Comentarios Eleison
Por Monseñor Richard Williamson
Número CDXLII (442)
02 de enero de 2016
Monseñor Richard Williamson |
Nos hacen preguntar, ¿qué podemos hacer? Velar, rezar.
Así que hemos alcanzado un nuevo año sin que la Iglesia haya
colapsado completamente ni el mundo se haya estrellado en su Tercera Guerra
Mundial, pero ambos desastres se han acercado significativamente. ¿En qué
sendero estamos? ¿Qué posibilidades tenemos de evitar la catástrofe?
En cuanto al mundo, Siria en particular ha sido transformada
en un polvorín donde la pólvora está siendo apilada para una explosión más y
más grande. América y Rusia, cada una con sus aliados, están listas para pelear
por una de las dos visiones en contienda sobre el futuro del mundo: los
bánksters que se han apoderado de los Estados Unidos de América quieren un
mundo unipolar donde su Nuevo Orden Mundial de ellos pueda ejercitar una
hegemonía sobre el mundo entero; los Rusos, por el contrario, quieren un mundo
multipolar donde puedan retener su independencia nacional y cuidar de sus
propios intereses. Y, ¿quién puede culpar a los Rusos si ellos quieren impedir
que el NOM se apodere del mundo? Hasta ahora, han actuado con gran control
frente a la vil provocación del Occidente.
Pero, como siempre, el hombre propone y Dios dispone. Si los
hombres no paran de pecar, entonces, en el momento elegido no por ellos sino
por Él, los perros de la guerra serán desatados. Como de costumbre, los hombres
sabrán porqué empezaron la guerra, pero Dios solo sabe cómo terminará. Los
Rusos tienen algunas armas notables así que el Occidente de ninguna manera está
seguro de “ganar”, especialmente si suficientes oraciones de todos nosotros
suben al Cielo para alcanzar la Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de
María, porque en aquel caso, ¿quién sabe si los Rusos no podrán obtener para
nosotros una interrupción de la marcha actual del mundo hacia el abismo? De
cualquier manera, la guerra será justo tan larga y tan devastadora como Dios lo
precise para su propósito de salvar no civilizaciones (así l lamadas ), sino
almas. ¿Aceptarán las almas su lección? Si no, Dios podrá permitir una
continuación de su auto-destrucción de ellos.
En cuanto a la Iglesia, su influencia en los eventos del
mundo es decisiva. Dondequiera que verdaderos sacerdotes católicos administran
verdaderos Sacramentos, están extinguiendo aquellos pecados que son la causa de
la guerra (Sant.,IV,1). Pero, ¿qué hemos visto a través del 2015? Los prelados
que al presente controlan a la Iglesia han mostrado poco o ningún signo de
querer retornar a la verdadera doctrina del Nuevo Testamento, dejando los
falsos principios del Vaticano II, y el Papa Francisco en particular, por su
desenfrenada aplicación de esos principios, parece tener la intención en nada
tanto como en destruir a la Iglesia católica. Ahora, en la década de 1970
cuando el trabajo de devastación del Concilio parecía irresistible, Dios en Su
misericordia dio a Su Iglesia un Arzobispo que iba a criar una nueva generación
de sacerdot es católicos para atestiguar sobre la verdadera Fe, y mostrar en la
vida real que no estaba pasada de moda, lo que actuaría como un freno para la
devastación. Pero Monseñor Lefebvre murió en 1991 y sus sucesores a la cabeza
de su Fraternidad pronto comenzaron a perder el sentido de la necesidad de
resistir al mundo moderno con su siniestro Concilio. A través del 2015, ¿hemos
visto otro que no sea un signo tras otro de la Fraternidad aproximándose más y
más a Roma neo-modernista?
Estamos llevados a preguntar, ¿tienen estos sucesores
todavía algún entendimiento del porque el Monseñor estableció su Fraternidad de
San Pío X en primer lugar? ¿Tienen ellos todavía el sentido de la verdadera Fe?
¿Se dan cuenta de su grave responsabilidad de ellos de atestiguar sobre esa Fe
y no de dejarla ser borrosa en el mundo? Que ellos piensen bien en el 2016,
antes de que sea demasiado tarde, antes de que la Fraternidad finalmente se
condene a perder todo su sabor sumándo se a la apostasía Conciliar, por no
actuar más como una espina en el costado de los neo-modernistas y por cesar de
sostener a esa verdadera Iglesia que Ella sola tiene el secreto para la paz
mundial, Nuestro Señor Jesucristo, “Ayer, hoy y por siempre, ni liberal ni
modernista” (Cita de Monseñor Lefebvre).
Kyrie eleison.