sábado, 31 de enero de 2015

De las palabras confusas.



Santo Tomás de Aquino

“Como escribe Jerónimo, por las palabras proferidas confusamente, se viene a parar en la herejía. Por lo que con los herejes no debemos tener en común ni siquiera las palabras, para que no dé la impresión de que favorecemos su error.”

Santo Tomas de Aquino, S.Th, III, q. 16, art. 8, corpus.

Hebdocura

Monseñor Richard Williamson


Comentario Eleison Nº 393
Por Monseñor Richard Williamson
31 de enero de 2015

Más y más comunes serán los ataques sangrientos,
Hasta que el mundo vea que de Cristo carece.

     Estos “Comentarios” presentaron la semana pasada, de una manera lo más políticamente incorrecta posible, el pesadamente publicitado ataque sobre Charlie Hebdo en París el 7 de Enero como siendo un ataque a los restos de civilización cristiana en Francia. Entonces, que esta semana ellos ofrezcan como la civilización cristiana resolvería el problema, nuevamente en orden: caricaturistas, pistoleros, políticos, pueblos y conspiradores.

     En cuanto a los caricaturistas, si Francia fuera aún católica, Iglesia y Estado todavía estarían unidos como lo estaban hasta la Revolución Francesa, y las autoridades del Estado hubieran absolutamente prohibido tales caricaturas blasfemas anti-cristianas como aquellas por las cuales Charlie Hebdo pudo bien haber provocado a Dios Todopoderoso para que Él permita la ejecución de sus caricaturistas. Pero, ¡eso sería censura! Solamente un tonto puede pensar que hoy en día no sufrimos censura. La censura es simplemente anti-cristiana en lugar de cristiana. ¿Quién hoy en día es libre de blasfemar contra la Holocaustianidad y sus “cámaras de gas”?

     En cuanto a los pistoleros musulmanes, a una Francia católica nunca hubieran probablemente venido. Nunca autoridades católicas del Estado hubieran despreciado u odiado musulmanes en sus propios países. Pero, al mismo tiempo, nunca hubieran perdido de vista de tal manera el choque histórico entre el Islam y la Cristiandad como para permitir asentarse en Francia tal masa de musulmanes inmigrantes como ha sido permitido, más aún estimulado, en Francia desde la Segunda Guerra Mundial. Tampoco esas autoridades católicas nunca hubieran aprendido a escarnecer su propia raza y despreciar sus propias tradiciones tal como hoy en día las autoridades han permitido que se les sea enseñado a hacer. Por el Cuarto Mandamiento, un Católico ama su propio país por encima de los otros, sin desearles ningún mal.

     Más importante que todo es que si Francia hubiera permanecido católica, ni los políticos ni el pueblo hubieran devenido los títeres que hoy en día son, ni los Globalistas hubieran devenido sus ocultos titiriteros. En el siglo 17mo Francia era católica en conjunto, pero en el siglo 18vo, debido a carencia de fe católica, su clase dirigente permitió el dejarse ser completamente infectada con esta forma del Globalismo que es la Masonería. Lanzada en su forma moderna en Inglaterra apóstata en 1717, la Masonería velozmente se difundió a Francia y Norte América, donde urdió las Revoluciones Americanas y Francesas en 1776 y 1789 respectivamente. Ambas fueron un paso adelante mayor hacia el Nuevo Orden Mundial de los Globalistas.

     Ahora bien, por todo el tiempo que la Iglesia Católica estaba todavía en sus cabales, ella denunció y condenó a la Masonería como siendo una sociedad secreta diseñada para socavar y derrocar la religión Católica del todo – ver por ejemplo la Carta Encíclica de León XIII Humanum Genus de 1884. Así desde la Revolución Francesa en adelante, los Estados han sido constantemente más y más separados de la Iglesia Católica y en su lugar han sido puestos sobre fundamentos seglares y democráticos. Más y más los nuevos dirigentes viniendo de la clase media han abandonado la religión católica a favor del liberalismo que es, en efecto, una religión sustituta adorando al hombre y a su libertad en lugar de a Dios y a Su Verdad. Así que en nombre de la “libertad”, los periodistas remplazaron a los sacerdotes, y sus medios liberales tomaron posesión del pensamiento de la gente. Pero durante todo este tiempo los periodistas y los medios han estado secretamente dirigidos por la Masonería trabajando para el Nuevo Orden Mundial de los Globalistas. He aquí como, bajo la cobertura de “democracia” y “libertad”, los altamente motivados Globalistas han sido capaces de reducir pueblos y políticos a títeres de la opinión pública modelada por sus medios. Darle uno la espalda a la Verdad de Dios es esclavizarse uno a las mentiras de Satanás.

     El ataque Charlie Hebdo fue diseñado para una enorme demostración que favorezca a la libertad, o más bien a la licencia, sin Dios, y para una tensión asesina musulmana-Europea. Más de tales eventos seguirán con el fin de arribar a los baños de sangre, a partir de los cuales los Globalistas cuentan con emerger arriba de todo, mientras que Dios Todopoderoso tiene esperanzas que veremos que rechazarlo a Él es un enorme problema, el problema básico. Si los Estados no ven esto, solamente queda que las familias recen cinco Misterios por día y los individuos los quince por día (de ser razonablemente posible), para rogarle a Nuestra Señora que interceda con Su Hijo.


