domingo, 23 de febrero de 2014

Müller a la FSSPX: “La puerta está abierta”.

Nos encontramos con este radical cambio de postura del neo-cardenal L. G. Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con respecto a las relaciones con la FSSPX. 
Esta es una información de Andrea Tornielli 
en Vatican Indider, 12-Feb-2014.

El neo-Cardenal Müller
Prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe

Müller: «No soy el antagonista conservador de Francisco»

El neo-cardenal y Prefecto de la Doctrina de la Fe protesta contra la imagen mediática y habla sobre sus buenas relaciones con Francisco

ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO

A pocos días del Consistorio en el que Papa Francisco lo creará cardenal y después de meses de debates en las páginas de los periódicos sobre algunas de sus posturas en relación con la pastoral matrimonial que parecían cancelar cualquier posible apertura durante el próximo Sínodo, el Prefecto del ex-Santo oficio, Gerhard Ludwig Müller consideró oportuno precisar que su relación con Papa Francisco es buena: «No soy su antagonista conservador», afirmó en una entrevista publicada por Kathpress

El religioso alemán, llamado por Papa Ratzinger a la guía del dicterio doctrinal, no admite ser presentado como un adversario interno del Pontificado de Francisco. Müller reconoce las diferencias en cuanto a la formación y los diferentes enfoques, pero estos son «complementarios y no contradictorios». El neo-cardenal afirmó que el magisterio y los discursos de Francisco contienen y engloban «toda la fe católica».

Los encuentros entre el Prefecto de la Fe y el Papa se llevan a cabo dos o tres veces al mes, y conversan en italiano o en español (lengua que el prelado alemán conoce bien, pues ha pasado diferentes periodos en América Latina). 

En cuanto al peso de las mujeres en la Iglesia, Müller afirmó que podrían encomendarles algunas altas instancias vaticanas: no Congregaciones, sino Pontificios Consejos, como el de la Familia (hoy bajo la responsabilidad del obispo Vincenzo Paglia) o el de los agentes sanitarios. Pero el Prefecto precisó que, puesto que en la Iglesia el poder jurisdiccional está en manos de ministros ordenados, ni hombres laicos ni mujeres pueden guiar las Congregaciones, es decir los dicasterios que actúan en nombre del Papa con poder jurisdiccional. Otros campos para dar un mayor peso a las mujeres son la investigación teológica y la Cáritas, aunque Müller se dijo contrario a la introducción de «cuotas rosa» prefijadas. 

También fueron muy significativas las palabras del Prefecto sobre la Fraternidad San Pío X, pues considera que todavía no está cerrada la posibilidad de una reconciliación: «La puerta está abierta», declaró en la entrevista, y recordó el famoso «preámbulo doctrinal» entregado en 2012 a los lefebvrianos. 


Para concluir, Müller quiso explicar que su dicasterio trabaja colegialmente y no de forma autoritaria; y al final es el Papa quien presenta la aprobación para las decisiones. El Prefecto también recordó que Francisco en su discurso a los participantes en la plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el pasado 31 de enero, citó justamente como ejemplo esta forma de proceder.

Publicado por Stat Veritas en 16:19 


***

Nuestra opinión sobre “la cosa”

Müller dice no ser el antagonista conservador del Papa Francisco. Y dice bien, pues sobre él recayó la elección del Papa para nombrarlo cardenal. Lo cual, por sí mismo resalta una concordancia entre ambos. Los medios generalmente “mal informados”, mejor dicho, “tendenciosamente bien informados”, tratan de crear falsas rivalidades que hacen pensar en una “democracia” (al gusto de hoy), de opiniones encontradas dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Por supuesto que hay esto en la intención de la destrucción de la jerarquía de la Iglesia, apuntando especialmente en la abolición del papado monárquico tradicional, pero creemos que esta “opinión” de Andrea Tornielli es un “juego en clave” para dar a entender a los que “saben” de los manejos internos del Vaticano actual, que las cosas allí marchan de las mil maravillas y se van cumpliendo, paso a paso, las etapas para llegar a un fin determinado ya de antemano.

¿Por qué sino este el brusco cambio de la posición de Müller con respecto a un posible arreglo - al parecer cercano - con la Fraternidad San Pio X, que con tanta ferocidad atacaba antes? ¿Qué órdenes ha recibido, y de parte de quién? ¿La trampa para terminar de destruir el último bastión de la Tradición ya está lista y probada? 

Porque hay cosas que no cambian de la noche a la mañana porque sí. Siempre hay una razón y, cuando no se la conoce, generalmente, no es a causa de que los protagonistas cambiaron “libre y espontáneamente” de opinión, sino porque existe una férrea jerarquía oculta a la cual hay que obedecer, so pena de castigo. Y aquí, sí que ya no existe la tan cacareada “democracia”. 

¿Es que Müller es entonces una especie de marioneta manejada con hilos ocultos? Parece que esto, ¡no puede ser! ¡No podría ser!... Y ¿Por qué? Porque entonces Müller no estaría expresando su propio y personal pensamiento, si no el de “otro”, u “otros”, que permanecen ocultos. 

Pero no. No es tan así. Porque Müller  que puede tener sus propios pensamientos , y expresar,  sus ideas “propias” también, pero siempre y cuando no se salgan del plan prefijado, ni tampoco creen obstáculos. Pero este plan, además, es un plan con suficiente elasticidad como para permitir los cambios bruscos o insospechados, de acuerdo a las circunstancias, y al juicio supremo que los aprueba o no. Los que “dan la cara”, es decir, los personajes públicos que conocemos con nombre y apellido, que aparecen en las fotos de los diarios y revistas, y en reportajes de la T.V. son, en realidad: “La cara de la cosa” - por llamarle de algún modo. 

¡Hay que aprender a leer "entre líneas"!