lunes, 14 de octubre de 2013

"El proselitismo es una solemne tontería, no tiene sentido."

Fragmento de un diálogo entre Francisco y Scalfari.

Scalfari: Es un chiste, le respondo. También mis amigos piensan que usted querrá convertirme.

Francisco: Sonríe de nuevo y responde: “. Es necesario conocerse, escucharse y hacer crecer el conocimiento del mundo que nos rodea. A mí me pasa que después de un encuentro quiero tener otro porque nacen nuevas ideas y se descubren nuevas necesidades. Esto es importante, conocerse, escuchar, ampliar el cerco de los pensamientos. El mundo está lleno de caminos que se acercan y alejan,pero lo  importante es que lleven hacia el “Bien”.

 
Francisco I no dice solemnes tonterías


Comentario:

Entonces, nuestro Señor Jesucristo nos enseñó y mandó que hiciéramos “solemnes tonterías” como:

“Y les dijo: Id por el mundo entero, predicad el Evangelio a toda la creación. Quien creyere y fuere bautizado, será salvo; mas, quien no creyere, será condenado. Y he aquí los milagros que acompañarán a los que creyeren: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán las serpientes; y si bebieren algo  mortífero no les hará daño alguno; sobre los enfermos pondrán sus manos y los sanarán.” (Marc. 16, 15-18).

Y San Pablo:
“Ahora bien, ¿cómo invocarán a Aquél en quien no han creído? Y ¿cómo creerán en Aquel de quien nada han oído? Y ¿cómo oirán, sin  que haya quien predique? Y ¡cómo predicarán, si no han sido enviados? Según está escrito: “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian cosas buenas!” Pero no todos dieron oído a este Evangelio. Porque Isaías dice: “Señor, ¿Quién ha creído a los que nos fue anunciado?” La fe viene, pues, por el oír, y el oír por la palabra de Cristo.” (Rom. 10, 14-17)

Y San Francisco De Asís:
“Desde entonces el bienaventurado Francisco recorría ciudades y castillos, y por doquier comenzó a predicar más amplia y perfectamente, y a ser fiel anunciador del reino de Dios, no con la persuasión de palabras envueltas de humana sabiduría, sino con la fuerza y sabiduría del Espíritu Santo. Era un auténtico predicador, reforzado por la autoridad apostólica. No conocía la adulación, como enemigo de palabras halagadoras.” (“Leyenda de los tres compañeros”, pág. 733. Escritos completos de San Francisco de Asís, BAC. 1976).

Y San Ignacio de Loyola:
“Procuren todos tener a mano aquellos puntos del dogma controvertidos con los herejes, sobre todo en estos tiempos, y los sitios donde se encuentran; y cuando sea oportuno, afirmen y confirmen la verdad católica  con las personas que tratan, e impugnen sus errores, y a los dudosos y vacilantes  fortifíquenlos tanto en los sermones y lecciones, como en las confesiones y conversaciones particulares.” (San Ignacio, “A los padres enviados a Alemania”, OBRAS COMPLETAS de san Ignacio de Loyola, pag. 769, p.10. BAC. Madrid, 1952).

Y el Papa León XIII:
14. El deber de la profesión y propagación de la doctrina cristiana. “Lo primero que ese deber Nos impone es profesar abierta y constantemente la doctrina católica, y propagarla cada uno según sus fuerzas. Porque, como repetidamente se ha dicho, y con muchísima verdad, nada daña tanto a la sabiduría cristiana como no ser conocida, pues siendo bien entendida, basta ella sola para rechazar todos los errores; y si se propone  a un entendimiento sincero y libre de falsos prejuicios, la razón dicta el deber de adherirse a ella.”
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“ El cargo de predicar, esto es, de enseñar, por derecho divino compete a los maestros, a los que el Espíritu Santo ha constituido Obispos para gobernar la Iglesia de Dios, y principalmente al Pontífice Romano, Vicario de Jesucristo, puesto al frente de la Iglesia universal con potestad suma, como maestro de lo que se ha de creer y obrar. Sin embargo, nadie crea que se prohíbe a los particulares poner en uso algo de su parte, sobre todo a los que Dios concedió buen ingenio y deseo de hacer bien; y que, cuando el caso lo exija, puedan fácilmente no ya arrogarse el cargo de doctor, pero sí comunicar a los demás lo que ellos han recibido, siendo así como el eco de la voz de los maestros.”. (P. León XIII, Encíclica “Sapientiae Christianae” 14 (fragmento).

Francisco I, sin embargo no se cansa  de hacer proselitismo, pero un proselitismo orientado hacia todo lo que es contrario a la Tradición Católica y al verdadero Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Y esto sí que es un solemne sinsentido en la boca de un Papa.

-“Recomenzar desde el Concilio, - dijo Francisco I - abrirse a la cultura moderna”. 
Haciendo con esto un proselitismo de la pseudo-religión de la “cultura” atea moderna que es contraria desde su raíz a Cristo. Y esto no solo es una solemne tontería sino manifiesta herejía condenada ya de antemano por los Papas: Pio  VI, Pio VII, Gregorio XVI, Pio IX, León XIII, Pio X, Benedicto XV, Pio XI, y Pio XII.

 Francisco: - "El mundo está lleno de caminos que se acercan y alejan, pero lo  importante es que lleven hacia el “Bien”.

Pregunta importante: ¿Qué bien? ¿Qué cosa es el bien? Francisco I, como Papa ya debería saberlo. Es una pregunta con respuesta de Catecismo. A no ser que...

Jesucristo: -"Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida." (Jn, 8, 12).
Jesucristo:-"Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí." 
(Jn.14, 6)

¿Sabe esto Francisco?

San Pedro:-"Este Jesús es aquella piedra que vosotros desechasteis al edificar, la cual ha venido a ser la principal piedra de ángulo. No hay salvación en ningún otro. Pues no se ha dado a los hombres otro nombre debajo del cielo, por el cual debamos salvarnos." (Hech. 4, 11-13).

¿Cree en esto Francisco?




¡Hummm!...