San Gregorio Magno, Papa. Por Francisco de Goya |
Así, pues, siempre es más grave amar el pecado que
perpetrarlo, como también es peor aborrecer la justicia que dejarla de
practicar. En la Iglesia hay muchos que no solo no practican el bien sino que
lo persiguen, y detestan en los demás lo que ellos desprecian hacer: el pecado
de éstos no es de debilidad o ignorancia, sino de mala intención.
(San Gregorio
Magno).