lunes, 21 de octubre de 2013

Dijo antes, pretende desdecirse ahora


Monseñor Bernard Fellay


Publicamos aquí estas frases escogidas de Monseñor Bernard Fellay
tomadas de un blog (cuya referencia hallará el lector) y que son toda una muestra de su pensamiento y de las intenciones que le guiaron
en sus tentativas de arreglo práctico con Roma.
El lector sacará las conclusiones que se desprenden de ellas.
Al final de estas frases podrá también ver el lector
algunas reflexiones nuestras.


FRASES SELECCIONADAS DE MONSEÑOR FELLAY:


A continuación, transcribimos una larga serie de frases absurdas seleccionadas de lo que Monseñor Fellay dijo en los últimos años. No se supone que este listado sea completo, pero es bastante largo para que uno pueda tener una buena noción de lo que realmente piensa el superior general de la FSSPX. Dos o tres de esas frases serían suficientes para causar escalofríos a cualquier persona capaz de entender mínimamente la crisis por la cual pasamos desde el Vaticano II. El conjunto de todas ellas son una prueba incontestable de traición de Mons. Fellay a los principios de Mons. Lefebvre, a la razón misma de la existencia de la FSSPX y a toda la resistencia católica contra los enemigos infiltrados en la Iglesia. El sentido de las frases es tan claro que no hace falta hacernos comentarios. Tan solo hemos destacados algunas palabras en los textos. A aquellos que tengan aliento, los invitamos a que nos acompañen en la lectura.
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Entrevista a “La Liberté”, 11 de Mayo de 2001:

Da la impresión de que rechazamos todo el Vaticano II. Sin embargo, aceptamos el 95%. ”



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Entrevista a la revista “30 Días”, Nº 9, octubre de 2002:

“-¿Y si el Papa le llamase?
-Si me llama, voy en seguida. Mejor dicho, voy corriendo. Esto es seguro”



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Carta a Sveriges Television, 21 de Enero 2009:

“Nuestro único objetivo es la restauración de la doctrina tradicional dentro de la Iglesia Católica. Por esta razón, somos aceptados, respetados y estimados por todo el mundo”.


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Entrevista-debate con Gerard Leclerc y Samuel Pruvot, revista Familia Cristiana, Francia, febrero 2009:

“Los judíos son nuestros hermanos mayores en la medida en que tenemos algo en común”.


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Carta del 14 de abril de 2012 en respuesta a la carta de los otros tres obispos:

Benedicto XVI ¿es Papa legítimo? Si lo es, ¿Jesucristo puede todavía hablar por su boca?
Si el Papa expresa una voluntad legítima respecto a nosotros que es buena, que no da una orden en contra de los mandamientos de Dios ¿tenemos el derecho de desatenderlo, de devolver un revés a esta voluntad?
El Papa nos ha hecho saber que la preocupación de arreglar nuestro asunto por el bien de la Iglesia estaba en el corazón mismo de su pontificado, y también que él sabía bien que sería más fácil tanto para él como para nosotros de dejar las cosas como están. Por lo tanto, es una voluntad irrevocable y justa la que expresa.
En la Fraternidad estamos haciendo de los errores del Concilio súper-herejías, se vuelve el mal absoluto, peor que todo (…).
Por el bien común de la Fraternidad, preferiríamos lejos la solución actual de status quo intermedio, pero evidentemente Roma ya no lo tolera.
En sí, la solución de una Prelatura personal propuesta no es una trampa.
(…) la situación presente en abril del 2012 es muy diferente de la de 1988.
(…) se puede constatar un cambio de actitud en la Iglesia, ayudado por los actos y los gestos de Benedicto XVI hacia la Tradición
He podido constatar en Roma como los discursos sobre las glorias del Vaticano II que nos van a machacar, si bien están todavía en la boca de muchos, no está sin embargo en todas las cabezas.
Y cuando comparamos los argumentos que Monseñor Lefebvre había dado en su época, concluimos que no hubiera dudado a aceptar lo que nos han propuesto.

