Comentario
Eleison Nº 399
Por su
Excelencia Richard Williamson
07 de
marzo de 2015
En los Papas modernos encontramos
tal enfermedad
Que no puede ser asida
por ninguna mente sana.
En el “verano caliente” de 1976 de la Fraternidad San Pío X,
luego que Pablo VI “suspendió” a Monseñor Lefebvre por ordenar 14 sacerdotes
para la Tradición, el choque entre el Papa y la Tradición Católica fue tan
brutal que en ese Agosto ocurrió uno de los dos momentos en que Monseñor más
seriamente consideró si la Sede de Roma estaba vacante. Como puede escucharse
en la grabación de sus palabras cuando habló en ese entonces, estaba agonizando
a causa de ese choque: ¿cómo es posible que un verdadero Vicario de Cristo esté
destruyendo la Iglesia de tal manera? Finalmente Monseñor nunca adoptó la
solución sedevacantista, pero veamos cuan claramente él planteó el problema, y
luego ofrezcamos una vez más una línea de solución que tal vez para una mente
demasiado sana como la suya era impensable. Aquí está un resumen de sus
palabras en Agosto de 1976:
La gente me pregunta que pienso del Papa [Pablo VI]. Es un
misterio increíble: el verdadero Papa es la unidad de la Iglesia, inspirado por
el Espíritu Santo y protegido por la promesa de Nuestro Señor para defender la
Fe. Pero gracias al Vaticano II, Pablo VI está sistemáticamente destruyendo la
Iglesia. Nada escapa: catecismo, universidades, Congregaciones, seminarios,
escuelas. Todo lo Católico está siendo destruido. Uno busca una solución.
Una serie de falsas soluciones pueden ser descartadas de
plano, por ejemplo que Pablo VI es un prisionero, drogado, víctima de sus
subordinados, etc. Porque, cuándo él bendijo a los Carismáticos o besó los pies
del Patriarca Ortodoxo, ¿tenía un revólver en su cabeza? Lo he observado en
audiencias públicas hablando con la habilidad, presencia de mente, pertinencia
e inteligencia de un hombre en plena posesión de sus facultades. El Cardenal
Benelli me dijo que fue el Papa mismo quien me escribió esas cartas [aplastadoras
de la Tradición], que está muy bien informado, que sabe exactamente lo que está
haciendo, que ello es su voluntad, que ellas son sus decisiones. El Cardenal
dijo que él daba parte al Papa cada día y que lo haría de vuelta inmediatamente
después de nuestra propia conversación.
Entonces, ¿puede Pablo VI no ser un verdadero Papa? Esa es
una hipótesis posible. Los teólogos han estudiado el problema. Yo no sé. No me
hagan decir lo que no digo. Pero el problema parece teológicamente insoluble.
Monseñor hablaba de Pablo VI, pero el problema es
esencialmente el mismo con todos los seis Papas Conciliares (excepto tal vez
Juan Pablo I). Dividamos el problema en dos: ¿cómo puede el verdadero Dios
permitir tal destrucción de Su Iglesia? ¿Cómo pueden Sus verdaderos Vicarios
ser los principales destructores?
En cuanto a Dios, en primer lugar la destrucción será aún
peor al final del mundo (Lc. XVIII,8). En segundo lugar, puede muy bien ser que
Dios este purificando Su Iglesia para preparar el Triunfo del Corazón Inmaculado
de Su Madre. En tercer lugar, Dios ciertamente protegió a Pablo VI de destruir
completamente la Iglesia cuando por ejemplo Él arregló el descubrimiento “al
azar” a Pablo VI de un plan para disolver el Papado por el texto ambiguo de
Lumen Gentium. Esto permitió al Papa bloquear el plan agregando la Nota
Praevia.
En cuanto a los Vicarios, Monseñor Lefebvre nunca parece
haber considerado la solución siguiente que puede ser el porqué en ese Agosto
aún él parece haber estado casi enredado entre la espada sedevacantista y la
pared liberal. Pues, si con cada año el liberalismo se acerca más a confundir
la mente de cada hombre en la tierra ¿cómo pueden los Papas escapar a la
enfermedad universal de estar sinceramente equivocados? ¿Porque ellos son
hombres instruidos? Pero el liberalismo reina especialmente en las escuelas y
universidades. De manera que si los Papas Conciliares mal instruidos están
sinceramente convencidos de que la “verdad” evoluciona, ellos, ni siquiera aún
por sus graves errores, estarán pertinazmente negando lo que ellos conocen ser
definido como Verdad católica porque aún Verdad definida, si debe ser “verdad”,
evoluciona, en la dirección de ellos.
Kyrie
eleison.