Kyrie eleison.



jueves, 29 de enero de 2015

R.P. TRINCADO - SERMÓN EN EL SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA


Las bodas de Caná. Vitral.





     El Evangelio de hoy narra cómo Nuestro Señor hace su primer milagro, en unas bodas, convirtiendo agua en vino.

       El agua que lava, que purifica, y que estaba contenida en recipientes para las abluciones rituales; significa la antigua religión judía, cuyos ritos figurativos caducaron cuando con Cristo llegó lo figurado. El vino que alegra los corazones representa, por su parte, a la religión católica, que nos da el gozo de la verdad completa y la felicidad eterna del Cielo.

    Pues bien, transcurridos casi dos mil años desde este primer milagro obrado por Jesucristo, sucedió algo increíble e inimaginable: el clero de la misma Iglesia Católica, invirtiendo aquél milagro, empezó a convertir el vino en agua. Cristo convierte al agua en vino y el demonio, remedando a Dios, convierte el vino en agua.

     En efecto, tal como en las bodas de Caná, los sirvientes, por orden de Cristo, llenaron los recipientes con el agua que sería convertida milagrosamente en el más excelente vino; desde aquel fatídico concilio Vaticano II, los sirvientes de Cristo -esto es, los clérigos católicos-, movidos por el demonio, ponen aguas turbias en el vino purísimo de la doctrina católica, desvirtúan y contaminan la Verdad con el agua insípida, inútil o amarga de doctrinas puramente humanas (Mt 16, 23).

     ¿De dónde vino esto? ¿Quién ha puesto agua a nuestro vino? ¿Quién ha sembrado cizaña sobre nuestro trigo? El enemigo de siempre, el demonio, que desde el principio recurre a la estratagema de mezclar error en la verdad. Muy inteligente y muy astuto, “transfigurado en ángel de luz” (2 Cor 11, 14), no nos ofrece veneno puro, sino pan envenenado o vino aguado. “Es homicida desde el principio. No se mantuvo en la Verdad y no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo habla, pues es mentiroso y padre de la mentira” (Jn 8, 44).

     Dice Mons. Lefebvre en “El Golpe Maestro de Satanás”, que el diablo "es homicida en las persecuciones sangrientas y padre de la mentira en las herejías, en todas las falsas filosofías y en las palabras equívocas o engañosas que están en el origen de las revoluciones… El golpe maestro de Satanás está en difundir los principios revolucionarios introduciéndolos en la Iglesia por la autoridad la misma Iglesia, poniendo a esta autoridad en una situación de incoherencia y de contradicción permanentes… Satanás reina por el equívoco y la incoherencia, que son sus medios de combate por los que engaña a los hombres de poca Fe."

     ¿No es lo mismo que, mutatis mutandis, sucede en la FSSPX? En la Neo-FSSPX todavía hay obras, sermones y publicaciones excelentes, pero ella se mueve paulatinamente hacia el acuerdo con los herejes romanos. Somos testigos de la revolución de la Fraternidad, proceso de autodestrucción impulsado desde la misma cabeza de la congregación. El golpe maestro de Satanás ha llegado finalmente hasta el corazón del tradicionalismo. El humo satánico ha penetrado en el último reducto defensivo por las grietas excavadas, por traidores, desde el interior. Al igual que en la revolución de la Iglesia, la autoridad de la FSSPX se vale de un lenguaje deliberadamente ambiguo o equívoco para el logro de sus planes. La Fraternidad, al menos desde el 2012, vive notoriamente en la contradicción y en la incoherencia, y los que abiertamente se oponen a la traición son expulsados, pues “Satanás ha logrado verdaderamente un golpe maestro: logra hacer condenar a quienes conservan la fe católica por aquéllos mismos que debieran defenderla y propagarla”(ibíd.). En fin: el buen vino que Mons. Lefebvre había preservado, finalmente está siendo adulterado, convertido en agua sucia también.

    Ya antes del Concilio, algunos liberales influyentes “estimaron que se debía buscar una vía nueva para universalizar a la Iglesia, es decir, para hacerla aceptable o agradable al mundo moderno tal como es con sus falsas filosofías, sus falsas religiones, sus falsos principios morales, políticos y sociales. Prefirieron dejar en la sombra la vía de la fe, demasiado intolerante con el error y el vicio y demasiado exigente, y que obliga al combate continuo al situar a la Iglesia y al ‘mundo’ en un estado de perpetua hostilidad…. Quisieron ‘desposar a la Iglesia con la Revolución’. Para la realización de este impío universalismo, de esta unión adúltera, era preciso”debilitar, desvirtuar, quitar su poder al vino; suprimiendo “lo que es distintivo y específico de la fe católica, lo que se opone de modo irreconciliable a ese ‘mínimo’ que permite la unión” (ibíd.) de los hijos de Dios y los hijos del diablo.