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[La infame] Declaración doctrinal del 15 de abril de 2012:

Nosotros declaramos aceptar la doctrina sobre el Pontífice romano y sobre el Colegio de los obispos, con su jefe, el Papa, enseñada por la Constitución dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II.
La completa Tradición de la fe católica debe ser el criterio y la guía para la comprensión de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, el cual a su vez, ilumina – es decir profundiza y explica ulteriormente - ciertos aspectos de la vida y de la doctrina de la Iglesia, implícitamente presentes en ella, y aún no formulados conceptualmente.
Es por eso que es legítimo promover por una legítima discusión el estudio y la explicación teológica de las expresiones y de las formulaciones del Concilio Vaticano II y del Magisterio que le siguió, en el caso donde ellas no parezcan conciliables con el Magisterio anterior de la Iglesia.
Nosotros declaramos reconocer la validez del sacrificio de la Misa y de los Sacramentos celebrados con la intención de hacer lo que hace la Iglesia según los ritos indicados en las ediciones típicas del Misal romano y de los Rituales de los Sacramentos legítimamente promulgados por los papas Paulo VI y Juan Pablo II.
(…) nosotros prometemos respetar la disciplina común de la Iglesia y las leyes eclesiásticas, especialmente aquellas que están contenidas en el Código de derecho canónico promulgado por el papa Juan Pablo II (1983)


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Entrevista a Catholic News Service, agencia de noticias de la Conferencia de Obispos de EE.UU., en Mayo de 2012:

“Personalmente, habría deseado esperar algún tiempo más para ver las cosas más claras, pero es bastante claro que el Santo Padre quiere que suceda ahora”.

El Concilio presenta una libertad religiosa de hecho muy, muy limitada. Muy limitada” 

El Papa dice que (…) el Concilio debe ser colocado en la gran tradición de la Iglesia, que debe ser comprendido en acuerdo con ella. Estas son declaraciones con las cuales estamos completamente de acuerdo, entera, absolutamente”

Después de las discusiones, nos hemos dado cuenta que los errores que creíamos provenientes del concilio de hecho son resultado de la interpretación que generalmente se ha hecho de él”.



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En Brignoles, Mayo de 2012:

[La declaración doctrinal] “habrá que explicar entre nosotros porque hay declaraciones que están tan en la línea de cresta que si ustedes están mal dispuestos o según si se ponen gafas negras o rosas, ustedes la ven de un modo o de otro”.


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Carta de Monseñor Fellay a Benedicto XVI el 17 de Junio de 2012:

Desgraciadamente, en el contexto actual de la Fraternidad, la nueva declaración no pasará.



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Entrevista a Nouvelle de France – Febrero de 2013:

- Monseñor, apreciaría usted el hecho de que el último gran acto del pontificado de Benedicto XVI pudiera ser la reintegración de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X?
- Por un breve instante, pensé que, anunciando su dimisión, Benedicto XVI tendría un último gesto hacia nosotros como Papa.
Puedo decir que me encontré con un Papa que tenía un deseo sincero de realizar la unidad de la Iglesia, incluso si no llegamos a ponernos de acuerdo.


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Entrevista a DICI, Junio de 2013:

Pregunta: ¿Qué le dice a aquellos que afirman que usted planeó (o todavía planea) transigir en el Concilio y con la iglesia posconciliar?”
Respuesta: “Es pura propaganda de gente que quiso dividir la Fraternidad. Yo no sé por qué ellos tienen estas ideas.


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A pesar de todos los absurdos que Bergoglio está haciendo para acelerar el proceso revolucionario en contra de la Iglesia, Mons. Fellay no habla una palabra en defensa de la Fe. Por lo contrario, defiende a Francisco:

 “El papa Francisco tiene una fe profunda”.
 “Nosotros debemos conservar la más grande prudencia antes de emitir un juicio (sobre Francisco), mientras no lo veamos en las obras”.
 “Él quiere poner orden. Como es un hombre de acción, decidido, incluso despótico en su ejercicio del poder, no es imposible que llegue a poner el orden en una sociedad vaticana profundamente corrompida”.
 “Él es prudente, él no precipita las cosas, no ha cambiado a nadie, él se deja la completa libertad de enviarlos a todos, no sé a dónde, y de tomar al que quiera. No es malo, no es mal signo ése”.
“No me adelanto en condenarlo, esperemos, seamos prudentes.
En sus sermones, vemos que tiene la fe (…) todavía no vemos aplicación concreta, pero sus sermones no están mal”.
“Yo no soy profeta en eso, seamos prudentes, no precipitemos los acontecimientos, veremos”.



