Comentarios Eleison
por su Excelencia Richard Williamson
Número CDXXV (425)
05 de septiembre de 2015
Monseñor Richard Williamson |
A menudo nuestro mundo de mentiras dice,
“Negro es blanco”.
Con Dios por medida, los Católicos miden exacto.
¿Qué piensa la Iglesia Católica del “racismo”? ¿O del
“anti-semitismo”? ¿O del “machismo”? ¿O de la “homofobia”? Y un largo etcétera.
En un mundo liberal donde se supone que todos deben ser amables con todos, ¿no
es sorprendente como “la corrección política” parece regularmente proponer una
nueva clase de gente para que todos nosotros la odiemos? La Iglesia católica
siguiendo a su divino Maestro, dice que hemos de amar a nuestro prójimo y odiar
a nadie, pero no dice que debamos amar a todos nuestros semejantes
indiscriminadamente. Veamos como un gran teólogo católico pone orden en nuestro
amor a Dios y al hombre. He aquí el esqueleto de los 13 Artículos en la Suma
Teológica de Santo Tomás de Aquino, 2a 2ae, Cuestión 26:
1 La Caridad sí tiene un orden, porque es una amistad en la
beatitud sobrenatural y esa beatitud tiene su punto de partida en Dios, y
dondequiera que se tengan cosas que siguen un punto de partida, se tiene un
orden. (Noten como el Católico inmediatamente remite una cuestión importante a
Dios. ¿A qué pueden los liberales inmediatamente remitir como el punto de
partida de su “amabilidad”? ¿Al odio de los Nazis? En serio . . . )
2 La Caridad debe amar a Dios por encima del prójimo,
porque la caridad es una amistad en la beatitud, y toda beatitud para mí mismo
o a mi prójimo tiene su fuente en Dios. (¿Dónde colocan los liberales la fuente
de su felicidad? ¿En el sentirse realizados? ¿En sus semejantes? Estas son
formas de felicidad relativamente pobres).
3 Dios debe ser amado por encima de a uno mismo, porque
todas las creaturas (no desnaturalizadas), cada una a su manera, aman
naturalmente el bien común por encima de su bien particular, y Dios es el bien
común natural y sobrenatural de todas.
4 El uno mismo espiritual debe ser amado por encima del
prójimo espiritual, porque estoy más cercano a mí mismo que lo estoy a mi
prójimo de manera que si no me amo a mí mismo (espiritualmente), es improbable
que vaya a amar a mi prójimo. Pero –
5 El prójimo espiritual debe ser amado por encima del uno
mismo corporal, es decir de mi propio cuerpo, porque el espíritu prima al
cuerpo, porque el espíritu participa directamente en la beatitud mientras que
el cuerpo participa sólo indirectamente (a través del espíritu).
6 Algunos prójimos deben ser amados más que otros, porque
todos ellos varían en su cercanía a uno de los dos polos de caridad, objetivo
que es Dios, o subjetivo que soy yo. Los Santos están más cercanos a Dios, los
prójimos a mi.
7 Objetivamente, los Santos serán amados más que nuestros
parientes, pero subjetivamente los parientes serán amados más intensamente que los
Santos porque en diversas maneras ellos están más cercanos – “La Caridad bien
entendida empieza por casa”.
8 Esencialmente, los parientes de sangre serán amados por
encima de los no parientes, porque los lazos de sangre son naturales, fijos y
sustanciales. Accidentalmente, sin embargo, otros lazos de amistad pueden ser
más poderosos.
9 Objetivamente, los padres han de ser amados más que los
hijos, porque como fuentes de vida y de muchos beneficios, los padres están más
cercanos a Dios. Pero, subjetivamente, los hijos pueden ser más cercanos a
nosotros por varias razones.
10 El padre debe ser amado más que la madre, como tal,
porque debido a la parte que a cada uno le toca en darnos la vida, el padre es
formal y activo mientras que la madre es material (maternal) y pasiva (Santo
Tomás estaba escribiendo acerca de seres humanos que son normales y no
desnaturalizados como lo son hoy en día).
11 Objetivamente, los padres han de ser amados más que la
esposa, porque como fuentes de vida y de muchos beneficios, ellos están más
cercanos a Dios, pero subjetivamente, ella quien es “una sola carne” con su
esposo ha de ser amada lo más.
12 Objetivamente, alguien haciéndonos el bien a nosotros ha
de ser amado más que alguien a quien nosotros hacemos el bien, porque ellos son
una fuente de bien para nosotros, y luego más semejantes a Dios, pero por
cercanía subjetiva amamos más a alguien a quien hacemos el bien por varias
razones, por ejemplo “Es mejor dar que recibir”.
13 Permanecerá un orden de caridad en el Cielo,
especialmente el amar a Dios por encima de todo. También la graduación objetiva
del prójimo según su cercanía a Dios, contará más allá que lo que lo hace aquí
en la tierra.
¿“Racismo”? – ¿Qué razas son más cercanas a Dios o a mí? No
son todas lo mismo. ¿“Anti-semitismo”? – ¿Son los “Semitas” amigos o enemigos
de Dios? ¿“Machismo”? – ¿Me ayudan o me obstaculizan las mujeres de hoy en mi
camino a Dios? ¿“Homofobia”? – ¿Cómo están posicionados los “homos” con Dios?
Kyrie eleison.