      El mismo esquema se repite en la Fraternidad. El fin es, en este caso, “desposar a la FSSPX con Roma apóstata”. Se busca hacer agradable a la FSSPX, atractiva a los ojos humanos, aceptable para los liberales; de ahí que sus autoridades se esfuercen por presentarla como “inofensiva y simpática”, y por suprimir gradualmente lo que es distintivo y específico de la FSSPX, lo que se opone de modo irreconciliable a ese ‘mínimo’ que permite la unión con Roma liberal y modernista. “¿No se ven ya en la Fraternidad los síntomas de esa disminución en la confesión de la Fe?”, decían los tres Obispos al Consejo General en la carta de 7-4-12. Se desvirtúa el divino vino, es decir, se disminuye su virtud, fuerza o poder mediante el agua de esas disminuciones traidoras, de esos silencios indebidos y de esa sistemática y calculada ambigüedad. El combate varonil tiende a desaparecer mientras que el diálogo liberal aumenta por medio de los renovados contactos con Roma y de la estrategia de las reuniones “informales y cordiales” con distintos prelados “conservadores” en todo el mundo. En tanto, en un sermón de diciembre, Mons. Fellay se sincera por una vez, revelando que pretende conseguir el “sello de Roma”, ¡la certificación de catolicidad dada por los herejes destructores de la Iglesia!

      Es preciso reconocer que la jugarreta ha sido bien hecha y que la mentira de Satanás ha sido utilizada maravillosamente. La Iglesia va a destruirse a sí misma por vía de la obediencia. La Iglesia va a convertirse al mundo hereje, judío, pagano, por obediencia… (ibíd...) Exactamente lo mismo hay que decir ahora de la FSSPX.

    Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Y su madre dijo a los sirvientes: «Haced todo lo que él os diga».

     Pues bien, la Madre de Jesús, nuestra Madre, la misma que estaba allí, está aquí, está con nosotros y va delante de nosotros en esta guerra. Sigamos su ejemplo y estemos estrechamente unidos a ella, la Virgen fidelísima en este nunca imaginado Calvario de la gran crisis de la Iglesia, de pie, haciendo todo lo que Él nos diga. ¿Y qué nos dice Él en este momento oscuro? Nuestro Señor Jesucristo nos dice y nos manda, por medio de Mons. Lefebvre en el último libro que escribió ("Itinerario Espiritual") y que contiene su última voluntad: “Para todo sacerdote que quiera permanecer católico, es un deber estricto el separarse de esta iglesia conciliar, en tanto que ella no regrese a la Tradición del Magisterio de la Iglesia y de la fe católica”.

    Por eso en la Resistencia decimos a todos los que pretendan llevarnos hacia el liberalismo o hacia los liberales: ¡Vade retro Satanás!




Publicado por Syllabus Errorum 





NO ES FRANCISCO



Cuando me enteré el jueves de la semana pasada de la salida del libro de Antonio Socci “Non è  Francesco, La Chiesa nella grande tempesta”, editado por Mondadori, no le di demasiada importancia. 

Alguien comentó: “Socci es un delirante” y, viendo los libros anteriores que había publicado, me pareció posible que, efectivamente, fuera un delirante. Sin embargo, un amigo, que es buen poeta y mejor bebedor del líquido amarillo escocés, dijo: “Yo leí su libro sobre el secreto de Fátima. Me pareció muy serio y documentado”. Y decidí hacerle caso a mi amigo, compré el libro de Socci, y lo leí de un tirón el sábado.

Sobre el autor, pueden ustedes buscar en Internet su perfil biográfico. Baste de mi parte acercar dos datos: es un periodista reconocido, de larga trayectoria y profesor universitarios, que se desempeñó durante varios años al frente de la revista “30 Giorni”. Este dato, sumado a las abundantes citas que realiza en su libro de don Luiggi Guisiani, me hacen suponer que es miembro de “Comunión y Liberación”. Por otro lado, son constantes sus alabanzas –exageradas para mi gusto- del Concilio Vaticano II, de Pablo VI y de Juan Pablo II. Todo este cóctel da un perfil muy claro: Socci es un neocon hecho y derecho. No es, ni de lejos, un tradicionalista.

Pero vayamos a su libro. Es inquietante. Y lo digo yo, que tengo muchos límites: reniego de cualquier recurso a conspiraciones judeo-masónicas para explicar lo que ocurre en el mundo y en la Iglesia, y soy desconfiado e incrédulo con respecto a las revelaciones privadas, Fátima incluida. Pero el libro de Socci me resultó inquietante, más allá de que en él solamente en un capítulo haga referencia revelaciones privadas, a las que, por otro lado, toma con pinzas. De hecho, es un libro fundamentalmente documental y deductivo.

Y si se aceptan las conclusiones a las que conduce, nos deja en un problema frente al cual, lo más fácil es mirar para otro lado.

