domingo, 31 de agosto de 2014

SERMÓN DEL PADRE ERNESTO CARDOZO EN LA MISA DE SAN BERNARDO.


NON POSSUMUS


El Padre Cardozo trata los siguientes temas: Revolución Francesa y los padres juramentados, la Revolución conciliar y los “nuevos padres juramentados”, Campos, IBP, FSSP, FSSPX, Una Voce…

sábado, 30 de agosto de 2014

CARTA ABIERTA A TODOS LOS MIEMBROS DE LA FSSPX, FIELES Y AFILIADOS

P. RAFAEL ARÍZAGA OSB 





PENSAMIENTO DE MONS. ANTONIO DE CASTRO MAYER 
CON RESPECTO A LA CRISIS DE LA FSSPX

29 DE AGOSTO, 2014
DEGOLLACIÓN DE SAN JUAN BAUTISTA

                
    “La intransigencia es a la virtud lo que el instinto de conservación es a la vida. Una virtud sin intransigencia o que odia la intransigencia, no existe, o conserva apenas la exterioridad. Una fe sin intransigencia, o está muerta, o sólo vive exteriormente, porque perdió el espíritu. Siendo la fe el fundamento de la vida sobrenatural, la tolerancia en materia de fe es el punto de partida para todos los males, especialmente para las herejías.”
 (Carta pastoral, Junio de 1953, sentencia verdadera No. 37).


                 Algunas veces con la palabras y otras veces con las obras, y esto cada vez más frecuentemente, la FSSPX ha demostrado que ya NO ES intransigente en la fe con respecto a los enemigos de la Iglesia Católica que la tienen ocupada. Al abandonar dicha intransigencia en la fe, tomando las palabras de Mons. Don Antonio de Castro Mayer, la FSSPX ha perdido el espíritu católico, el espíritu de su fundador, Mons. Marcel Lefebvre. Su defensa por la fe, por lo tanto, o está muerta o es farisaica, y sólo con apariencia defiende la fe  verdadera.

                Este espíritu farisaico, usando las palabras de Dom Antonio, “es el punto de partida para todos los males”; es decir, la “caja de pandora” que se ha desatado desde y hacia la FSSPX.
                
             La FSSPX está desgraciadamente cayendo en la misma actitud de los modernistas al ponerse a atacar a aquellos de nosotros que defendemos enérgicamente la intransigencia en la fe;  teniendo por otro lado tolerancia y simpatía para con los enemigos de la Iglesia, que en este momento se encuentran ocupando la Sede de San Pedro como lobos vestidos de oveja. 

           Haciendo aquello que ya había mencionado Garrigou Lagrange: “Los católicos son intolerantes en la doctrina porque creen, pero tolerantes en la caridad porque aman. Los enemigos de Cristo son tolerantes en la doctrina por que no creen, e intolerantes en la caridad porque no aman. Esta es la contradicción en la que caen siempre los enemigos de la Iglesia. Ya que ellos toleran todas las opiniones excepto aquella opinión de los que dicen que la fe es intransigente. Porque, si para ellos esta es sólo una opinión como tantas otras, ¿Por qué no la toleran? Y si esta opinión es falsa, ¿porque no la ignoran haciendo de ello algo tolerable?

             Explica Mons. De Castro Mayer esta sentencia diciendo que esta falta de intransigencia en la fe, que se encuentra en común en todos y cada uno de los enemigos de la Iglesia, “nos debe abrir los ojos y ver la importancia soberana que tiene para la vida de la Iglesia la intolerancia en cuestiones doctrinales”. Precisamente por ello decía el Cardenal Pie a los católicos franceses del siglo XIX: “Las batallas se pierden o se ganan al nivel doctrinal, el error de los católicos franceses del siglo XIX fue el esperar a ver la consecuencias de los falsos principios de la revolución francesa para reaccionar”. Esperar a ver la consecuencias de la tolerancia doctrinal de la FSSPX para reaccionar, ya será muy tarde para reaccionar, para dar la batalla contra los revolucionarios. No debemos esperar a que haya un acuerdo visible entre la Roma Conciliar y la FSSPX para reaccionar si es que queremos seguir defendiendo el Reinado de Cristo Rey a través de la Fe, la Esperanza y la Caridad (en las circunstancias actuales dicho acuerdo sería un acuerdo práctico necesariamente tolerante en los principios ya que quienes ocupan Roma no se han convertido).

