, llevará al fracaso de la idea. Por ejemplo, que el templo no evoque, o no manifieste, este propósito sacro, su función de templo, desde el primer momento, deberá ser manifiesto. Confundir el templo con una fábrica,  o con un edificio destinado a oficinas, o con un club deportivo; no habremos logrado el propósito específico de la obra. El fin principal de un templo es el culto debido a Dios. Es la casa de Dios. Es casa de oración. Lo cual quiere decir que, TODO en ella, “diga” esto mismo, señale esto mismo, nos lleve a esto mismo. Nos ayude a esto mismo. Desde su conformación simbólica - como edificio sagrado, hasta hacer posible la acción sagrada litúrgica, en su orientación, en la disposición del ámbito, en la iluminación, en la acústica, que facilite el recogimiento para la meditación y la oración, etc.

En la mentalidad actual, y en los fundamentos de la llamada arquitectura moderna, se insiste en la idea de la “funcionalidad” - entendiendo por tal cosa las necesidades físicas y materiales del hombre en primer lugar, como su única y principal necesidad. No se tienen en cuenta las necesidades psicológicas y espirituales de los concurrentes. Hay una concepción igualitaria de la arquitectura. No deben existir diferencias ni jerárquicas, ni de  a función que cumplen. Son todas sus realizaciones comparables a máquinas - cuya función desconocemos hasta verlas funcionar. En algún sentido podríamos llamarlas construcciones abstractas. Pero esta concepción errada constituye un obstáculo grave en el ámbito sagrado para su uso religioso. Y son una consecuencia de sus principios “filosóficos” (ateos y materialistas) en la concepción modernista de la arquitectura. Concepción que llama a una casa: una “máquina” para vivir y nombra a una silla: “máquina” para sentarse (Le Corbusier).  En realidad esta es la filosofía que prima e informa la mentalidad de la sociedad moderna y de su arquitectura.  No considera al hombre más que como otra máquina, carente de alma y espíritu.



Composición “A”, 1920, por el holandés Piet Mondrian. El arte para el nuevo hombre tecnológico. Para modelar su mente a modo de máquinas. Modelo también para la arquitectura moderna, esencialmente geométrica.

La Catedral gótica de Chartres. La ciudad de Dios. El empuje del alma hacia lo alto. La luz transfigurada por los vitrales, como las almas por la luz divina.

Convento de La Tourette, por Le Corbusier, 1957-1960. ¿Una fábrica de monjas? ¿Un club deportivo? ¿Un centro comercial?


Por eso esta mentalidad es estéril para crear unas formas artísticas capaces de manifestar, de algún modo, el mundo religioso y metafísico que creó las catedrales del medioevo, por citar un ejemplo. El mundo de hoy - dominado por la máquina y la técnica - solo es capaz de “abrir” su mente a una falsa trascendencia (el hombre no puede vivir sin trascendencia). Acude entonces a una “trascendencia” negativa, hacia abajo, oscuramente subterránea.  El cielo está vedado, cerrado,  negado a la contemplación por principio. “Debemos expulsar a las catedrales del centro de las ciudades” clamaba Le Corbusier, tal vez el principal artífice de la arquitectura contemporánea. Todo está clausurado y aprisionado en este solo mundo inmanentista, abierto solo a las profundidades tenebrosas e infernales. (Surrealismo).

Con esto afirmamos que las formas artísticas producidas por esta mentalidad atea y anti-tea, no solo son estériles para representar lo sagrado - que está por encima del hombre - sino que aún es incapaz de producir un verdadero arte. Porque el verdadero arte está ligado - por esencia - a lo que los antiguos llamaron los “trascendentales”: el Bien, la Verdad y la Belleza. Intentar crear algo religioso utilizando las formas estériles del arte moderno solo produce el efecto contrario a lo que se pretendía alcanzar: un arte religioso y sacro como soporte y ayuda para la acción sacra. Existen esas formas sacras, ya creadas en otras épocas,  las cuales siguen siendo válidas aún hoy en casi todos sus aspectos. Lograr una posible “traducción” válida de ellas al tiempo actual no parece ser del todo posible. La época actual debería convertirse a la Fe para poder llegar a crear un arte auténticamente religioso y trascendente. 