 El libro tiene tres partes bien definidas, a las que se suman los últimos capítulos, de carácter misceláneo, sobre la situación actual de la Iglesia. Comienza con el bosquejo del  retrato bastante preciso de Jorge María Bergoglio a partir de sus dichos, hechos y biografía.  Sobre esto ya hemos hablado suficientemente en este blog, y lo seguiremos haciendo, pero no me voy a extender en este momento. Simplemente transcribo una de las frases de Socci: “ La elección de Jorge Mario Bergoglio como candidato para el papado es un misterio. … simplemente por aquello que el mundo llama ‘la selección de la clase dirigente’. El problema es su carencia de requisitos…” (p. 124).

Pero lo que constituye el meollo del libro son las dos partes siguientes: la que muestra que Benedicto XVI sigue siendo papa, y la que muestra que la elección de Bergoglio habría sido invalida e insanable.

A) Vayamos a la primera: Benedicto XVI es Papa. El autor basa su afirmación en dos fuentes documentales: simbólicas y jurídicas. Aquí, simplemente, enumeraré los detalles más importantes.

1) Todos sabemos que lo simbólico dentro de la Iglesia es fundamental, y mucho más lo es si esos símbolos provienen de una persona con la fineza e inteligencia de Ratzinger. Y lo símbolos de su renuncia y posterior permanencia en el Vaticano son muchos e inexplicables para canonistas e historiadores. Por su propia voluntad, conservó el nombre de Benedicto XVI, el tratamiento de Su Santidad y el título de Romano Pontífice. Siguió vistiendo la sotana blanca, no quiso cambiar su escudo heráldico eliminando las insignias pontificias que aparecen en él y sigue viviendo en los recintos del Vaticano. Socci analiza en su escrito cada uno de estos hechos y muestra la importancia que tales símbolos poseen. Solamente acoto lo siguiente: cuando se le pregunta en un reportaje a Mons. Gänswein el por qué de todo esto, responde: “Porque corresponde a la realidad”. Más claro, agua.

Antonio Socci

2) Para quienes somos más racionales, o racionalistas, el argumento jurídico puede ser de mayor peso. El autor se base en el estudio que realizó el canonista y teólogo Stefano Violi sobre el texto de la renuncia del papa Benedicto y de una de sus declaraciones posteriores. Luego de un análisis fino y detallado, recurriendo a cuestiones de derecho, de teología y de historia, concluye que “Benedicto XVI declara renunciar al ministerium. No al Papado, según la norma de Bonifacio VIII, no al munus según lo expresado en el canon 332-2, sino al ministerium o, como especificará en su última audiencia, al ‘ejercicio activo del ministerio’. (…) Objeto de la renuncia irrevocable es la executio muneris mediante la acción y la palabra y no el munus que le fue confiado de una vez para siempre” (p. 89).

A mi entender, los argumentos son conclusivos: Benedicto XVI sigue siendo el legítimo Romano Pontífice, aunque sin el ejercicio activo del ministerio petrino. Y esto conduce a una conclusión inmediata: la Iglesia tiene dos Papas.

Y aquí aparece el otro tema, mucho más preocupante.

 B) La elección de Francisco habría sido nula e inválida. Reconozco que cuando leí por primera vez esta hipótesis no me pareció más que un wishful thinking, o pensamiento ilusiorio de cazadores de confabulaciones. Pero no es el caso de Socci, para quien la nulidad vendría por un error o descuido en el procedimiento del conteo y escrutinio de los votos, lo cual que está perfectamente reglado, hasta el más mínimo detalle, por la constitución Universi Dominici Gregis.

Toda su argumentación se basa en un hecho de difícil o imposible comprobación pero muy verosímil. Aparece narrado en el libro de nuestra amiga Elizabetta Piqué la que, para Socci, es una vaticanista seria, bien informada y, sobre todo, muy cercana y amiga personal de Bergoglio, y para respaldar esta afirmación aporta pruebas concluyentes (p. 115 et passim). En ese libro, Francisco. Vida y Revolución, que fue presentada por el mismo L’Osservatore Romano como una suerte de biografía oficial del personaje, se lee lo siguiente: “Después de la votación [se refiere a la quinta de todo el cónclave y cuarta del día 13 de marzo) y antes de la lectura de las papeletas, el cardenal escrutador, que primero mezcla las papeletas depositadas en la urna, se da cuenta que hay una de más: son 116 en vez de 115, que era la cantidad correcta. Parece que, por error, un purpurado había depositado dos papeletas en la urna: una con el nombre de su candidato y otra en blanco, que había quedado pegada a la primera. Cosas que pasan. No había nada que hacer, y esta votación fue anulada inmediatamente, las papeletas fueron quemadas más tarde sin ser vistas, y se procedió a una nueva votación”.

¿Esto verdaderamente sucedió? Socci se detiene bastante en la cuestión. Aquí solamente menciono dos hechos: el único que podría haberle pasado a la Piqué semejante dato de un cónclave, sobre el que se promete secreto pontificio bajo pena de pecado mortal o excomunión, es el mismo Francisco quien, siendo papa, puede hacer lo que quiera. Por otra parte –y no es este un dato menor- la periodista acaba de ratificar este hecho el jueves 1 de octubre de 2014 en su columna de La Nación.