                El servicio que hemos prestado los miembros de la RESISTENCIA a la FSSPX al advertirles acerca del error gravísimo en que han caído, ha sido un acto de caridad grandísimo y sobre el tema más importante que hay en nuestra existencia: la defensa de la fe, de la vida de la Iglesia, de la razón de ser de la FSSPX. Lo que hemos estado tratando de hacer es el rescatar la FSSPX de las garras de los enemigos de Cristo, de las trampas del demonio, de las apariencias de bien; y esto a costa de nuestro bienestar y reputación. Esta es una de las obras de misericordia para con el prójimo, que consiste en corregir al que yerra. Pero con gran desilusión hemos visto los miembros de la Resistencia que en lugar de que se nos agradeciera tan enorme obra de caridad para con ellos, solo hayamos recibido a cambio palos, expulsiones, anatemas y persecución. ¿Acaso esta actitud no confirma claramente de que la FSSPX está diabólicamente desorientada y de que ha perdido su razón de existir?

                Se nos acusa de que nos hemos excedido en nuestra reacción, pero respondemos con el Cardenal De Lai, Secretario de la Sagrada Congragación Consistorial durante el pontificado de San Pío X: “Siempre es preferible excederse un poco al advertir el peligro que callarse y dejarlo crecer”.
               
           Por todas estas razones volvemos a lanzar un nuevo llamado a nuestros hermanos de la FSSPX a rectificar el verdadero camino de defensa en la fe que es la de la intransigencia en materia doctrinal tanto en la teoría como en la práctica, antes de que sea demasiado tarde.

               Los dejamos con las palabras que su propio patrono, San Pío X, dirigiera al periódico católico L’Unitá que había sido creado para preservar la fe y que también se puede aplicar a la FSSPX:

                “Todo está bien cuando se trata de respetar las personas, pero yo no querría que por el amor de la paz se llegase a compromisos, y que para evitar odios se faltase a la verdadera misión de la L’Unitá (FSSPX), que consiste en velar por los principios y ser el centinela avanzado que da la voz de alerta, aunque fuese a la manera de los gansos del Capitolio, y que despierta a los semidormidos. En esta caso la L’Unitá (FSPPX) no tendría razón de existir” (Disquisitio, pág. 107, apud Pensée Catholique, No.23, pág. 84).


Padre Rafael Arízaga, osb
  

MOISÉS LO EXPLICA

Comentarios Eleison por su Excelencia Richard Williamson
Nº 372, 30 de agosto de 2014

Monseñor Richard Williamson

                Si algún católico busca una explicación profunda de la locura en marcha en Gaza, debería leer a Moisés en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, si los israelitas no mantienen los mandamientos de Dios, serán heridos con “locura, con ceguera y con turbación de espíritu” (Deut.XXVIII, 28) entre otras muchas maldiciones. Como dijo el Padre Meinvielle, los judíos son una raza teológica y no pueden escapar de su destino teológico  –  están ligados a Dios como ningún otro pueblo en la tierra.

                En Deuteronomio, Moisés está dando a los israelitas sus últimas solemnes instrucciones antes que entren en la Tierra Prometida y antes que él muera. En el Capítulo 28 (paralelado por Lev. XXVI), Moisés deja bien en claro el espíritu de Jehová (o Yahvé), el Dios del Antiguo Testamento, idéntico al Dios del Nuevo Testamento: los judíos serán especialmente bendecidos (v. 1–14) si ellos obedecen al único verdadero Dios; serán especialmente maldecidos (v. 15–68) si ellos Le desobedecen. De una u otra manera, son una raza especial a la cual se le está otorgando un conocimiento especial del único verdadero Dios para una misión especial que deben cumplir para El, con una recompensa o castigo especiales de Él, dependiendo en como cumplan esa misión.

