Comentarios Eleison
por su Excelencia Richard Williamson
Número CDLI (451)
Una ambigüedad y duda diabólicas
Están volviendo Iglesia y Obispos al revés.
El presentar los argumentos del Padre Calderón sobre el
Neo-rito de Consagración de Obispos como siendo “Muy probablemente válido” no
significa defender el Novus Ordo como un todo, ni decir que no hay problema con
este Neo-rito. Sí significa que el problema debe ser medido no por emociones
exaltadas sino por la teología sacramental de la Iglesia, dominio en el cual es
apto que ocurra, como dice el proverbio, que “Los tontos se abalanzan donde los
ángeles no lo osan”. He aquí los argumentos del Padre Calderón, todavía
sumamente resumidos:—
Lo que se necesita para garantizar la validez de un Rito
sacramental es aprobación de largo arraigo en la Iglesia. Debido a que el
Neo-rito de Consagración Episcopal (NCE) es un rito totalmente nuevo, fabricado
bajo Pablo VI en la secuela del Vaticano II, no tiene tal garantía. Más aún, el
espíritu anti-litúrgico de ese Concilio, su colegialidad cuasi-herética y su
espíritu anti-autoritario, formando éstos el contexto en el cual el NCE fue
fabricado, se combinan para plantear una duda sobre su validez: ¿ha sido la
nueva Materia en el NCE tan cambiada como para invalidar el sacramento?
¿muestra el NCE la Intención de su promulgador del nuevo Ritual, la de hacer un
Rito para consagrar obispos para “hacer lo que la hace la Iglesia” (y siempre
ha hecho)? Y, la Forma ¿ha sido oficialmente establecida por la Iglesia? ¿Y
expresa suficientemente, no necesariamente la gracia del obispado a ser
conferido, sino al menos el orden episcopal que necesariamente implica esa
gracia?
La nueva Materia de la NCE no plantea dudas porque ella no
ha sido significativamente cambiada con respecto a la materia Tradicional. Por
otro lado, la nueva Intención Ritual del promulgador es problemática, porque
Pablo VI ha podido ser la máxima autoridad en la Iglesia, sin embargo todas sus
reformas litúrgicas están plagadas con su típico deseo modernista de ambos
“hacer lo que la Iglesia hace” y al mismo tiempo no hacerlo. Esta contradicción
ha caracterizado casi todo su pontificado, y ha causado una confusión indecible
en la Iglesia entera. Así la NCE como un todo delata su espíritu democrático,
alterando radicalmente en varios lugares el concepto Tradicional de un obispo
católico y de su autoridad. Esta nueva Intención Ritual es entonces ambigua.
En cuanto a la nueva Forma de la NCE, ella fue de hecho
establecida por la máxima autoridad de la Iglesia, el Papa Pablo VI, pero no
con su infalibilidad Extraordinaria ni con la infalibilidad Ordinaria de la
Iglesia (que nunca rompe con la Tradición), así que un juicio final de la
Iglesia sobre su validez debe esperar a la restauración del Magisterio verdadero
de la Iglesia, actualmente eclipsado. Mientras tanto, como Forma sacramental sí
parece válida porque “Acepte el Espíritu Principal” es una Forma similar a
otras Formas ya aprobadas por la Iglesia, y cualquier ambigüedad intrínseca en
cuanto al orden de obispos está completamente clarificada por el Rito extrínseco
inmediatamente rodeando la Neo-forma.
Sin embargo, dado que Pablo VI estableció esta Neo-forma
ambos significando y no significando romper con el concepto Tradicional de un
obispo católico, entonces, de acuerdo con la doctrina de “Apostolicae Curae” de
León XIII, si la disolución de la autoridad episcopal por Pablo VI hubiera sido
clara y explícita, las consagraciones por medio de la NCE serían ciertamente
tan inválidas como las Órdenes Anglicanas. Como está la NCE, los errores
modernistas están solamente implícitos en el contexto de la institución de la
NCE. Pero, es una sombra negra amenazando la validez de la NCE.
La conclusión del Padre Calderón fue dada aquí la semana
pasada: la Materia, Forma e Intención Ritual de la NCE son ciertamente
ilegítimas debido a la ruptura de ellas con la Tradicià ³n, pero son muy
probablemente válidas porque significan lo que necesita ser significado para la
validez, y la mayoría de sus elementos provienen de Ritos aceptados por la
Iglesia. Sin embargo, esa validez no es certera, porque la Intención Ritual de
romper sin romper con la Tradición es ilegítima, el NCE es solamente similar a
Ritos aprobados por la Iglesia, y los cambios van todos en la dirección
modernista. Ahora bien, los sacramentos llaman para una validez absolutamente
certera, especialmente la consagración de los obispos de quienes depende la
Iglesia. Por consiguiente, sería mejor que neo-obispos, y neo-sacerdotes
ordenados sólo por neo-obispos, fueran condicionalmente re-consagrados y
re-ordenados.
Kyrie eleison.