No es imitando las formas del arte moderno como se conseguirá llegar a crear un arte sagrado. El efecto contrario es lo que realmente se logra, es un verdadero efecto de desacralización. De destrucción de lo sagrado. Para ganar al mundo ateo y descreído, no es posible hacerlo con los mismos medios creados precisamente para negarlos.  Los sacerdotes deben instruirse seriamente en estas cuestiones sobre el arte, y sobre el arte sacro especialmente. Para  ser verdaderos  guías teológicos de los artistas. No puede quedar sobre los artistas la responsabilidad y la ciencia teológica. Esto no depende de su gusto y sensibilidad personal. El arte sacro no es una expresión personal del artista sino la manifestación de la Iglesia de Cristo. No depende de una individualidad sino de lo que siempre ha tomado la Iglesia como la manifestación más digna de lo sacro y doctrinalmente ortodoxo. La destrucción de la Liturgia tuvo bien en cuenta estas cosas para lograr sus fines de destrucción de ella y su efectividad como guía y soporte teológico y doctrinal en la espiritualidad de los fieles.





Del artista barroco Caravaggio: naturalimo y teatralidad. ¿En dónde está el misterio sacro de la Redención?

Graham Shutherland, 1946. Figuras grotescas. Nada sagrado. Una burla perversa de los sufrimientos de Nuestro Señor.

Un “descendimiento” armado con mis compañeros de oficina. Fue muy divertido - podría decir el autor de esta obra Steve Hawley. 1988-90. No saben lo que hacen.

Esto último no merece siquiera un comentario. Anthony Caro. 1989.



Incorporar formas modernas en las iglesias es el resultado de varios factores, todos ellos negativos. Convertirse al arte moderno es convertirse a la mentalidad moderna. Convertirse al mundo moderno que se aleja más y más de Dios. Sus formas artísticas están adecuadas a su mentalidad. El efecto que producen es aquél para lo cual que fueron conformadas. Están pensadas para crear al hombre nuevo tecnológico y sin Dios (Piet  Mondrian). 

Comenzar creyendo que las formas artísticas modernas son indiferentes,  inofensivas, o neutras  para el culto, es desconocer la naturaleza profunda del hombre. Es no haber aprendido nada sobre el  mal que religiosamente han  producido - y que salta a la vista - desde hace muchos años. El mundo es quien debe convertirse a Dios, no los creyentes convertirse al mundo. Eso es apostasía. Si la jerarquía eclesiástica, hasta en sus más altas puestos, ha consentido con esto,  es porque ha pactado con el mundo y apostatado de Dios,  para su propia destrucción. Y, quienes le sigan, perecerán también con ellos.
                                                         
       
La Neo-Capilla modernista de  la Neo-Fraternidad.
Imagen ¿de Nuestra Señora?
                    
 
 
La Neo-Fraternidad ¿Quiere demostrar su afinidad y buena voluntad
para con Roma? La Roma modernista se ha convertido en el mejor propagador de la mentalidad modernista.
La mentalidad modernista prepara el camino del Anticristo.
La Neo-Fraternidad traiciona los propósitos por las que fue creada:
Resistir a Roma siendo fieles al Depósito de la Fe.
                                                 
¿Quién de estos religiosos
será el asesor teológico del “artista”?

¿O no lo hay?
                                                                                   

¿Es esto una capilla o una “disco”?


El arte moderno, creado por la mentalidad modernista, no solo está conformado por esta mentalidad, sino que también  lleva indefectiblemente a conformarnos también con ella.

El camino para haber arribado a esta situación nefasta, lleva recorrido ya varios siglos de decadencia religiosa que no podemos describir ahora. A grandes rasgos solo indicaremos algunos sucesos históricos que le han ido conformando progresivamente.  A veces de un modo sutil, a veces violentamente, con algunos tímidos retrocesos aparentes, pero siempre ganando el terreno conquistado. Comenzó casi violentamente en el llamado “Renacimiento” - el cual significó el ingreso del arte religioso y sagrado - en el naturalismo.