                ¡No es de extrañar que los judíos piensen que ellos son especiales! Entre las bendiciones listadas aquí por Moisés, Dios los “ensalzará sobre todos los pueblos” (v.1), los “constituirá por pueblo santo suyo” (v.9), para ser “la cabeza y no la cola” (v.13). Pero es de notar que en cada uno de esos tres versículos, Moisés hace que la superioridad de los israelitas dependa de su obediencia a Dios: si ellos “escuchan atentamente la voz de Dios practicando todos sus mandamientos” (v.1), si “guardan los mandamientos y andan por los caminos de El” (v.9), si “escuchan los mandamientos y los guardan y ponen en práctica” (v.13).

                Por otro lado, si los israelitas tratan de ser esa nación superior en sus propios términos, desobedeciendo a Dios (v.15), entonces una multitud de maldiciones se les vendrán encima (v.16–68), y serán escarnecidos, odiados y pisoteados por todas las otras naciones: ellos serán “dispersados a través de todos los reinos de la tierra” (v.25), serán heridos con “locura, con ceguera y con turbación de espíritu” (v.28 – ¡piensen en Gaza!), el extranjero que habita en medio de ellos “se elevará cada vez más sobre ellos”, él será la cabeza y ellos la cola (v.43–44), el enemigo de ellos pondrá un “yugo de hierro” en sus cuellos (v.48), el Señor Dios los angustiará con todo tipo de sufrimientos (v.59–61) y ellos serán “arrancados de la tierra adonde vayan para poseerla” (v.63). Y todo esto ellos sufrirán por no haber mantenido y cumplido con las palabras de la ley de Dios (v.58).

                ¡Ay! ¿Es que todas estas bendiciones y maldiciones anunciadas por el gran Moisés valieron para hacer que los israelitas reconozcan y sirvan a su Mesías y Dios Encarnado cuando Él vino, como también lo profetizó Moisés que haría (Deut.XVIII,15–18)? No, lo crucificaron en cambio, lo cual por cerca de 2000 años ahora, hizo bajar sobre sus cabezas todas las maldiciones de Moisés. Ellos se transformaron a sí mismos en la más despreciada y pisoteada nación sobre la tierra, y perdieron su derecho a la Tierra Prometida, habiendo sido expulsados y dispersados por todos otros lugares a partir de la destrucción de Jerusalem en el año 70 d.C.

Ni tampoco su recuperada posesión de la Tierra Santa significa que la maldición está siendo levantada porque ellos lo están haciendo en sus propios términos y no en los de Dios, así que la re-posesión ella misma se transforma en parte de la maldición. Como dijo Platón (Gorgias ), es mejor sufrir que cometer una injusticia, y por consiguiente, según la realidad espiritual, los israelíes son más de tenerle lástima que los palestinos. Paciencia. Nosotros “todos hemos pecado y precisamos la gloria de Dios” (Rom.III, 22–23).


Kyrie eleison.



miércoles, 27 de agosto de 2014

...A PESAR DE LOS MILAGROS...

               
lA RESURRECCIÓN DE lÁZARO, por Giotto.

                Mas a pesar de los milagros tan grandes que Él había hecho delante de ellos, no creían en Él. Para que  se cumpliese la palabra del profeta Isaías que dijo: “Señor, ¿quién ha creído a lo que oímos (de Ti)? y el brazo del Señor, ¿a quién ha sido manifestado?”. Ellos no podían creer, porque Isaías también dijo: “Él ha cegado sus ojos y endurecido sus corazones, para que no vean con sus ojos, ni entiendan con su corazón, ni se conviertan, ni Yo los sane.” Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y de Él habló.

                Sin embargo, aún entre los jefes, muchos creyeron en Él, pero  a causa de los fariseos, no (lo) confesaban, de miedo de ser excluidos de las sinagogas; porque amaron más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.

