Viernes, 17 de octubre de 2014
Fátima:
“El acontecimiento clave para la Iglesia en el Tercer milenio”. El Tercer
Secreto: “Una proposición ‘o-o’, y estamos viviendo ahora en el segundo ‘o’” El
castigo anunciado: “Su peor pesadilla, multiplicada exponencialmente”. Son las
palabras de Malachi Martin – que leyó el Tercer Secreto de Fátima.
Por Suzanne Pearson
Durante los cuatro años antes de su
fallecimiento, que ocurrió en 1999, tuve el privilegio de conocer el Padre
Malachi Martin. Habiendo oído sus entrevistas y leído algunos de sus libros,
comencé por pedirle su opinión sobre los cambios desconcertantes en el Santo
Sacrificio de la Misa. Acabó ofreciendo guiarme espiritualmente. Tuve entonces
con él una interacción sustancial en los cuatro años siguientes, y durante ese
tiempo habló muchas veces sobre Fátima.
Creía que Fátima era el acontecimiento
más importante del Siglo XX, y que el cumplimiento de su mandato era la tarea
más urgente que la Iglesia y el mundo enfrentan. Al oír sus entrevistas, noté
que, cuando hablaba sobre Fátima, hablaba con autoridad, como los
contemporáneos de Nuestro Señor habían dicho sobre Sus enseñanzas. Y así,
durante nuestra primera conversación telefónica, le dije: ¡“Tengo la impresión
que Usted conoce el Secreto de Fátima”! Y el Padre Malachi respondió:
“Conozco”.
Cuando nos encontramos la semana
siguiente, aludiendo a su escepticismo sobre el movimiento carismático,
pregunté como un chiste: ¿“El Espíritu Santo le reveló el Tercer Secreto”? “Oh
no”, respondió.
“Me mostraron una copia del Tercer
Secreto cuando el Papa Juan XXIII lo abrió en 1960 y pidió la opinión de un
grupo de Cardenales. Uno de estos Cardenales era el Cardenal Agustín Bea, de
quien yo era asistente”.
Entonces me atreví a preguntar: “El
Tercer Secreto es sobre a la apostasía en la Iglesia, ¿no es? Esta hipótesis se
basaba en los pocos datos dispersos sobre Fátima que vinieron a ser conocidos
durante los años de escasez espiritual de los años 70 y 80, y en el raciocinio
de Frère Michel de la Sainte Trinité: “Los castigos materiales ya están
predichos en la segunda parte del Secreto”. El Tercer Secreto predice “un
castigo de orden espiritual”.
Me sorprendió cuando el Padre Malachi
contestó:
“La apostasía en la Iglesia forma el
fondo o el contexto del Tercer Secreto. La apostasía sólo está ahora
comenzando. ¡Pero los castigos previstos en el Secreto son muy reales, son
castigos físicos, y son terribles”!
“Acabamos de matar mil
millones de personas”
Me contó entonces la conversación que
había tenido el Cardenal Bea, cuando el Cardenal salió de la reunión con el
Papa y sus consejeros en que el Papa Juan XXIII estaba pálido como la muerte:
¿“Qué pasa, Eminencia”? le pregunté. ‘Acabamos de matar mil millones de
personas. ¡Mira esto’! Me entregó una hoja de papel con 25 líneas manuscritas.
Desde ese día, cada palabra de ese texto quedó grabada indeleblemente en la
mente”.
El Cardenal Bea hizo esa declaración
sobre “mil millones de personas” porque el Papa había decidido de no revelar el
Tercer Secreto, ni consagrar a Rusia. Pregunté al Padre Malachi si me podía
decir alguna cosa más sobre estos “terribles” castigos, que matarían mil
millones de personas. Él me explicó que, antes de leer el Secreto, le fue
pedido que hiciese un juramento de no revelarlo, pero él creía que debería
haber sido revelado, y que Nuestro Señor y Nuestra Señora querían que fuese
conocido.
Por lo tanto, mencionaba el Tercer
Secreto cada vez que podía; hablaba alrededor de él, dando mucha información de
fondo sobre él, y el mayor número posible de pistas sobre él, sin llegar a
revelar el texto. Así consiguió nombrar muy rápidamente una lista de
calamidades posibles y dijo que algunas de ellas estaban en el Secreto.
Aunque la lista incluyese cosas como la
3ª Guerra Mundial, la muerte del Papa, y los Tres Días de Oscuridad, no era
particularmente instructiva, porque ni todos los castigos futuros estaban en la
lista, y ni todo lo que estaba en la lista era parte de los castigos.
