domingo, 28 de septiembre de 2014

CASTIGO APROXIMÁNDOSE

Comentarios Eleison
por su Excelencia Richard Williamson
Nº 376,  27 de septiembre de 2014


Monseñor Richard Williamson


                El Padre Constant Louis Marie Pel (1876–1966) no es un nombre muy conocido entre las almas dotadas por Dios con un conocimiento de cómo Dios va a enderezar el mundo de hoy en día, pero, para aquellos que lo conocieron, él era un sacerdote muy cercano a Dios. Doctor en teología, profesor de seminario, fundador de un convento para mujeres y de un seminario para hombres, con una gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Corazón Inmaculado de la Virgen María, él era un amigo personal del Padre Pío quien dijo sobre él a algunos peregrinos franceses en San Giovanni Rotondo, “¿Por qué vienen a verme a mí cuando ustedes tienen tan gran Santo en Francia?”

                El Padre Pel pasaba noches de pie en la iglesia con su frente apoyada en el Tabernáculo conversando con Dios en un éxtasis permanente. Murió en un accidente automovilístico justo después del Vaticano II pero no antes que un seminarista, uno de sus hijos espirituales, hubiese podido anotar una profecía de él que data de 1945 concerniente al castigo que azotará a Francia en particular. Aquí está, citada o abreviada:

                “Mi hijo”, dijo el Padre Pel, “sabe que con los pecados del mundo aumentando en horror a medida que esta época se desgasta, grandes castigos de Dios descenderán sobre el mundo y ningún continente se escapará a la Ira de Dios. Francia, siendo culpable de apostasía y negando su vocación, será severamente castigada. Al este de una línea que se extiende desde Burdeos en el sudoeste hasta Lille en el noreste, todo será arrasado e incendiado por personas invadiendo desde el este y también por meteoritos en llamas cayendo como lluvia de fuego sobre toda la tierra y especialmente sobre estas regiones. Revolución, guerra, epidemias, plagas, gases químicos venenosos, violentos terremotos y el re-despertar de los volcanes extinguidos de Francia destruirán todo . . .”

                “Francia, al oeste de esa línea, será menos afectada . . . debido a la fe enraizada en la Vandea y en Bretaña . . . pero cualquiera de los peores enemigos de Dios buscando allí refugio del cataclismo mundial será hallado, donde sea que ellos se escondan, y ejecutados por los demonios porque la Ira del Señor es justa y santa. Densa oscuridad causada por la guerra, fuegos gigantescos y fragmentos de estrellas ardientes cayendo por tres días y noches causarán la desaparición del sol y solamente velas bendecidas en Candelaria (2 de Febrero) darán luz en las manos de los creyentes, pero los sin Dios no verán esta luz milagrosa porque tienen oscuridad en sus almas”.

                “De esta manera, mi hijo, tres cuartas partes de la humanidad serán destruidas y en ciertas partes de Francia los sobrevivientes tendrán que ir 100 kilómetros para encontrar otro ser humano viviente . . . . Varias naciones desaparecerán completamente de la faz del mapa . . . . Una Francia así purificada devendrá la renovada “Hija Primogénita de la Iglesia” porque todos los Caines y los Judases habrán desaparecido durante este ‘Juicio sobre las Naciones’ ”. Este Juicio no es todavía el fin de los tiempos pero tan grande es el castigo debido a los pecados de las naciones que Nuestro Señor le dijo al Padre Pel que la desolación al final del mundo será menor.

                Queridos lectores, ¿qué concluimos? Que cada uno de nosotros se esfuerce a más no poder y con la ayuda de los sacramentos católicos que nos son dados por Dios para tal fin, para vivir en la gracia de Dios y no en estado de pecado, y haga completo uso del tiempo que El nos da entre ahora y la Hora de Su Justicia para rezar por que el mayor número posible de pecadores se arrepientan y salven sus almas para la eternidad cuando el Castigo se cierre sobre nosotros. Dios, ten misericordia. Virgen María, socorro.


Kyrie eleison.