Se fue consolidando con los efectos psicológicos, dramáticos y teatrales del Barroco. 

Luego en el romanticismo con una piedad sensiblera y blandengue comenzó a disolver paulatinamente el verdadero espíritu religioso; para culminar, luego, en una reacción explosiva disgregando a todas las artes entre sí y creando un caos en todas las manifestaciones artísticas.  
El esteticismo puro - o “el arte por el arte” (verdadera herejía artística, porque destruye su misma naturaleza) 
Y el mal  llamado surrealismo (El nombre de “Surrealismo” viene del francés y significa = “por encima de la realidad” cuando es todo lo contrario de ello) El surrealismo no intenta elevarse sobre la realidad. Todo lo contrario escava un túnel hacia abajo, hacia un mundo de pesadilla, un mundo oscuro, infernal. Son los efectos producidos por el caos y el desequilibrio interior del hombre. Un hecho sintomático del estado espiritual a que ha llegado la humanidad - calificado muy acertadamente por el filósofo del arte Hans Sedlmayr como “la pérdida del centro”, en su famoso y “misteriosamente” desaparecido libro: “El arte descentrado”.


Mosaico medieval oriental
de Nuestra Señora con el Niño

Pintura de La Madonna con el Niño.
 Rafael Sanzio renacentista.
El naturalismo más crudo
desplaza el gran abismo existente de María
entre todas las demás mujeres y
al Niño de todos los niños. 

Podrían ser la vecina de Rafael con su hijito.
Escultura modernista de
la Santísima Virgen María.

Imagen que nos dejó de sí misma 
milagrosamente
 Nuestra Señora de Guadalupe.  



En la sala Paulo VI, en el Vaticano. La enorme escultura en bronce que la domina representa – o pretende representar-- La Resurrección de Cristo. Parece más bien un Cristo que no logró salir de los Infiernos. Satánica representación de la Resurrección. Ésta es otra muestra de quienes están gobernando en el Vaticano: los anticristos.

                                                 
Consentir en las formas modernas para representar lo sagrado es un síntoma de ceguera espiritual y religiosa. 
“¿Qué unión puede haber entre la luz y las tinieblas?” dice San Pablo. Los que proceden según este modo están colaborando con la venida del Anticristo. Allanando su camino como sus profetas propios. Esta ceguera es un castigo por la falta de fe en Jesucristo y en su Iglesia. Es la ceguera anunciada como castigo para creer en las mentiras y  en la seducción del Anticristo.

--“Mirad que os lo anuncié antes”. “Porque vendrán muchos diciendo “yo soy el Cristo”. “Porque aparecerán muchos falsos Cristos” y, “Si os dijeren: Cristo está aquí o allá, no vayáis” y: “El que perseverare hasta el fin, ése se salvará”. Éstas son las advertencias de Nuestro Señor.

“Conserva lo que tienes” - le dice el Ángel a una de las iglesias de los últimos tiempos. Es tiempo de guardar, sostener y defender  aquello recibido a través de los siglos como un gran tesoro. Es hora de resistir a los ataques del enemigo. Santo Tomás de Aquino nos dice en su Summa Teológica que se necesita mucha más fortaleza para resistir que para atacar.

Resistamos en la fe en todo aquello que hemos recibido por la Tradición, guardado como un tesoro. “Tesoro conservado en vasos de barro” – que eso es lo que somos..

Cristo nos ha prometido:

“Yo estoy con vosotros todos los días, hasta la consumación del siglo”.



Alberto M. Borromeo






Ráfaga de Beethoven

Comentarios Eleison 
por su Excelencia Richard Williamson
Número CDXXXIX (439)
12 de diciembre de 2015

Monseñor Richard Williamson

Beethoven se eleva sobre la música de hoy.
Sonatas de él, a escuchar a un joven voy.