Una nueva energía
puede matar y destruir
Después dijo: “Sabe, va a venir una
nueva forma de energía. Lo importante sobre esta nueva forma de energía es que
será muy barata. Tan barata que podría satisfacer las necesidades de cada
hombre, mujer y niño en la Tierra, si estuviese en las manos ciertas. Pero está
en las manos de quien la usará para matar y destruir”. Entonces pregunté: ¿“No
quiere referirse a nuestro país”? Y él respondió: “No. América es mala. Somos
culpados de muchos pecados. Pero no somos tan malos. No somos suficientemente
malos para matar deliberadamente mil millones de personas. Nosotros no haríamos
eso. ¡Pero ELLOS lo harían”! ¿Y quién son “ellos”? No quiso decirme.
¿Cuáles países serán más afectados? Él
dijo que el castigo sería peor en ciertos lugares que en otros, pero que nadie
conseguiría evitarlo. ¿Y sería posible sobrevivir el castigo? Respondió
pensativamente: “Sí, pero en la mayor miseria”. ¿Y cómo podemos saber cuándo
esas cosas están prontas a suceder? “Mira los cielos”, dijo, un aviso que
repetiría muchas y muchas veces.
Tal como el efecto que las palabras del
Tercer Secreto tuvieron sobre el Padre Malachi, el contenido de esta
conversación quedaría imborrable en mi memoria. Después de aquel día, sentí que
nunca más miraría mi vida de la misma manera.
Durante los años que conocí el Padre
Martin, él muchas veces haría comentarios sobre la información que me había
dado en aquel primer día. Por ejemplo, llegó a decir que podríamos mitigar la
severidad de los castigos que se aproximan si supiéramos el contenido del
Tercer Secreto. Yo también acostumbraba hacerle preguntas sobre declaraciones
que había hecho públicamente durante sus alocuciones y entrevistas, o escribió
en sus libros.
Considerando la totalidad de las pistas
que él reveló sobre el Tercer Secreto, pueden dividirse en tres categorías, que
él presenta en su libro The Keys of This Blood (‘Llaves de esta sangre’):
“Un castigo físico de las naciones,
envolviendo catástrofes, por la mano del hombre o naturales, en la tierra, el
mar y la atmósfera del globo. Un castigo espiritual… [consistiendo] en el
desaparecimiento de la creencia religiosa, en un período de falta generalizada
de Fe en muchos países. Una función central de Rusia en dos serie de
acontecimientos precedentes. En efecto, los castigos físicos y espirituales,
según la carta de Lucía, serán colocados en un horario fatídico en que Rusia es
el punto del fulcro”
El Secreto fue presentado como una
proposición ‘o-o’, dijo. El Papa de 1960 tenía la obligación de abrir el
Secreto, leerlo y hacer lo que decía. Esto es el primer “o”.
El Papa Juan XXIII rechazó este “o”, y
por eso estamos ahora viviendo en el segundo “o”. El castigo espiritual comenzó
aparentemente muy poco tiempo después de 1960. En resultado de la negativa del
Santo Padre, el Padre Martin dijo:
“Cardenales, Obispos y sacerdotes están
cayendo en el infierno como hojas”.
“La Fe desaparecerá de países y
continentes”.
“Muchos de los electos perderán la fe.
Muchas personas que ahora creen desistirán de creer, en desespero. Las cosas se
harán tan malas que, si Nuestra Señora no interviniese, nadie se
salvaría”.
“Dios retirará la
gracia”
El Padre Malachi me dijo que la
apostasía en la Iglesia era el fondo o contexto del Tercer Secreto. Pero
también dijo que este castigo espiritual era parte del castigo que Dios infligiría
si los pedidos de Nuestra Señora no fuesen obedecidos. En esta conexión, dijo
varias veces una cosa bastante perturbadora:
“Dios retirará la Gracia”. Esto parece
ser una cosa para Dios muy dura, como si estuviese a sabotear Su propia
Voluntad de “que todos los hombres se salven y vengan al conocimiento de la
verdad”. Pero debería antes considerarse como un círculo vicioso. Cuando el
Santo Padre se negó a revelar el Secreto y se negó a consagrar a Rusia, perdió
el derecho a las gracias que habrían ganado para él mismo y para la Iglesia por
su obediencia, y, aparentemente, también fue castigado por su desobediencia y
concedido menos gracia que anteriormente estaba recibiendo.