Y, en segundo lugar, el 9 de marzo de 2014, apareció en el Corriere della Sera un artículo de Gian Guido Vecchi quien afirma que algunos cardenales le relataron que en esa votación sucedió exactamente lo que fue relatado en el libro de la Piqué. Y jamás hubo desmentida alguna al respecto.



¿Cuál es el problema de todo esto? Que la Constitución que fija el funcionamiento del Cónclave, promulgada por Juan Pablo II, regula estas dos posibilidades. El artículo 68 manda que, si se encuentra una papeleta de más, el escrutinio debe ser anulado. Y el artículo 69 dice que, si se encuentran dos papeletas plegadas juntas de modo tal que hagan suponer que un cardenal introdujo por error dos en vez de una, si ambas tienen el mismo nombre, se debe contabilizar un solo voto; si tienen nombres distintos, se deben anular ambas, y si una de ellas está en blanco, se debe contabilizar el voto del candidato que aparece en la otra.
Todo hace suponer que este fue el caso, según el relato de Piqué y de los cardenales indiscretos que hablaron con el periodista del Corriere, pero la cuestión es que no se aplicó el artículo 69 sino el 68, anulando toda la votación.

Muchos dirán: es un detalle legal; apenas un codicilo que de ninguna manera puede poner en juego una elección pontificia. Y dice Socci: es exactamente al revés. Un codicilo puede no poner en juego la elección del presidente del consorcio de un edificio, pero sí la del Romano Pontífice, porque se trata del oficio más importante y delicado del mundo, y porque Dios confiere el poder prometido por Cristo a Pedro y sus sucesores solamente a quien sea válidamente elegido siguiendo las normas promulgadas por quien tiene el poder de las Llaves. Además, recordemos que por codicilos menores la cristiandad estuve en crisis durante siglos enteros, y traigo aquí el caso de la herejía arriana que se desató por una i. Ni siquiera era un codicilo, era una vocal, la que diferencia homoiousios de homoousios, es decir, “de sustancia similar al Padre” y “de la misma sustancia del Padres” la que dejó a la mayor parte de Europa bajo el arrianismo.

Por otra parte, si la situación fue la que se narra, se habrían producido otras dos graves irregularidades:

a)  La misma constitución Universi Dominici Gregis prohíbe taxativamente que se hagan más de cuatro votaciones en un mismo día. Pues bien, el 13 de marzo de 2013 se hicieron cinco votaciones, contraviniendo nuevamente las normas explícitas de una regulación pontificia promulgada por un Romano Pontífice en poder de las Llaves. ¿Qué habría cambiado se la votación se hacía el día siguiente? Nadie puede saberlo, pero los cardenales habrían tenido tiempo de compartir conversaciones, una comida juntos y una noche de descanso. Entre otras cosas, los cardenales que votaron por Bergoglio aconsejados o presionados por Kasper y su pandilla habrían tenido tiempo de conocer un poco más quién era este desconocido purpurado “del fin del mundo” y los peligros que implicaba dejar a la Iglesia en sus manos.

Por otro lado, la Universi Dominici Gregis también establece que las papeletas, en el momento del conteo de los votos, deben estar plegadas y el cardenal escrutador no debe mirar ni leer los nombres que aparecen en ellas. Esto sólo debe hacerse en el escrutinio. Pero, siempre según la Piqué, el cardenal descubrió la papeleta extra en el momento del conteo y allí mismo vio que una estaba blanco. Es decir, la desdobló y leyó lo que estaba escrito en ella.

Irregularidades mayores o menores pero que, en definitiva, indican que la elección se hizo de modo diverso a como estaba dispuesto. Y es el artículo 76 de la ConstituciónUniversi Dominici Gregis el que dice: “Si la elección se hiciera de un modo diverso a como ha sido prescrito en la presente Constitución o un hubiesen sido observadas las condiciones establecidas, la elección es por eso mismo es nula e inválida, sin que intervenga alguna declaración en este sentido y, por tanto, no confiere ningún derecho a la persona elegida”.   

Conclusión 1: Con respecto al primer punto,  no tengo duda alguna: Benedicto XVI es Papa. Con respecto al segundo punto, tengo dudas, como también las tiene Socci, pero es verosímil. No se trata de ninguna conspiración. En todo caso, sería la conspiración de los lelos, porque se habría tratado de un descuido en la observación de la Constitución, pero un descuido insanable. La única solución sería la realización de un nuevo cónclave.

Conclusión 2: Si aceptamos que la votación del 13 de mayo de 2013 fue nula y Bergoglio, consecuentemente, no es Papa, esto genera una situación que explica, al menos, dos hechos:

1. El desconcierto cada vez mayor de gran número de fieles de todo el orbe católico frente a lo que está sucediendo en la Iglesia en los últimos tiempos, y que se origina porque no se entiende que un papa pueda decir y hacer lo que dice y hace Bergoglio. Pues bien, el tal hace y dice esas barbaridades porque no es papa y, por tanto, no tiene la asistencia asegurada por Cristo al sucesor de Pedro.