(Evangelio  de San Juan 12, 37-43)

              Terribles palabras del Evangelio,  que nos hacen reflexionar y nos empujan a mirarnos a nosotros mismos, en estos momentos de prueba para nuestra fe y fidelidad a Cristo.



domingo, 24 de agosto de 2014

De la Encíclica Pascendi

        
San Pio X

       "Por ello, venerables hermanos, no es de maravillar que los modernistas ataquen con extremada malevolencia y rencor a los varones católicos que luchan valerosamente por la Iglesia. No hay ningún género de injuria con que no los hieran; y a cada paso les acusan de ignorancia y de terquedad. Cuando temen la erudición y fuerza de sus adversarios, procuran quitarles la eficacia oponiéndoles la conjuración del silencio. Manera de proceder contra los católicos tanto más odiosa cuanto que, al propio tiempo, levantan sin ninguna moderación, con perpetuas alabanzas, a todos cuantos con ellos consienten; los libros de éstos, llenos por todas partes de novedades, recíbenlos con gran admiración y aplauso; cuanto con mayor audacia destruye uno lo antiguo, rehúsa la tradición y el magisterio eclesiástíco, tanto más sabio lo van pregonando. Finalmente, ¡cosa que pone horror a todos los buenos!, si la Iglesia condena a alguno de ellos, no sólo se aúnan para alabarle en público y por todos medios, sino que llegan a tributarle casi la veneración de mártir de la verdad". 

(San Pío X, Encíclica Pascendi).



¿“RESISTENCIA” FRACASANDO?

Comentarios Eleison por su Excelencia Richard Williamson
Nº 371, 23 de agosto de 2014


Monseñor Richard Williamson


         Algunos lectores de estos “Comentarios” sin duda objetaron la referencia hecha la semana pasada (CE 370) a que la “Resistencia” está actualmente “haciendo su camino con tanta aparente lentitud”. Ellos habrían tal vez preferido un valiente llamado a las armas. Pero, debemos permanecer reales. Por ejemplo, cuando la diócesis Tradicional de Campos en Brasil se echó en los brazos de la Neo-Roma en el 2002, ¿no dijimos varios de nosotros que de los 25 sacerdotes formados en la escuela de Monseñor de Castro Mayer, al menos unos pocos romperían filas? No obstante ni uno de ellos se volvió independiente desde entonces para continuar con la verdadera defensa de la Tradición que era la del buen Obispo, y así todos ellos están más o menos en el deslizadero neo-modernista. Sin embargo, hay algo que decir y hacer.

            Primero de todo, Dios es Dios y El está conduciendo esta crisis a Su manera y no a la nuestra. “Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, y vuestros caminos no son mis caminos, dice Yahvé” (Is. LV, 8). Nosotros soñamos con los lúcidos sacerdotes y laicos agrupados codo con codo para hacer frente a sus enemigos, pero Dios no precisa la “Resistencia” de nadie para cuidar Sus ovejas o salvar Su Iglesia. Cuarenta años atrás cuando Monseñor Lefebvre tenía la esperanza de, y buscaba a, un puñado de compañeros obispos para hacer frente al lado de él en público, y lanzar una real barricada en el camino de la aplanadora Conciliar, en principio podía haberlos encontrado, pero nunca los encontró. De hecho, cuando Dios intervenga para salvar la situación, como ciertamente lo hará, será obvio que el rescate fue Su obra a través de Su Madre.

         Segundo, más de cinco siglos de desenfrenado humanismo han hecho al hombre tan ignorante de Dios, el Señor Dios de los Ejércitos, que a la humanidad debe dársele una lección que solamente aprenderá por la vía dura. La novena de las 14 Reglas de San Ignacio para el Discernimiento de los Espíritus (primer semana) da tres razones principales para la desolación espiritual de un alma, las cuales pueden aplicarse a la desolación actual de la Iglesia:

         1. Dios nos castiga por nuestra tibieza y negligencia espirituales. Sólo Dios conoce hoy en día cual castigo mundial es el merecido por nuestra apostasía mundial y nuestra zambullida en el materialismo y hedonismo.