El déficit de gracia
continúa a aumentar
Cada vez que un sacerdote, un Obispo o
un Cardenal traiciona a Cristo, subvierte la Fe, invalida una Misa o un
Sacramento, abandona su hermosa vocación o la ensucia con malas acciones u
omisiones culpables, hay en correspondencia mucho menos gracia en la tesorería
de la Iglesia, y si multiplicamos cada ofensa por todos los miles que han hecho
tales cosas en los años posteriores a 1960, todo esto se aumenta a un déficit
enorme de gracia que debería estar presente. Es una espiral descendente. El
déficit sigue aumentando. Cada vez más se hace más difícil hacer el bien y
evitar el mal.
El Padre Martin comparó el flujo de
gracia a la electricidad que fluye a través de una ciudad. Cuando hay un
apagón, todo se detiene. De la misma manera, después de la gran desobediencia
de 1960, la Iglesia fue vaciada de su poder. Conventos cerraron, sacerdotes
abandonaron sus puestos, la asistencia a la Misa cayó a plomo, todas las
medidas de la vida católica declinaron precipitadamente. Esta espiral
descendente sólo terminará cuando el Santo Padre consagre a Rusia, pero con el
agotamiento continuado del reservatorio de la gracia, cada vez más se hace más
difícil para él hacerlo. Cuando pregunté por primera vez al Padre Malachi por
qué el Papa Juan Pablo II, con toda su devoción a Nuestra Señora, no había
consagrado a Rusia, él dijo: “No consiguió la gracia”.
Satanás ganará poder
en los escalones más altos de la Iglesia
Otra parte del castigo espiritual que él
mencionaba muchas veces era ésta: “Satanás ganaría poder, aun en los escalones
más altos de la Iglesia”. La declaración más fuerte de este tipo vino de una
persona que telefoneó al programa de Art Bell, diciendo que un viejo Jesuita le
había dicho: “El último Papa estará bajo el control de Satanás”. El Padre
Martin respondió que este hombre “habría tenido un medio de leer, o haberse
dado, el contenido del Secreto. Sin embargo, dijo que la cita era imprecisa. Y
esto es porque nadie estaba autorizado a citar exactamente el Secreto.
Pero aún si la cita “El último Papa estará
bajo el control de Satanás” esté exacta, el Padre Martin en otras ocasiones
modificó dos componentes principales de aquella frase. “El último Papa”, dijo,
no significa necesariamente el último Papa antes del fin de los tiempos, sino
el último Papa “de estos tiempos”. ¿Quería decir esto el último Papa antes de
la Consagración de Rusia? Y después la expresión “bajo el control de Satanás”
puede tener varios significados.
El Padre Martin acostumbraba explicar,
cuando hablaba de actividades demoníacas y de exorcismos, que hay varias
maneras en cómo Satanás puede controlar un ser humano. Puede poseer la persona,
o parcial o perfectamente. La persona puede haber “vendido el alma al demonio”
a cambio de algún favor, o Satanás puede controlar de tal manera las personas y
circunstancias que rodean esa persona que no consigue hacer nada que sea
contraria a la voluntad de Satanás. El lamento del Papa Benedicto XVI a varios
visitantes a su oficina papal, ¡“mi autoridad acaba ya en aquella puerta”! nos
hace preguntar ¿hasta qué punto la Iglesia ya ha llegado a esa situación?
Podemos ver que el castigo espiritual ha
ido aumentando desde 1960. Eventualmente, este déficit de fe y virtud será el
ambiente no sólo para uno, sino varios castigos físicos. Este terrible castigo
“…no llegará sin aviso”, dijo, “pero… sólo los que ya han estado renovados de
corazón – y probablemente serán una minoría – lo reconocerán por lo que es y
prepararse para las tribulaciones que seguirán”.
¿Nos dijo cualquier cosa sobre este
aviso?
Mira los cielos
En 1997 dijo al entrevistador Bernard
Janzen, “…Creo que el gran factor… es lo que sucede en los cielos… ‘Mira los
cielos’ es una divisa prudente. Creo que…la señal de Nuestra Señora aparecerá
luego en los cielos. Creo que…vendrá como un choque para todos…Creo que…la
Iglesia será golpeada duramente por lo que aparecerá en los cielos”.
“Mira los cielos” fue el consejo que el
Padre Martin dio muchas veces, pero especialmente durante la primera mitad de
1997. Por alguna razón, estaba esperando de ver la “Señal de Nuestra Señora”,
como le llamaba, aparecer en el cielo aquella primavera. Alguien le preguntó si
sería el “Hale-Bopp”, un pequeño cometa que apareció aquel año. “No”, dijo él.