2. Se entenderían de un modo bastante claro –o más bien, clarísimo- el Tercer Secreto de Fátima, en el que sor Lucía ve a un “obispo vestido de blanco” y, poco después, al Santo Padre que es perseguido y asesinado. Es decir, el obispo vestido de blanco no es el Santo Padre. Y las visiones de la beata Ana Catlina Emmerich que en numerosas ocasiones habla de la Iglesia con dos Papas.

Insisto en lo que dije más arriba. Es un libro inquietante, y por una sencilla razón: si se aceptan sus argumentos, nadie puede permanecer como está; debe tomar una decisión, y no es una decisión fácil.

Momentos de confusión para los fieles, dicen las profecías sobre los últimos tiempos.


El libro puede comprarse en versión electrónica en librerías italianas, por ejemplo Ibs.it o Hoepli.it.


Publicado por Wanderer 
El 6 de Octubre de 2014 



"Francisco es un antipapa"


ARTÍCULO INTERESANTE

Publicamos este artículo a causa de los escándalos de Francisco I.
La Iglesia dará su veredicto final sobre el tema de la validez o no de la elección de Jorge Bergoglio como Papa, cuando retorne al camino que, los que hoy la ocupan, lograran que, “oficialmente”, le abandonara ante el mundo.
La Iglesia, la verdadera Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo, podrá llegar a ser zamarreada por el Maligno pero éste no logrará jamás destruirla:
Promesa de Jesucristo.

"Nadie puede juzgar al Papa"…
Siempre y cuando éste sea Papa verdaderamente.
Si un Papa afirma cosas contrarias a la fe y a las buenas costumbres debe ser enfrentado por ello incluso, hasta por un simple fiel que conserva
la fe en el único y verdadero Evangelio de Jesucristo y de su Iglesia.



"Francisco es un antipapa",
dijo el Cardenal George Pell

 
Francisco I ¿Antipapa?
·         Crece entre obispos y cardenales la convicción de que Bergoglio no es Papa, debido a irregularidades en el proceso de renuncia-sucesión.

·         Se aducen cuatro causas de nulidad canónica: 1) la resignación de Benedicto XVI no fue válida, al haber sido hecha bajo la presión de una amenaza; 2) Cuatro cardenales hicieron trabajo de cabildeo a favor de Bergoglio, lo cual está explícitamente prohibido por la Constitución; 3) Durante el Cónclave de 2013 se cometieron dos irregularidades que hacen inválida la elección de Francisco.


·         El Cardenal George Pell declaró públicamente que Francisco no sería el Papa 266 como todos creen, sino el antipapa 38 en la historia de la Iglesia.


         Tres bombas han explotado dentro de la Iglesia Católica. Se trata de testimonios que documentan por qué Bergoglio pudiera en realidad no ser Papa.
         Una de ellas fue la publicación de L´Avennire, el periódico de los obispos italianos que, en su gaceta del 7 de enero de 2015 reveló que Benedicto XVI fue objeto de una traición y de una conjura, mediante las cuales lo coaccionaron para dimitir. En la página 2, sección editorial a cargo del director Marco Tarquinio, se lee: "hubieron ambientes que por motivos de poder y hostigamiento, traicionaron y complotaron para eliminar al Papa Ratzinger, y lo obligaron a renunciar".
         

Denuncia de los obispos italianos en L´Avennire afirmando
que Benedicto XVI fue obligado a renunciar.

         Ya el jesuita Arnaldo Zenteno, en el número 3 de su "Informe", había revelado que cuando el recién electo Francisco fue a Castel Gandolfo para visitar a Benedicto XVI, este último le confió que una de las causas que influyeron en su renuncia fue constatar las amenazas que recibió, pues ya se había tomado la decisión de matarlo. Fue por esto que, en una jugada para neutralizar el atentado, hizo pública su renuncia y así desarmó el intento de homicidio.


El Papa emérito Benedicto XVI y Francisco I

         Pero más grave que la amenaza de muerte (pues Ratzinger nunca ha temido dar la vida por Cristo), fue la amenaza de un cisma, por la que le hicieron saber que tenían una lista con firmas de sacerdotes, religiosos, obispos y cardenales modernistas prontos a constituir una nueva Iglesia separada de Roma si él no aceptaba sus exigencias.
Desde el punto de vista estratégico humano, el movimiento de Benedicto XVI de renunciar fue magistral, a la vez de inesperado, pues haciéndose a un lado desinfló la amenaza que se cernía sobre la Iglesia.
         El problema está en que, al haber renunciado en parte por esa presión (dijo no tener la edad y las fuerzas para enfrentar algo "grave" en la Iglesia), su decisión no fue del todo libre, por lo que canónicamente el acto es nulo por inexistencia. Ciertamente él dijo que renunciaba "libremente", sin duda con el objeto de no causar un escandaloso terremoto en la Iglesia, pero la resolución que adoptó está viciada in radice (desde su raíz) por una violencia moral, lo cual anula la validez del hecho. Cualquier canonista conoce esto a la perfección.

