Comentarios Eleison
por su Excelencia Richard Williamson
Número CDXXXI (431)
17 de octubre de 2015
Monseñor Richard Williamson |
Un padre de familia, ¿no sabe adónde virar el rumbo?
Querido Padre, ¡Nuestro Señor nunca chocará ni arderá!
Su Excelencia,
Lamento molestarlo, pero soy un padre responsable de llevar
al Cielo muchas almitas que Dios me ha confiado, y nunca he estado tan perdido
o confundido acerca de cómo hacerlo como lo estoy ahora. Trato de no sentirme
desesperanzado al ver tanto mi mundo católico como el resto del mundo, en una
caída en picada casi lista para estrellarse y quemarse. Un clérigo en los
Estados Unidos de hoy en día es enviado a la cárcel si rechaza otorgar una
licencia para un casamiento del mismo sexo. ¿Qué otro desastre sigue? Pero
continúo esperanzado porque Dios nos ha dado muchos niños y otro está en
camino. De hecho, ¿Por qué Dios está permitiéndonos traer más niños a este
mundo cuando parece que estuviera por terminar? ¿Deberíamos mi esposa y yo
prepararnos para verlos martirizados? Hasta ahora yo no había encontrado muy
fácil la devoción a Nuestra Señora, pero ahora aún yo me encuentro recurriendo
a Ella.
El problema inmediato es lo que ha pasado recientemente en
nuestra parroquia local católica Tradicional. Nos mudamos aquí para garantizar,
para los niños especialmente pero para nosotros también, la verdadera Misa y
una formación católica. ¡Ay!, muchas cosas han salido a la luz que nos han
dejado escandalizados, confundidos y sintiéndonos derrotados. Parece haber en
juego influencias demoníacas, y hemos tenido que preguntarnos si incluso los
sacerdotes no están bajo el malvado agarre de estas influencias, porque no son
los mismos sacerdotes que hemos conocido un año atrás. Durante el último año
hemos hecho todo lo que podíamos para ayudar, pero en vano. Hemos seguido
asistiendo a Misa allí y también rezando, ayunando y haciendo Novenas con la
esperanza que las cosas cambiaran. Hemos “vigilado y rezado”, y como la esposa
de un alcohólico, hemos hecho excusas para ellos por tanto tiempo como pudimos.
Pero finalmente han ocurrido cosas que nos empujan a buscar algo en otro lado,
si queremos que nuestros niños no sufran la confusión acerca de su fe.
Entonces, ¿adónde vamos ahora? Obviamente quiero que los
niños reciban los Sacramentos y sigan creciendo en la fe por asistir a una Misa
válida, siempre que la tengamos. Para criar estas almas de los niños para
Cristo, mi esposa y yo también necesitamos absolutamente las gracias de la
Misa. Queremos vivir lejos de las grandes ciudades. Mi situación laboral es tal
que puedo buscar trabajo en cualquier lugar en Estados Unidos. ¿A dónde vamos?
Querido padre de muchos niños,
Primero y principal, leyendo yo todo lo que usted escribe,
déjeme aconsejarle que cuente sus bendiciones. Dios Todopoderoso no está
haciendo las cosas fáciles para usted, pero tampoco las hizo fáciles para Su
propio Hijo en la tierra. Este es un valle de lágrimas, pero en medio de las
lágrimas, Dios le está dando a usted y a su familia muchas gracias. Usted está
manteniendo la fe, a usted se le ha otorgado ver la necesidad de la Tradición
sin compromiso, y el hecho que usted haga de la llegada de su familia al Cielo
su primera gran prioridad es otra enorme gracia. Puede ser que el Diablo puso
un gran obstáculo en su camino, pero usted ha visto que era él. Cuente con
ello, habrá muchos más de tales obstáculos antes de que esta crisis acabe, y
hay siempre el riesgo que los peores de estos vengan de los sacerdotes (“Este
tesoro lo llevamos en vasijas de barro”, dice San Pablo). Nunca se sorprenda
por la maldad de hoy en día, el Diablo está desencadenado. Por consiguiente,
por encima de todo, tenga bien presente cuanto Dios está haciendo por usted,
tanto como Él hizo por la Sagrada Familia, a pesar de todos los apuros. Eso los
pondrá en su correcta perspectiva. Y no se sorprenda si Dios exige que usted
como padre de familia tome algunas decisiones varoniles para su futuro de ella.
Dios no va a tomar estas decisiones en lugar suyo.
Bien, dirá usted, pero la pregunta permanece, ¿A dónde vamos?
Respuesta, adonde usted esté seguro de encontrar en primer lugar trabajo para
usted y, en segundo lugar, la verdadera Misa, en ese orden, porque la familia
no puede sobrevivir sin el pan de cada día. En cuanto a la Misa, 20 años atrás
uno no hubiera dudado en decir que debía ser la Misa de la Fraternidad San Pío
X. Hoy, eso ya no es más tan seguro. Yo diría, vaya más por el sacerdote que
por su Congregación o etiqueta. Espere fracasos y traiciones. Todos estamos a
la deriva en un mar de apostasía. Pero tenga una ilimitada, una ilimitada
confianza en Nuestro Señor y en Su Madre. Ellos nunca lo dejarán ir a usted a
menos que usted desee ser dejado. Tenga compasión de todos los hombres en la confusión
de hoy. Y que Dios lo bendiga.
Kyrie eleison.