En dos meses más, desde las 18:00 horas de la noche del Viernes 19 de Febrero hasta el mediodía del Domingo 21 de Febrero, tendrá lugar aquí en Broadstairs una ráfaga de tres días sobre la música de Beethoven. Un joven pianista estadounidense que puede leer a la vista cualquiera de sus 32 sonatas para piano, y que ama a todas ellas, cruzará el Atlántico para ejecutar algunas de ellas para nosotros, aún no sabemos cuales.

Sin duda, él ejecutará las tres grandes favoritas, Patética, Claro de Luna y Appassionata, y Waldstein tambien, pero habrá tiempo para que él analice y presente muchas otras. Por ahora no habrá un programa fijo para los dos días. Habrá lugar para abundantes preguntas, discusión e improvisación. Un cierto obispo también contribuirá al análisis de su compositor favorito con cierta profundidad. El propósito de este fin de semana será el que los participantes se lleven con ellos una comprensión que pueden no haber tenido antes, de cómo la música clásica funciona y qué es lo que hace de Beethoven, en particular, uno de sus más famosos compositores.

Pero, alguien objetará, ¿qué tiene que ver la música, especialmente la música revolucionaria, con la defensa y propagación de la Fe católica? La respuesta aquí tiene que ser breve. En primer lugar, que nadie desprecie la música. Ambos, la Iglesia Católica y el Demonio, están agudamente conscientes que la música es un lenguaje singularmente capaz de expresar y de dar forma a lo que sucede en el alma humana y, por consiguiente, de influenciar la dirección que un alma está tomando, hacia el Cielo (canto Gregoriano) o hacia el Infierno (¿no es que las víctimas del reciente tiroteo en París estaban justo tomando parte en una canción de rock que invocaba al Demonio?). Casi todo ser humano tiene alguna u otra música en su alma, y esa música normalmente está profundamente arraigada , para bien o para mal. Sería apenas una exageración decir que si un hombre no tiene en él la música de su religión, tendrá en él la religión de su música, por ejemplo la del Diablo. Los católicos que se dan cuenta de que la música que aman no va mucho más allá del Pop o del Rock, podrían bien aprovechar la oportunidad para llegar a manejar la música clásica, por vía de una estudiosa ráfaga de Beethoven.

Ahora bien, es verdad que hay una gran cantidad de música más elevada que Beethoven. Él nació bajo el Antiguo Orden, 19 años antes de que la Revolución Francesa estallara en 1789, pero murió 38 años más tarde cuando la época Revolucionaria moderna estaba bien encaminada, en 1827, así que su vida montó a horcajadas esa convulsión tremenda que él expresó musicalmente en un número de sus piezas maestras, notablemente en la sonata para piano Appassionata y en su Sinfonía Heroica, dedicada originalmente a ese héroe de la Revolución, Napoleón Bonaparte. Sin embargo, cuanto la relativa serenidad de las piezas maestras musicales previas a la Revolución está libre de su agitación y disturbio Romántico, al mismo tiempo tanto más está alejada de nuestro propio mundo de hoy que está marinado en la Revolución. Por consiguiente, Beethoven puede hablar a las almas de hoy que encuentran poco o ningún interés en la música de maestros anteriores a él. Tampoco es Beethoven solamente Revolucionario. El poder único de sus piezas maestras más amadas deriva de que su vino Romántico está contenido y organizado dentro de los cueros clásicos que heredó de Haydn y Mozart.

Ludwig Van Beethoven
Para darnos una idea de números, por favor déjennos saber si usted planea asistir al fin de semana de Beethoven. Fuera de estación, las pensiones locales deben tener abundancia de piezas para pasar la noche. Y si los lectores masculinos preferirían algo más directamente católico, que ellos se inscriban tan pronto como sea posible para los Ejercicios Ignacianos a ser dados aquí por el Padre Abraham y por mi entre las 18:00 horas del 26 de Diciembre y las 18:00 horas del 31 de Diciembre.


Kyrie eleison.