       2. Dios nos pone a prueba para demostrarnos lo que realmente está dentro nuestro, y cuanto dependemos de Él. ¿No es que el hombre moderno seriamente piensa que él sabe mejor que Dios Todopoderoso como dirigir el universo? Y ¿puede ser que todos los propios pequeños esfuerzos de los hombres tienen que fracasar para que la verdad de Dios sea en fin comprendida?
3. Dios nos humilla con desolación para truncar nuestro orgullo y vanagloria. Proviniendo de los principales ministros de la única verdadera religión del único verdadero Dios, ¿no fue el Vaticano II una explosión sin precedentes de vanagloria humana, prefiriendo el mundo moderno del hombre a la Iglesia inmutable de Dios? Y la pequeña Fraternidad San Pío X, ¿pensó que podía salvar a la Iglesia? A menos que la “Resistencia” permanezca debidamente modesta en sus pretensiones y ambiciones, está condenada de antemano.

          Entonces, ¿cuáles deberían ser esas ambiciones? Primero y principal, mantener la Fe sin la cual es imposible agradar a Dios (Hebr. XI, 6) y la cual está expresada en doctrina, en el Credo católico. Segundo, ser testigo de esa Fe, especialmente con el ejemplo, de ser necesario hasta el martirio (“mártir” es la palabra griega para “testigo”). Así comoquiera que la “Resistencia” esté o no organizada, debe dedicar sus recursos, tan magros como lo sean, a lo que sea ayudará a las almas a mantener la Fe. Entonces, debido a que su posición por la Verdad será necesariamente reconocible como tal, simplemente por existir no estará fracasando porque estará dando testimonio.


Kyrie eleison.



viernes, 22 de agosto de 2014

LA MUERTE DE SAN PIO X

 
SAN PIO X

“El papa ha muerto. Se debe decir que fue un gran papa. Su política fue muy sencilla; consistía en restaurar los valores de la fe con firmeza apostólica. Pudo llevar a cabo esta política con autoridad, por la sencillez de su alma y la sinceridad de sus virtudes, que son incuestionables. De cualquier modo que se lo juzgue, se debe decir que Pio X fue un gran papa.”

Publicado en el Diario “L´Humanité” (Socialista) a la muerte del  Papa Pio X, el 20 de Agosto de 1914.

Comentario de Cova:

Los hombres nobles y consecuentes con sus creencias son más respetados, incluso por sus mismos enemigos,  que los traidores.

sábado, 16 de agosto de 2014

SESION SOBRE DICKENS

Comentarios Eleison 
por su Excelencia Richard Williamson
Número 370, 16 de agosto de 2014


Charles Dickens

            La Sesión sobre Dickens que tuvo lugar hace dos semanas en la Casa Reina de los Mártires en Broadstairs, Inglaterra, anduvo muy bien, dentro de sus modestos límites. El sábado hubo solamente una pequeña lluvia, el domingo fue todo asoleado, y cerca de 30 participantes en su mayoría de Inglaterra pero también de Dinamarca, Francia y Estados Unidos, mucho disfrutaron de la casa, de la compañía de Católicos entre sí y de las tres conferencias del Dr. David White sobre tres novelas de Charles Dickens (1812–1870), el escritor más amado de Inglaterra después de William Shakespeare.

            “Dentro de sus modestos límites”, porque aparte de las Misas devotamente asistidas del sábado y del domingo, hubo aparentemente poco de sobrenatural en el tema de las conferencias. Digamos que fue una sesión de cosas sanas más que de cosas santas, pero observamos inmediatamente que, al menos en inglés, la palabra “sana” conforma tres cuartos de la palabra “santa”. La gracia se construye sobre la naturaleza y muy difícilmente puede construirse sobre la locura y la corrupción de la naturaleza con las cuales el mundo alrededor nuestro se llena, día tras día. Todo lo que es sano es por consiguiente más importante que nunca aún para propósitos sobrenaturales. Si la “Resistencia” está actualmente haciendo su camino con tanta aparente lentitud, ¿no es porque simplemente no hay suficientes elementos sanos que queden alrededor nuestro como para reconocer y echar fuera la pudrición del espíritu y la pudrición de lo que es la verdadera obediencia y santidad?

