Número 355, 3 de Mayo de 2014
Monseñor Richard Williamson |
Malas noticias desde Francia:
la lucha de 40 años de la Fraternidad San Pío X por la Fe contra los
modernistas en Roma está prácticamente acabada. Oh, los prioratos, escuelas y
seminarios de la Fraternidad y los conventos y monasterios asociados continuarán
funcionando para proveer, al menos por un tiempo, sacramentos válidos y
doctrina decente, manteniendo todas las apariencias de la Tradición, pero la
lucha esencial por la Fe completa será censurada, o auto-censurada, hasta
desaparecer. Parece que solamente un número limitado de más sacerdotes tendrán
la comprensión del trabajo de Monseñor Lefebvre y el coraje necesario para
romper filas y zafarse.
La noticia es que los
modernistas en Roma están ofreciendo a la Fraternidad un “reconocimiento de
tolerancia”, sin la necesidad de ningún acuerdo formal o documento firmado
tales como los que levantaran tanta oposición dentro de la FSPX a un negocio
con Roma en la primavera y verano del 2012. He aquí la esencia de cómo el
Segundo Asistente de la Fraternidad, el Padre Alain Nély, lo expresó, con
entusiasmo, a dos religiosos hace tres meses: “La solución para la FSPX será su
reconocimiento unilateral por parte de Roma... no se nos pedirá firmar nada...
para ver como las cosas evolucionan... veremos”.
Para prevenir que tal
revelación se difunda, el Superior General de la Fraternidad escribió a los dos
religiosos para afirmar que habían malinterpretado los comentarios del Padre
Nély, porque no había ningún tipo de “acuerdo” en vista. Por supuesto que no.
En eso reside la astucia del propuesto “reconocimiento” sin firma. Permitirá a
números de sacerdotes de la FSPX pretender que nada habrá cambiado, para así
poder continuar con sus ministerios como antes. Así mismo se reporta que
Monseñor Fellay mismo dijo recientemente a los seminaristas de la FSPX en
Zaitzkofen: “No hay ninguna duda, no firmamos en absoluto ningún acuerdo, etc.,
etc.” Sin embargo, diez minutos más tarde, “Pero si Roma propone un
reconocimiento de tolerancia para nosotros, esa es otra cosa, eso sería muy
bueno”.
Y así hay toda probabilidad, y
más temprano que tarde, que un gran número de sacerdotes de la FSPX seguirán
dócilmente a sus líderes oficiales en el amplio abrazo de los amorosos
modernistas en Roma, un abrazo que devendrá con el tiempo tan apretado como sea
necesario como para sofocar cualquier esfuerzo remanente para luchar contra el
mortal modernismo que está acabando de matar a la Iglesia oficial y poniendo a
millones de almas en el camino al Infierno. En retrospectiva, se puede adivinar
que Monseñor Fellay ha trabajado hábilmente con los Romanos hacia este abrazo
por al menos los últimos 15 años. Monseñor de Galarreta ha visto lo que está en
juego, pero se pasó al lado de Monseñor Fellay. Monseñor Tissier también ve
claramente el peligro mortal para el trabajo de Monseñor Lefebvre, pero no ve
la necesidad de seguir el ejemplo que Monseñor le dio de poner la Fe antes que
todas las reglas normales de obediencia y unidad.
Así que, queridos amigos, si
deseamos mantener la plenitud de la Fe y ayudar a otros a hacerlo, debemos por
lo menos interiormente zafarnos. No tengan miedo. Mantengan la cabeza fría. No
hay necesidad de desánimo ni desesperación. Dios no cambia, y la lucha por Su
causa deviene más gloriosa que nunca. Sacerdotes, estén alertas, y sobre todo
no se engañen a sí mismos con que nada está cambiando en la Fraternidad. Ya ha
esencialmente cambiado. Fieles, estén alertas también, y oren, y Dios les dará
los líderes y Sacerdotes de sus oraciones. En Dios confiamos, y en su Santísima
Madre.
Kyrie eleison.
Católicos, ¡záfense! cuando oigan
de Roma
Un grito de reconocimiento ¡huyan
a los montes!