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Alguien, por culpable negligencia o por temor inculcado por los secuaces de Mons. Fellay que demonizan los textos de Internet, puede no haber leído o escuchado lo que Mons. Fellay escribió o dijo. Pero, desde el momento en que se toma conocimiento de lo que el superior general expresó, no hay disculpa alguna que se pueda hallar para defenderlo.
Quien ha logrado llegar hasta el fin de la lectura no debe tener ninguna duda de que Mons. Fellay no sigue, ni de lejos, la línea de Mons. Lefebvre. El cambio es irrechazable. Basta que se compare con lo que decía Mons. Lefebvre y la propia FSSPX hasta poco tiempo. El actual superior general ha perdido todo el censo de resistencia católica en contra del modernismo.
Esto está muy claro. No es posible que uno todavía tenga dudas. ¿Qué duda pude haber después de todo lo que dijo Mons. Fellay?

Publicado por José Luis en 03:59 
Etiquetas: AcuerdoMons. Fellay

Editado por ´Apostolado Eucarístico´ Martes, 24 de septiembre de 2013

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Nuestras reflexiones:

Hasta aquí hemos recordado algunas frases claves de Monseñor citadas en la publicación de referencia, para refrescarnos - y refrescarle a él - la memoria.
¿Cuál es su verdadera intención para no reconocer públicamente sus errores y renunciar?
¿Por qué se obstina en permanecer como director de la FSPX?
Tiene allí dentro a sus aliados. Si él renuncia tiene que hacerlo con sus aliados también. Para no ser una “renuncia” a medias. Ni dejar allí ninguno de sus seguidores adentro.

“No hay que seguir ciegamente al Papa“, dice Fellay ahora.
            Y, nosotros, decimos ahora: No hay que seguir ciegamente a Fellay. (Esto va para aquellos que quieren ante todo la “comodidad”, y que “no quieren problemas”, y quieren que todo siga deslizándose suavemente como si aquí no hubiese pasado nada).

Se debería reintegrar a la Fraternidad a Monseñor Williamson y a todos los sacerdotes expulsados, o derivados a otros destinos. Todos fueron expulsados por Mons.Fellay por oponerse a sus tentativas de arreglo práctico con Roma. Por “desobediencia” a su autoridad en la ´operación suicidio´. Aunque trate de negarlo ahora con subterfugios y, además, ¡desafiando a que lo prueben!, como si esto fuera todavía necesario.

“Gracias a Dios no arreglamos con Roma”,  dice Fellay ahora.      Pero fueron los romanos los que se opusieron al arreglo, no Fellay y su cúpula. El “no arreglo” no fue gracias a Fellay.  Él se encargó incluso de dejar abierta aún alguna posibilidad, como lo atestigua el punto 11 de la Declaración del Aniversario de las Consagraciones Episcopales. Gracias a Dios, ciertamente, que no gracias a Fellay. Y esto ha significado, y lo es aún, un daño tremendo para la FSSPX, tal vez irreparable.

“Tenemos el derecho de ser llamados católicos” dijo ahora.         ¿Por qué le importa tanto esta cuestión, que no es de ningún modo la cuestión de fondo en la lucha por la Tradición? No es un objetivo real, es solo una pueril excusa para justificarse.
            Nosotros somos católicos, ellos, los modernistas, no lo son. Aunque el mundo siga llamándolos “católicos”. Pero ¿Desde cuándo nos interesa a nosotros que los enemigos de la fe nos llamen o no con nuestro legítimo nombre? ¿Desde cuándo los católicos deseamos o necesitamos ser bautizados por el mundo? El mundo nos aborrece. Cristo fue llamado “endemoniado” por los judíos. Los mismos jefes religiosos de la sinagoga le sentenciaron a muerte como blasfemo. Y, además, le agregaron una mentirosa acusación política para lograr asociar a los romanos a ejecutar su muerte.

“No es el discípulo mayor que su señor”. “Si el mundo os aborrece sabed que a Mí me aborreció primero.”

“Bienaventurado seréis cuando os persigan diciendo toda clase de mentiras contra vosotros por causa mía. Porque vuestro galardón es grande en los cielos.”

¿Recuerda Mons. Fellay estas palabras de nuestro Señor Jesucristo? ¿O es que ahora habrá que interpretarlas de otro modo? ¿Serán, tal vez, demasiado sutiles para interpretarlas?

“Sea vuestro hablar Si por Sí y No por No. Todo lo que excede de esto procede del Diablo.”