Estaba esperando un tipo diferente de señal. Cuando no apareció los finales de
junio, me dijo: “Esto quiere decir que no sucederá aún por algún tiempo;
tenemos algún tiempo más”.
¿Pero qué tipo de señal estaría
esperando? ¿Sería la “Señal de Nuestra Señora”, en el sentido de “Una mujer
vestida del sol, con la luna bajo Sus pies, y en la cabeza una corona de doce
estrellas”, o sería la “Señal de Nuestra Señora” sólo porque Ella nos instruyó
que esperásemos por ella? ¿Sería una señal específica mencionada en el Tercer
Secreto, tal como el Segundo Secreto nos había avisado estar atentos para “una
noche alumbrada por una luz desconocida” antes del comienzo de la 2ª Guerra
Mundial? Irónicamente, dentro de un año después que el Padre Malachi nos había
dicho: “Miren los cielos” comenzó a aparecer en los cielos un nuevo fenómeno.
No sería la señal que estaba esperando, pero podría aún significa algo en
relación a los castigos del Tercer Secreto.
En el verano de 1998, mencioné al Padre
Malachi que, por primera vez en mi vida, parecía no tener energía; estaba
completamente exhausta la mayor parte del tiempo. Y dijo: “No se preocupe. No
es cosa suya. Están haciendo algo a la atmosfera. Pero tenemos que continuar”.
Comencé a mirar los cielos con interés. Día tras día, un grupo de aviones
dejaba en el cielo una cuadrícula de largas líneas blancas, largando alguna
especie de sustancia blanca vellosa que no se evaporaba. Si continuásemos a
mirar encima y observar lo que sucedía, las líneas individuales se dilataron y
juntaron unas a las otras, hasta formar una red continua de nubes
artificiales.
Esta actividad, que al principio era
esporádica, eventualmente tuvo lugar casi todos los días en todos los lugares,
creando una neblina difusa de polvo que oscurece los cielos casi todos los
días. Aunque en el principio el proceso fuese fácil de observar, hoy la neblina
persistente disminuye tanto la visibilidad que casi tenemos que estar en un
avión para ver la recolocación constante de este padrón de listas o
cuadriculado por detrás de la cubertura nebulosa permanente.
El Padre Martín nos dijo que los
castigos físicos sucederían en la tierra, el mar y la atmósfera del globo. Él
podría ver, durante el último año de su vida, que la atmósfera estaba ya siendo
afectada. ¿Podría esto constituir la base para parte del castigo?
Malachi Martín dijo al entrevistador del
show de radio Art Bell en varias ocasiones que, si alguien citase las palabras
exactas del verdadero Secreto y le preguntase si era cierto, tendría que decir
que sí. Y así, muchas veces había personas que telefoneaban a presentar textos
para que él pudiese evaluarlos. En general, enfatizaban desastres horribles
como terremotos, maremotos, tsunamis, etc. Una vez, después de oír varios
posibles “Secretos” y aclaró que no eran el texto que le habían mostrado en
1960, dijo: “Lo que todos ellos tienen en común es que describen alteraciones
en la naturaleza, como si fuese la naturaleza misma rebelándose contra la
humanidad. Algunas de estas cosas están en el Secreto. Pero recuérdese que,
cuando estas cosas comiencen a suceder, no es cosa de naturaleza, ni cosa de
Dios”.
Esto deja dos posibilidades: Satanás y
los seres humanos. Su descripción en Keys of This Blood, de “catástrofes, por
la mano del hombre o naturales, en la tierra, el mar y la atmósfera del globo”,
menciona “por la mano del hombre”, pero no da indicaciones de actividad
demoníaca abierta. Parece también excluir catástrofes viniendo del espacio
exterior, como la colisión de dos estrellas o la aproximación de un cometa. En
verdad, una persona que telefoneó al show Art Bell le preguntó si las
predicciones incluían un cometa. “Nada sobre un cometa”, fue la
respuesta.
Catástrofes no
naturales y tampoco enviadas por Dios
Sobre cuando estas convulsiones
extraordinarias de la naturaleza comienzan a suceder, él dijo: “recuérdese que
no es cosa de naturaleza, ni cosa de Dios”. Parecerá ser cosa natural, o un
acto de Dios, pero no es. En el pasado, “catástrofes, por la mano del hombre o
naturales” sugería algunas causadas por el hombre, como guerras, siendo otros,
actos de Dios como terremotos. Pero hoy, considerando la vasta alteración de
nuestros alimentos, del aire que respiramos, y hasta de nuestros procesos de
vida, “catástrofes, por la mano del hombre o naturales”, podrían bien ser una
combinación de dos factores, o sea, catástrofes causadas por la manipulación de
la naturaleza por el hombre y el uso de la naturaleza misma como un arma.
