La Consagración. Iluminación medieval |
El primer
rasgo de la herejía antilitúrgica es el odio de la Tradición expresada en las
fórmulas del culto divino. No se puede negar la presencia de este rasgo
especial en todos los heréticos a que nos hemos referido, desde Vigilancio
hasta Calvino, y la razón de ello es muy fácil de explicar. Todo sectario que
pretende introducir una nueva doctrina, se encuentra ineluctablemente en
presencia de la Liturgia, que es la Tradición en su máxima expresión, y no
descansará hasta acallar esa voz, hasta desgarrar esas páginas que contienen la
fe de los siglos pasados
Tomado el libro LA HEREJÍA
ANTILITÚRGICA, Libro
I —Capítulo XIV - Instituciones Litúrgicas por Dom Prosper Guéranger.