         Además, existen sobrados indicios de que Benedicto XVI era consciente de que, a pesar de ese movimiento magistral, seguiría siendo el Vicario de Cristo, y que solo estaba renunciando a los cargos administrativos del papado.
         En su discurso de despedida de la curia, el 27 de febrero, el día anterior a tomar el helicóptero y retirarse temporalmente a Castel Gandolfo, habló de la vocación que recibió de Dios al haber sido electo Papa el 19 de abril de 2005. Allí dijo (párrafo 23) que el llamado que recibió de Cristo es ad vitam, y que nunca podrá renunciar a él (como siempre lo entendieron todos los Papas en la historia de la Iglesia): "El "siempre" es también un "para siempre" –no hay más un retorno a lo privado", dijo claramente.
Además, estableció ante los órganos jurídicos de la Iglesia que él conservaría la sotana blanca, mantendría el apelativo "Su Santidad", conservaría las llaves de Pedro en su escudo, y seguiría siendo Papa, añadiendo simplemente el apelativo "emérito". Esto es muy significativo pues, cuando el Papa Gregorio XII renunció, volvió a ser cardenal, y cuando el Papa Celestino V renunció, volvió a ser monje religioso. No lo decidió así Benedicto XVI.
         La segunda bomba, hablando cronológicamente según sucedieron los hechos, no según fueron publicados, es el libro "El Gran Reformador" de Austen Ivereigh, que revela cómo un grupo de cuatro cardenales liberales (Walter Kasper, Karl Lehmann, Godfried Danneels y Cormac Murphy-O´Connor) se asociaron para orquestar ilícitamente una campaña a favor de la elección de Bergoglio, después de que éste último aceptó ser el beneficiario de esa confabulación. Cabe mencionar que Ivereigh es gran admirador de Francisco, e incluso acudió al Vaticano para entregarle personalmente un ejemplar de su libro, sin pensar que en el capítulo 9 "El Cónclave", en el que narra cómo el grupo de cardenales que denomina el "Team Bergoglio", hicieron una campaña de cabildeo para allanar el camino al candidato argentino, compromete la legitimidad de la elección.
 
El libro de Ivereigh, segunda bomba.
         Seguramente Ivereigh no sabía que la Constitución que rige los cónclaves, la Universi Dominici Gregis, establece penas de excomunión latae sententiae (es decir automática, sin necesidad de declaración) para los cardenales que promuevan votos a favor de alguno (Art. 81, 82, 83).

Ivereigh entregándole a Francisco el libro de su autoría, 
que, en su capítulo 9, "El Cónclave",
compromete la legitimidad de la elección.

         Los responsables de ese cabildeo estuvieron excomulgados de inmediato, ipso facto, y eo ipso, y dejaron de formar parte de la Iglesia. Más aún, la Constitución señala que también la persona que acepta ese lobbing queda excomulgada. Es decir, el mismo Bergoglio estaría fuera de la Iglesia al momento de su elección.

         La tercera bomba fue la publicación de dos libros que dan a conocer irregularidades que se cometieron en el cónclave que eligió a Francisco. El primero es el libro de Elisabbeta Piqué (biógrafa autorizada de Bergoglio desde Argentina) titulado "Francisco, vida y revolución". Piqué supo, por el mismo Francisco, lo que sucedió dentro del cónclave. El otro libro es del famoso vaticanólogo Antonio Socci "Non è Francesco" (El Papa no es Francisco).
 
Parte del tercera bomba: el libro de Socci

         Las revelaciones de Piqué son tan consideradas como provenientes de Francisco que el Osservatore Romano, periódico oficial del vaticano, publicó el capítulo en que se narra la forma en que se desarrolló el cónclave. También hizo lo mismo Radio y Televisión Vaticana. Y es que Bergoglio, al ser electo Papa, sintió que la amenaza de excomunión -que recae sobre cualquier cardenal por revelar lo sucedido en el cónclave- ya no le afectaba, y le narró a la periodista cómo sucedieron las cosas dentro de la Capilla Sixtina.


         La narración: en el cónclave, la tarde del 13 de marzo, en la cuarta votación del día, aparecieron 116 votos, cuando solo había 115 cardenales en el aula. Un cardenal metió una papeleta de más. Esa cuarta votación la ganó de el Cardenal Angelo Scola de Milán (la misma Conferencia Episcopal Italiana emitió un boletín felicitando a Scola por haber sido electo Papa).
 Esa votación se anuló.

 
Benedicto XVI y su más probable sucesor el Cardenal Angelo Scola
cuya elección fue anulada.
          Ahora bien, la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (Art. 69) establece que cuando hubiera dos papeletas dobladas como proviniendo de un mismo cardenal y tuviesen el mismo nombre o uno estuviese en blanco, se debe contar como un solo voto. Si, en cambio, lleva dos nombres diversos, se anulan ambas papeletas y ninguno de los dos votos es válido. Pero claramente establece: "en ninguno de los dos casos se deberá anular la elección". En este caso, hubo una papeleta blanca de más. Y no se siguió lo establecido, sino que se anuló la elección, cosa que estaba expresamente prohibido.