Energía escalar
La revelación que el Padre Malachi me
hizo de que “va a ser una nueva forma de energía” que puede ser usada para
matar mil millones de personas parece corroborar esta tesis. Él describió esta
energía como extremamente barata, capaz de mejorar las vidas de todo el mundo,
pero, al contrario, usada para desarrollar armas de destrucción apocalíptica.
Aunque no hubiese dado un nombre a esta nueva energía, una que corresponde a su
descripción es la energía escalar.
La energía escalar se basa en la
descubierta de un nuevo género de ondas electromagnéticas que existen en el
vacuo del espacio. Estas ondas electromagnéticas “longitudinales” viajan por el
eje del tiempo. El tiempo mismo puede ser comprimido en energía por el mismo
factor (la velocidad de la luz al cuadrado) por el cual la materia es
comprimida para hacer energía. Como la energía puede ser obtenida del tiempo,
tal como de otras fuentes, podemos ahora desencadenar una potencia tremenda…
comprimida en el tiempo. Es como “poner una rueda de paletas en un río. La
energía adquirida es gratuita, visto que el rio está… corriendo, si lo
aprovechamos o no”.
Nicola Tesla descubrió la energía
escalar en 1889. Nacido en Croacia, de ascendencia serbia, se naturalizó
ciudadano americano en 1891. Trabajó con Thomas Edison, y recibió ayuda
financiera de J.P. Morgan. Pero cuando anunció en 1904 que podría usarse ondas
escalares para transmitir energía sin alambres, perdió el apoyo de sus
patrocinadores. Uno de ellos exclamó: “No se puede utilizar un medidor con la
energía libre”.
Tesla había dicho: “La energía eléctrica
está presente en todas partes, en cantidades ilimitadas, y puede hacer trabajar
la maquinaria de todo el mundo sin ser necesario carbón, petróleo, gas o
cualquier de los combustibles comunes”. Como es natural, a los poderes
establecidos no les gustó oír eso, y Tesla murió pobre en 1943
Después de su muerte el FBI confiscó
todos los escritos suyos que podrían encontrar, y sus descubrimientos han sido
suprimidos hasta hoy. En vez de proporcionar al público su tecnología, el
Gobierno la mantuvo clasificada, usándola sólo para fines militares.
Sobre los terribles castigos que
amenazan el mundo si persistimos en rechazar la solución de Nuestra Señora, el
Padre Martin dijo: “… [E]llos comenzarán inesperadamente y serán acompañados
por una confusión generalizada de las mentes y tinieblas en la comprensión
humana…” “Partes completas de continentes [serán] cubiertas para siempre por el
océano. Naciones enteras perecerán. Naciones enteras perderán la Fe. Catástrofes
naturales que el mundo nunca ha visto, asolarán la humanidad.
Una vez, durante el show Art Bell, una
persona telefoneó a preguntar al Padre Martin si los Estados Unidos eran
mencionados en el Secreto. Respondió: “Nuestro país no es mencionado específicamente,
pero algo muy relevante es mencionado”.
Rusia y el Tercer
Secreto
El Tercer elemento que el Tercer Secreto
comprende, según el Padre Malachi Martin, es Rusia. En todos los puntos del
desarrollo del cumplimiento de estas profecías, Rusia sería el gatillo que
avanza el proceso. En su libro Keys of This Blood, que salió antes de la caída
de la Cortina de Hierro, Malachi Martin escribió un análisis pasmoso sobre el
papel de Rusia. He aquí algunos extractos:
“En 1980, el Papa Juan Pablo II habló a
un grupo de católicos alemanes sobre el Tercer Secreto. ¿‘Por qué’ preguntó uno
de ellos, ‘Juan XXIII se negó a obedecer a los pedidos del Tercer Secreto’?
Dada la gravedad de su contenido’, explicó, ‘mis antecesores en el Oficio
Petrino preferían adelantar diplomáticamente la publicación, para no dar motivo
al poder mundial del Comunismo para tomar ciertas medidas’”.
