San Agustín |
(Los maniqueos) prometían la ciencia, burlándose de la fe pero después, olvidados de sus promesas, imponían la creencia "en un gran número de locuras indemostrables". Era preferible —y Agustín comenzaba a preferirla— "la doctrina católica, la que, con más modestia y sin engaños, prescribe creer en verdades no demostradas o porque son demostrables pero no para todas las mentes, o porque no son demostrables" 3.
Por otra parte la fe es una actitud inseparable de la condición humana: sin fe no existe ni historia, ni amistad, ni familia, ni asociación alguna.
"Tú me hiciste considerar el incalculable número de hechos en los que creía sin verlos, sin asistir a su desarrollo, como la multitud de los hechos históricos, las noticias de lugares y ciudades jamás visitadas, cosas que, si queremos actuar en la vida, nos obligan a dar crédito a los amigos, a los médicos, a personas de toda clase; y finalmente la certeza que tenía sobre la identidad de mis padres que se basaba en la fe en lo que me habían dicho" 4.
"En el orden del tiempo viene primera la autoridad; en orden de importancia la razón. En efecto, una cosa es lo que se antepone sobre el plano de la acción y otra es lo que se estima en orden al fin. La autoridad es más eficaz para la masa no instruida, la razón es más conveniente para las personas doctas. Pero nadie es docto sin haber sido antes indocto ni sabe en qué condiciones deba presentarse a los maestros y con qué método pueda aprender; por eso se deduce que sólo la autoridad puede abrir la puerta a aquellos que aspiran a aprender cosas grandes y escondidas" 6.
En otra obra, escrita en Roma, insiste repetidamente
en el mismo concepto 7.
Y así hasta la excelente obra De utilitate
credendi donde se propone demostrar al amigo Honorato "que los
maniqueos atacan con temeridad sacrílega a aquellos que, siguiendo la autoridad
de la fe católica, antes que puedan intuir la verdad que puede ver sólo quien
tiene el alma pura, abrazan la fe para disponerse a ser iluminados por
Dios" 8.
La fe es para Agustín medicina9,fortaleza10,refugio11, iluminación12,
seguridad13. En efecto, purifica y potencia la mirada interior;
defiende a los débiles contra los asaltos de los incrédulos; nutre a los fieles;
hace conocer sin esfuerzo las verdades necesarias para la salvación, aun
aquellas que la razón podría alcanzar fatigosamente; evidencia el fulgor de la
luz divina y consiente fijarse en ella. Sobre estas imágenes sugestivas meditaba
en Milán mientras su ánimo, saliendo de la incerteza, se acercaba lentamente a
la fe católica.
Las consideraciones sobre la utilidad de la fe
llevaban al pensamiento sobre otro argumento: la autoridad. La fe tiene
necesidad de una autoridad en la que apoyarse. Esta, para que sea válida y
segura para todos, tiene que ser divina. Agustín la reconoce en los libros
sagrados. "Me convenciste que no merece reproche quien cree en tus
Escrituras a las que has dado autoridad en casi todos los países" 14.
La razón de esta confianza radica en la certeza de
la providencia divina, una certeza que el hijo de Mónica jamás había perdido 15
y de la que se servirá más tarde en La Ciudad de Dios para iluminar el
misterio de la historia humana.
"Siendo los hombres muy débiles para encontrar
la verdad con la sola razón, y teniendo necesidad de la autoridad de los textos
sagrados, yo había comenzado a creer que no habrías atribuido una autoridad
tan eminente a la Escritura entre los pueblos de la tierra, sino habrías
deseado que el hombre por su medio creyese en ti y por su medio te
buscase" 16.
El estilo y la oscuridad de la Escritura no ofrecían
más dificultad 17. Había nacido una convicción opuesta, que
encontraremos frecuentemente en las obras agustinianas 18: la
simplicidad del estilo y la misteriosa profundidad del contenido de las
Escrituras no disminuyen sino aumentaran la autoridad en cuanto que, por una
parte, la hacen accesible a todos y, por otra, penetrable por pocos. La
claridad del lenguaje y la humildad del estilo invitan a la humanidad entera a
ir hacia ella mientras que la profundidad de los misterios estimula a los más
capaces y dispuestos a probar la alegría del descubrimiento de verdades
escondidas. "Su autoridad (de los textos sagrados) me aparecía venerable y
digna de fe porque se ofrecía a cualquier lector y dejaba la majestad de sus
misterios a una penetración más profunda" 19.
Fragmento del libro “Agustín de Hipona”, de Agostino Trapé. Ed.Docencia. Buenos Aires, 1984.
Notas
- De útil, credendi 8, 20
- De beata vita 4
- Confess 6, 5, 7
- Confess 6, 5, 7
- Contra Acad 3, 20, 43
- De ordine 2,9,26
- De mor. Eccl. cath. 1, 2, 3.7, 11
- De útil, credendi 1, 2
- Confess 6,4, 6
- Ep 118,32
- Serm 51,5,6
- Ep 102,38; De Cons. Evang. 1, 35, 53
- De mor. Eccl. cath. 1, 2,3, 7, 11
- Confess 6, 5,7
- Confess 6, 5,8
- Confess 6, 5, 8
- De útil credendi 8, 20
- Ep 137,5, 18
- Confess 6, 5, 8