Roma:
El Cardenal Müller invita a Mons. Fellay a una reunión
Cardenal Müller y Monseñor Bernard Fellay |
5-09-2014
Invitado por Roma, Mons. Fellay se reunirá
con el Cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, en la segunda quincena de septiembre de 2014. Este encuentro
ha sido presentado al Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X
como una reunión informal, destinada a realizar un balance de las relaciones
entre la Fraternidad y Roma, interrumpidas desde la partida del Cardenal
William Joseph Levada, predecesor del Cardenal Müller, y la renuncia de
Benedicto XVI. De hecho, se trata del primer encuentro entre el Cardenal Müller
y Mons. Fellay.
El 3 de septiembre de 2014, en su
sitio Vatican insider, el periodista Andrea Tornielli anunciaba
esta entrevista y señalaba que el nuevo Superior del Distrito de Francia, el
Padre Christian Bouchacourt tuvo la oportunidad, cuando era Superior del
Distrito de América del Sur, de conocer al Cardenal Jorge Bergoglio, en aquel
momento arzobispo de Buenos Aires. Desde entonces, mantuvieron contactos sobre
temas puramente administrativos relativos al Distrito de América del Sur.
El Superior General de la Fraternidad San
Pío X irá a Roma, siguiendo el ejemplo de Mons. Marcel Lefebvre, quien siempre
aceptó responder a las invitaciones de las autoridades romanas [1]. Ciertamente se desconoce lo que se dirá en dicho encuentro, pero nadie duda
que Mons. Fellay tendrá presentes las palabras del Cardenal Müller sobre la
Fraternidad San Pío X en el Corriere della Sera, el 22 de diciembre de 2013:
“La excomunión canónica de los obispos por las ordenaciones ilegales ha sido
revocada, pero queda la excomunión sacramental, de facto, por el cisma; ellos
se han alejado de la comunión con la Iglesia. Con todo esto, nosotros no
cerramos la puerta, jamás, sino que los invitamos a reconciliarse. Pero ellos
también deben cambiar su actitud, aceptar las condiciones de la Iglesia
católica, y el Sumo Pontífice como criterio definitivo de pertenencia.”
Nadie duda tampoco que el Superior General
tendrá presente la declaración realizada junto con los otros dos obispos de la
Fraternidad San Pío X el 27 de junio de 2013, con ocasión del 25° aniversario
de su consagración episcopal [2]: “El amor por la Iglesia
guió a Mons. Lefebvre y guía a sus hijos. El mismo deseo de “transmitir el
sacerdocio católico en toda su pureza doctrinal y su caridad misionera” (Mons.
Lefebvre, Itinerario espiritual [3]) anima a la Fraternidad
San Pío X en el servicio de la Iglesia, cuando pide con instancia a las
autoridades romanas que reasuman el tesoro de la Tradición doctrinal, moral y
litúrgica.”
(Fuentes: FSSPX/MG/vaticaninsider – DICI del 05/09/14)
[1]: Dijo Mons. Lefebvre: “Suponiendo
que de aquí a un tiempo Roma nos llame, nos quiera ver y volver a conversar, en
ese caso seré yo quien ponga las condiciones (...) Y plantearé las cuestiones
desde el plano doctrinal: "¿Están de acuerdo ustedes con las grandes
encíclicas de los grandes papas precedentes? ¿Están de acuerdo con la Quanta
Cura de Pío IX, Immortale Dei y Libertas de León XIII, Pascendi de Pío X, Quas
Primas de Pío XI, Humani Generis de Pío XII? ¿Están ustedes en plena comunión
con esos papas y sus afirmaciones? ¿Aceptan también el juramento
antimodernista? ¿Están por el reinado social de Nuestro Señor Jesucristo?
Porque si no aceptan las doctrinas de sus predecesores es inútil hablar.
Mientras no acepten reformar el Concilio considerando la doctrina de los papas
anteriores, no hay diálogo posible. Es inútil” (Fideliter
Nº 66, 1988).
[2]: No olvidemos que en esa misma
Declaración, los tres obispos afirman que están dispuestos a someterse a Roma
modernista si ésta les concede un rincón seguro: "Este amor por la
Iglesia explica la regla que Mons. Lefebvre siempre observó: seguir a la
Providencia en todo momento, sin jamás pretender anticiparla. Entendemos que
así lo hacemos, sea que Roma regrese de modo rápido a la Tradición y a la fe de
siempre – lo que restablecerá el orden en la Iglesia –, sea que se nos
reconozca explícitamente el derecho de profesar de manera íntegra la fe y de
rechazar los errores que le son contrarios, con el derecho y el deber de
oponernos públicamente a los errores y a sus fautores, sean quienes fueren – lo
que permitirá un comienzo de restablecimiento del orden."
[3]: También dijo Mons. Lefebvre en "Itinerario Espiritual": “los sacerdotes que quieren permanecer católicos, tienen el estricto deber de separarse de la Iglesia Conciliar, hasta que ella redescubra la Tradición de la Iglesia y la Fe católica”.
[3]: También dijo Mons. Lefebvre en "Itinerario Espiritual": “los sacerdotes que quieren permanecer católicos, tienen el estricto deber de separarse de la Iglesia Conciliar, hasta que ella redescubra la Tradición de la Iglesia y la Fe católica”.
Publicado por Syllabus Errorum en 8:32