Sus palabras, escribió Malachi Martin,
señalan un peligro moral que las naciones capitalistas enfrentan, sobre el cual
Lucía es bastante explícita en el texto del Tercer Secreto. Porque el Santo
Padre llegó a esa conclusión e hizo esa afirmación, indica que debe ser
correcta y basada en hechos objetivos.
“En verdad, en este ‘Tercer Secreto’”
continuó, “las palabras de Lucía son tan explicitas y tan verificables – y por
eso tan auténticas – que, si los dirigentes del Partido-Estado Leninista
supieran esas palabras, decidirían con toda probabilidad tomar ciertas medidas
territoriales y militaristas, contra las cuales el Occidente tendría pocos o
ningunos medios de resistencia, y la Iglesia se hundiría en una subyugación
mayor y más profunda en relación al Partido-Estado. Las palabras de Lucía
señalaron una vulnerabilidad terrible en las naciones capitalistas… El
Occidente capitalista podría ser vencido por la URSS”.
Este análisis era comprensiblemente
relevante durante la época del Comunismo. ¿Pero Rusia constituirá aún un
peligro, después del derrumbamiento de la Unión Soviética?
El Padre Martin no estaba seguro de que
había un derrumbamiento. Muchos funcionarios soviéticos aún mantenían las
mismas posiciones, por haber sido electos otra vez a los mismos cargos como
“antiguos comunistas”.
Y también hay el arsenal nuclear de
Rusia. Durante la Guerra Fría, nos decían constantemente cuántos mísiles de
largo alcance la Unión Soviética tenían apuntados directamente contra nosotros,
preparados para desencadenar el Armagedón al pulso de un botón. ¿Están intactos
aún estos sitios de lanzamiento? Si el Gobierno ruso actual no tiene planes
para hacer la guerra, hay siempre el peligro de un accidente nuclear o que
armas puedan caer en las manos de terroristas.
Rusia lleva la ventaja en el desarrollo
de la energía escalar, que es aún más peligrosa que la amenaza nuclear. La
mayoría de los papeles de Tesla se enviaron a Yugoslavia después de su
fallecimiento, y de allí cayeron fácilmente en las manos de los soviéticos.
Mientras la mayoría de las universidades del Occidente ignoraron sus
investigaciones a causa de la amenaza que la “energía gratuita” constituía para
el comercio a gran escala, las universidades de la Unión Soviética y de sus
satélites las incluyeron. Los soviéticos usaron la tecnología de Tesla en su corrida
por la superioridad militar en relación a los Estados Unidos. En enero de 1960,
Nikita Khrushchev anunció…que Rusia había desarrollado “una nueva arma
fantástica, tan poderosa que podría destruir toda la vida en la Tierra” si
fuese usada sin restricciones. Algunos investigadores piensan que los
soviéticos comenzaron ya en los años 60 a usar esta arma para atacar blancos
militares americanos y alterar el clima sobre América. El Occidente, habiendo
suprimido las descubiertas de Tesla, se encontraba mal preparado. Por eso,
mientras Rusia sigue expandiendo su capacidad escalar, las organizaciones
americanas de defensa están corriendo para alcanzarla.
El obús de Tesla
El arma escalar más básica es el
interferómetro longitudinal, o “obús de Tesla”. En 1908 Tesla descubrió que,
con el interferómetro, podría intersecarse dos rayos de ondas escalares. Usando
técnicas de rayos cruzados, pueden combinarse ondas paradas gigantes para
producir un rayo focalizado de enorme energía. Estos rayos focalizados pueden
ser dirigidos contra un blanco en cualquier parte del mundo, debajo del agua o
en el cielo. El pulso electromagnético violento que alcanza el blanco lo
destruirá completamente. Los rayos pueden ser enviados también a través de la
tierra, para desencadenar terremotos o erupciones volcánicas.
Por lo tanto, además de ser mortíferas,
las armas escalares pueden ocultarse detrás de las fuerzas de la naturaleza,
llevando las poblaciones-blanco a creer que fueron castigadas por un acto de
Dios, cuando en realidad fueron atacadas por un arma desarrollada por hombres.
Los pulsos escalares pueden hacer con que las tormentas ganen una fuerza
tremenda y se transformen en huracanes o tornados, que, manipulando los
corrientes de chorro, pueden ser dirigidos deliberadamente contra blancos
localizados. Inversamente, nubarrones pueden ser disminuidos en su energía,
haciendo que ellos pasan por alto en el cielo, privando tierras áridas y
quemadas de la lluvia que necesitan desesperadamente.