         Contraviniendo las disposiciones de la Constitución, la cuarta votación se declaró nula, obligaron al Cardenal Angelo Scola a regresar a la Capilla Sixtina, y se procedió a una quinta votación, en la que salió electo Bergoglio.

         Esa fue la segunda irregularidad del cónclave, pues la Constitución establece (Art. 63) que solo debe haber cuatro votaciones cada día, dos por la mañana y dos por la tarde.
         La situación de que la designación de Bergoglio fue efectivamente inválida es clara si nos atenemos al artículo 76, el cual afirma que: "Si la elección se llevase a cabo de forma diversa a como está prescrito en la presente Constitución o no se hubieren observado las condiciones establecidas la elección es, por ello mismo, nula e inválida, sin que intervenga ninguna declaración a propósito y, por lo mismo, ésta no confiere ningún derecho a la persona elegida".

 
¿Un rayo del cielo o una señal del Cielo?

         Es necesario releer el discurso del Papa Benedicto XVI del 27 de febrero de 2013, el día anterior a retirarse y tomar el helicóptero hacia Castel Gandolfo, en el cual dio a conocer los alcances de su renuncia. En ella declaró: "La gravedad de la decisión ha sido propiamente el hecho de que desde aquel momento (el de su elección como Papa, en 2005) estuve comprometido para siempre con el Señor". Es decir, Benedicto tenía claro que no podía renunciar a su vocación como Vicario de Cristo (un cargo espiritual que es ad vitam), y solo renunciaba a los cargos administrativos del papado.

         Este cúmulo de evidencias llevó al Cardenal George Pell a declarar que Francisco bien podría ser el 38 antipapa en la historia de la Iglesia, y no el Papa 266, como la inmensa mayoría cree.

El Cardenal George Pell dijo 
que Francisco bien podría ser el 38 antipapa.

          El hecho de que Benedicto XVI siga siendo el Vicario de Cristo explicaría por qué éste se ha distanciado de las ideas proclamadas por Bergoglio, quien ha declarado que "todas las religiones son iguales", ó que "Dios no es católico" ó que "da igual si un niño es educado por un judío, o un musulmán o un cristiano". En su discurso para la Universidad Urbaniana, el 22 de octubre de 2014, Benedicto XVI refutó esas tesis de Francisco, derivadas de un falso diálogo interreligioso, y marcó su discrepancia doctrinal respecto a las mismas. Por el contrario, Benedicto XVI reafirmó que Jesucristo es el camino para llegar al Padre; recordó que la Iglesia -y su único Dios- son católicos desde el inicio, pues ofrece la salvación a todos; y que el cristiano tiene el mandato de proclamar la fe en Cristo hasta los confines de la Tierra.

Francisco en la Semana Santa de 2014 reunido con rabinos.

         El afán de igualar y unir a las religiones en bien de una "paz común" es una herejía del Siglo V conocida como "Irenismo". Esa ideología proponía una religiosidad ajena a la identidad específica de cada religión, una "unidad" de creencias para evitar las "guerras de religión".
         El término viene de la propuesta de Erasmo de querer conciliar el catolicismo y el protestantismo, pero más recientemente ha servido para impulsar la idea de lograr una unificación religiosa universal, presuntamente en pro de la paz que supere las diferencias que provocan entre sí las distintas religiones.
 
Francisco en un homenaje a Herzl.
         El Irenismo se desarrolla en la simulación, la concesión de lo propio y en el no querer manifestar que existe una verdad absoluta y una religión verdadera.
El Concilio Vaticano II condenó el Irenismo en el número 11 del Decreto Unitatis Redintegratio diciendo que "no hay nada tan ajeno al ecumenismo como ese falso Irenismo que daña la pureza de la doctrina católica y oscurece su sentido genuino y cierto".

         Lo que hizo Benedicto XVI, con el discurso a la Urbaniana, es ratificar la doctrina del Concilio y distanciarse de la herejía irenista profesada por Bergoglio.

El papa Francisco  ¿hace "los cuernos"?
          Así describieron algunos santos y místicos el cisma que sacudirá a la Iglesia, y que podría tener mucho que ver con la herejía papal que estamos presenciando:

         • San Francisco de Asís: "Habrá un Papa electo no canónicamente que causará un gran cisma en la Iglesia".

         • Beata Ana Catalina Emmerick (religiosa agustina): "Vi una fuerte oposición entre dos Papas, y vi cuan funestas serán las consecuencias de la falsa iglesia (...) Esto causará el cisma más grande que se haya visto en la historia".

         • Sor Lucía de Fátima: "Habrá cardenales contra cardenales, obispos contra obispos; Satanás marchará en medio de ellos".

         Hay que estar atentos a lo que sucederá en la tercera y cuarta luna de sangre. Y hay que rezar mucho por la Iglesia, la cual se encuentra en medio de una acre tempestad. *
*Nota de Cova in deserto
No sabemos qué se ha querido decir o significar con este último y desconcertante párrafo de la nota.

TOMADO DE: http://www.ultimostiempos.org/