sábado, 16 de agosto de 2014

SESION SOBRE DICKENS

Comentarios Eleison 
por su Excelencia Richard Williamson
Número 370, 16 de agosto de 2014


Charles Dickens

            La Sesión sobre Dickens que tuvo lugar hace dos semanas en la Casa Reina de los Mártires en Broadstairs, Inglaterra, anduvo muy bien, dentro de sus modestos límites. El sábado hubo solamente una pequeña lluvia, el domingo fue todo asoleado, y cerca de 30 participantes en su mayoría de Inglaterra pero también de Dinamarca, Francia y Estados Unidos, mucho disfrutaron de la casa, de la compañía de Católicos entre sí y de las tres conferencias del Dr. David White sobre tres novelas de Charles Dickens (1812–1870), el escritor más amado de Inglaterra después de William Shakespeare.

            “Dentro de sus modestos límites”, porque aparte de las Misas devotamente asistidas del sábado y del domingo, hubo aparentemente poco de sobrenatural en el tema de las conferencias. Digamos que fue una sesión de cosas sanas más que de cosas santas, pero observamos inmediatamente que, al menos en inglés, la palabra “sana” conforma tres cuartos de la palabra “santa”. La gracia se construye sobre la naturaleza y muy difícilmente puede construirse sobre la locura y la corrupción de la naturaleza con las cuales el mundo alrededor nuestro se llena, día tras día. Todo lo que es sano es por consiguiente más importante que nunca aún para propósitos sobrenaturales. Si la “Resistencia” está actualmente haciendo su camino con tanta aparente lentitud, ¿no es porque simplemente no hay suficientes elementos sanos que queden alrededor nuestro como para reconocer y echar fuera la pudrición del espíritu y la pudrición de lo que es la verdadera obediencia y santidad?

            En su primera conferencia el Dr. White nos habló sobre David Copperfield, la novela favorita del propio Dickens de entre sus muchas, y que está especialmente ligada a Broadstairs. Esto es así porque durante sus muchas visitas por trabajo o vacaciones a su amada villa costera, Dickens vino a conocer una excéntrica anciana que vivía en una pequeña casa que aún existe al borde del mar. Ella lo impresionó tanto que él la desarrolló en su David Copperfield como Betsy Trotwood, la excéntrica anciana que acoge al huérfano héroe de la novela y lo protege hasta que él halla su camino en la vida. Dickens pone en boca de la anciana su propio odio al puritanismo y al calvinismo, nos dijo el Dr. White. Al menos una vez en su vida, Dickens escuchó que el Catolicismo es la única verdadera religión, pero nunca devino un Católico. Sin embargo, él tenía un respeto supremo por el Evangelio de Cristo y en las páginas de sus novelas los caracteres con corazón verdaderamente bueno se apilan uno tras otro.

            El sábado a la tarde siguió una visita a la casa de “Betsy Trotwood” al borde del mar, ahora un Museo Dickens, lleno de objetos recordatorios Dickensianos y con un conservador Dickensiano. Luego la segunda conferencia fue sobre Casa Desolada, la primera novela del segundo período de Dickens cuando Inglaterra se ensombrecía más y más. Casa Desolada ataca a los abogados y a la ley en particular, pero en general, nos dijo el Dr. White, ataca a un Sistema que está más y más en control de la sociedad, desmoralizando y aplastando a las inocentes ovejas. La política está deviniendo insignificante y la aristocracia está perdiendo contacto con la realidad, pero este Sistema inhumano avanza siempre hasta que finalmente colapsará bajo su propia falsedad, a la manera del Vaticano II, agregó el Dr. White.

            La tercera conferencia el domingo a la mañana trató sobre Tiempos Difíciles, otra de las novelas más sombrías, acerca de la total carencia de educación real, y ¡hace 150 años! Dickens sabía que sin la educación del corazón, los seres humanos serán fríos e inhumanos. El Dr. White se apoyó en sus décadas de enseñanza en la Academia Naval de Estados Unidos para respaldar el retrato que hace Dickens de la enorme estupidez de los robots sociales fabricados por una “educación” que desprecia la historia, las artes, la música, la literatura y, especialmente, la poesía. El resultado, dijo él, es el ilimitado aburrimiento de los jóvenes hoy en día, un reflejo de nihilismo puro.

          Sin embargo, los participantes de las conferencias volvieron a casa sintiéndose ni aburridos ni nihilistas, pero por el contrario muy refrescados. Deo Gratias.

Kyrie eleison.