Al considerar que Rusia toma la
delantera en el mundo en el desarrollo de estas armas, es crucial saber si aún
hay fuerzas beligerantes de la línea dura estando en acecho en Rusia. Malachi
Martin se preocupaba, por ejemplo, con lo que había sucedido al aparato del
KGB. En una larga conversación con Bernard Janzen en 1994, dijo que los
comunistas no habían sido derribados. “Se retiraron”, dijo. “…Hoy sabemos que
los agentes del KGB se mezclaban con las muchedumbres que cantaban en las
calles… [Ellos] estaban orquestando acontecimientos…no hubo ninguna revolución
en serio… El KGB tuvo una red de… espías, contra-espías, dirigentes de espías,
informadores, mensajeros, y asesinos de todos los tipos. Tenían gulags, campos
de prisioneros con guardianes, torturadores, capitanes y trabajadores esclavos.
¿Qué sucedió a todo eso? “
…Nadie nos dice. Nadie del KGB fue
encarcelado por los crímenes que cometió. Nadie fue llevado a los tribunales.
No hubo procesos para condenar los que habían sido asesinos y torturadores…
durante aquellos años en los gulags. Nadie ha hablado de esto. ¿Los gulags aún
están allá? ¿Aún hay prisioneros en los campos?...”
¿Quién controla el
flujo de la información?
¿“Quién organizó de tal manera la
comunicación social que no nos da respuestas a estas preguntas? Ni siquiera se
plantean las preguntas. ¿Quién dice a la gente de la comunicación social que
estas cuestiones no sean indagadas?... ¿Quién controla el flujo de información,
de modo que no oímos noticias sobre lo que está pasando realmente en
Rusia?...
“La única explicación es que hay un
poder más alto a que ambos prestamos homenaje”, dijo Bernard Janzen cuando la
URSS aún existía.
“Hay un grupo de hombres que hace
posible tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos. Y ellos han decidido
que, entre estas dos superpotencias, pueden acorralar el mundo en un nuevo
orden mundial económico…Tanto la Unión Soviética como el Occidente capitalista
están siendo dirigidos para producir un mundo sin Dios”.
La misma conclusión se refleja en su
novela Vatican, en que un alto funcionario del KGB confesa al protagonista:
“…[N]osotros tenemos miedo de esta asamblea de hombres poderosos… que están
encima de los Estados Unidos y encima de la Unión Soviética – encima de todos.
Son una ley a sí mismos. Nos quieren ambos muertos, a vuestro lado y nuestro
lado. Nuestro verdadero combate es…contra ellos. El grupo totalitario,
fascista, internacional, basado en el capital, que es cien veces más inhumano
de que Ustedes piensan que nosotros, Marxistas, somos”.
Los enemigos de la
Iglesia: francmasones, satanistas
Aun en su libro final, la novela
Windswept House (Casa barrida por el viento), los masones, los satanistas,
enemigos de la Iglesia de todo género últimamente tienen que agradar a una
figura misteriosa y tenebrosa, sólo conocida por “Piedra Angular”.
Un día, mientras caminábamos por la
Avenida Lexington en Nueva York, el Padre Martin dijo: “Aún tenemos nuestras
estructuras de Gobierno, nuestros procedimientos democráticos, nuestros votos.
Pero estamos controlados. En los próximos años, las decisiones que más afectan
a nuestras vidas no serán hechas por los americanos”.
En el Nuevo Orden Mundial, dijo, la
nación-estado ya no tiene cualquier significado. Todo es global. Pero el Nuevo
Orden Mundial no es tanto político como financiero. Dijo a Bernard Janzen, “… [L]a
situación geopolítica actual es dominada por una cosa sola: el flujo de capital
y el flujo de bienes de capital. Y ningún país puede quedar fuera de esto… [D]ebamos
conformarnos con la nueva geopolítica del comercio…Debamos estar dependientes
del Fondo Monetario Internacional… y del Banco Mundial. …Toda nuestra economía
deba estar coordinada con la economía global”.
Los hombres que están por delante del
Nuevo Orden Mundial no son leales a ningún país en especial. “… [E]l mercado es
dominado por unos 60 a 80 hombres [que] deciden cuáles son las naciones que
vivirán y cuáles las que morirán…Son muy, muy ricos y… se hacen cada vez más
ricos… Tienen dinero invertido en todas las partes del globo. Deciden cuál será
el valor de nuestro dinero. Dicen al Presidente de los Estados Unidos lo que va
a hacer y lo que no debe hacer. Y él tiene que hacer lo que le dicen”.
Poder sobre el
Vaticano
Una de las naciones afectadas por esta
hegemonía de 60 a 80 hombres, que comandan las fortunas de todas las naciones
de la Tierra, es la pequeña ciudad-estado conocida por Ciudad del Vaticano.
También está bajo el control de estos pocos hombres poderosos, y debe hacer lo
que ellos dicen para sobrevivir. Pero lo que aun era más aflictivo para el
Padre Malachi fue la descubierta que la Iglesia misma había sido cómplice, a lo
largo de los años, de esta oligarquía financiera todo-poderosa y servidora de
avaricia. La vasta riqueza que la Iglesia consiguió acumular se debe en parte a
su colaboración en transacciones financieras con sus enemigos más feroces. El
Padre Malachi afirmaba que la necesidad de someterse a la voluntad de estos
enemigos costó la Iglesia su liderazgo espiritual, de modo que ahora confía en
el poder financiero terreno, como en el pasado había confiado en el poder
político terreno, en vez de confiar en el poder espiritual que le fue concedido
por Cristo.
“El acuerdo”
Tan perturbado estaba el Padre Malachi
con esta situación que dedicó tres de sus libros al asunto. En su novela
Vatican, esta colaboración toma forma concreta en un documento que él llama “el
Acuerdo”, que todos los Papas, desde la caída de los Estados Pontificios,
habían firmado. La finalidad declarada del Acuerdo era “Conseguir que dos
enemigos, la Santa Sé y la Asamblea Universal, entrasen en iniciativas
comerciales con beneficio mutuo, mientras continúan a siendo enemigos”.
Dije una vez al Padre Malachi que
Vatican era, de sus libros, mi favorito. Respondió que Vatican era la más
autobiográfica de sus obras. En otros términos, había incluido en la vida del
protagonista mucho de su propia experiencia, y según cabe presumir, también de
sus propias convicciones.
Si yo fuese Papa
Otro título de este libro podría haber
sido “Si yo fuese Papa”, porque, en cierto punto de la novela, hay un conclave
en que el protagonista es nombrado para el papado. “No firmaré este Acuerdo”,
dice a los Cardenales pasmados, que ni siquiera oyeron hablar de él.
Sosteniendo una pequeña hoja de papel que vagarosamente rasga en pedazos
mientras explica la historia y finalidad del Acuerdo, avisa: “Si me eligen
Papa, habrá consecuencias. Cuando renunciaré el Acuerdo, la Iglesia dejará de
gozar de la protección de los poderes constituidos, o de la prosperidad
económica que derivaba de ella, pero estaremos de nuevo libres para ejercer la
autoridad espiritual que Cristo dio a Pedro y a sus sucesores”.
Deja caer al suelo los pedacitos de
papel. Por supuesto este “Acuerdo” puede no ser más que un artificio de estilo,
pero la realidad subyacente por detrás de
esta figura literaria puede contribuir mucho para explicar por qué es que siete
Papas, uno tras otro, no han osado consagrar a Rusia al Inmaculado Corazón de
María.
Cada nuevo Papa, al leer el Secreto,
enfrenta todo el horror de los castigos que nos amenazan. Debe también sentir
la presencia amorosa de Nuestra Señora, pidiéndolo, llamándolo, exclusivamente
a él. Toda la confianza infantil y amor filial por Ella, que él ha alimentado
durante toda su vida, todas las gracias y el valor que ha conseguido adquirir,
le serán necesarios ahora.
Porque al mismo tiempo tiene que
aprender por qué es tan totalmente aterrorizante nombrar a Rusia en una
consagración.
Malachi Martin escribió en Keys of This
Blood: “Si hay un elemento dominante [en el] Tercer Secreto, es Rusia. Las
estipulaciones del Tercer Secreto sólo hacen sentido en relación a Rusia.
…
“… El cambio geopolítico implicado en el
‘Tercer Secreto’ no estaba muy lejos… Rusia era su seno. Rusia era su punto
focal. Rusia sería el agente principal del cambio. Rusia sería la fuente de una
ceguera y del error, a la escala universal”.
En aquel Secreto, la elección entre
“[p]az mundial o catástrofe mundial [es] descrita en términos de María y…Rusia.
La reforma o…deficiencia mortífera de la [Iglesia es] también descrita…en
términos de María y…Rusia”.
Sabemos quién ganará al final. Porque
María Santísima prometió: “Mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará
a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de
paz”.
Oh Santa María, ¡que venga pronto Tu
Triunfo!
Fuente: Apostolado Eucarístico