            En su primera conferencia el Dr. White nos habló sobre David Copperfield, la novela favorita del propio Dickens de entre sus muchas, y que está especialmente ligada a Broadstairs. Esto es así porque durante sus muchas visitas por trabajo o vacaciones a su amada villa costera, Dickens vino a conocer una excéntrica anciana que vivía en una pequeña casa que aún existe al borde del mar. Ella lo impresionó tanto que él la desarrolló en su David Copperfield como Betsy Trotwood, la excéntrica anciana que acoge al huérfano héroe de la novela y lo protege hasta que él halla su camino en la vida. Dickens pone en boca de la anciana su propio odio al puritanismo y al calvinismo, nos dijo el Dr. White. Al menos una vez en su vida, Dickens escuchó que el Catolicismo es la única verdadera religión, pero nunca devino un Católico. Sin embargo, él tenía un respeto supremo por el Evangelio de Cristo y en las páginas de sus novelas los caracteres con corazón verdaderamente bueno se apilan uno tras otro.

            El sábado a la tarde siguió una visita a la casa de “Betsy Trotwood” al borde del mar, ahora un Museo Dickens, lleno de objetos recordatorios Dickensianos y con un conservador Dickensiano. Luego la segunda conferencia fue sobre Casa Desolada, la primera novela del segundo período de Dickens cuando Inglaterra se ensombrecía más y más. Casa Desolada ataca a los abogados y a la ley en particular, pero en general, nos dijo el Dr. White, ataca a un Sistema que está más y más en control de la sociedad, desmoralizando y aplastando a las inocentes ovejas. La política está deviniendo insignificante y la aristocracia está perdiendo contacto con la realidad, pero este Sistema inhumano avanza siempre hasta que finalmente colapsará bajo su propia falsedad, a la manera del Vaticano II, agregó el Dr. White.

            La tercera conferencia el domingo a la mañana trató sobre Tiempos Difíciles, otra de las novelas más sombrías, acerca de la total carencia de educación real, y ¡hace 150 años! Dickens sabía que sin la educación del corazón, los seres humanos serán fríos e inhumanos. El Dr. White se apoyó en sus décadas de enseñanza en la Academia Naval de Estados Unidos para respaldar el retrato que hace Dickens de la enorme estupidez de los robots sociales fabricados por una “educación” que desprecia la historia, las artes, la música, la literatura y, especialmente, la poesía. El resultado, dijo él, es el ilimitado aburrimiento de los jóvenes hoy en día, un reflejo de nihilismo puro.

          Sin embargo, los participantes de las conferencias volvieron a casa sintiéndose ni aburridos ni nihilistas, pero por el contrario muy refrescados. Deo Gratias.

Kyrie eleison.



domingo, 10 de agosto de 2014

¿ISRAELITAS, ISRAELIES?

Comentarios Eleison Nº 369 
Por su Excelencia Richard Williamson
09 de agosto de 2014

Su Excelencia Mons.Richard Williamson


            Aceptemos entonces (CE 368) que las órdenes de Dios Todopoderoso de exterminar ciertos pueblos en el Antiguo Testamento (por ejemplo I Sam. XV) han sido un acto de justicia y de misericordia para los paganos mismos y un acto también destinado a ayudar a los israelitas en la preparación de la cuna para el Dios Encarnado, Nuestro Señor Jesucristo, para cuando Él viniera varios siglos más tarde. Esta cuna, los israelitas sí la han efectivamente provisto, particularmente con la Santísima Virgen María para con la cual toda la raza humana tiene una deuda sin límites de gratitud. Si alguno de nosotros llega al Cielo, será solamente por su intercesión.

            Entonces, ¿qué conexión puede existir entre esos judíos a través de los cuales viene la salvación (Jn. IV, 22) y el conjunto de los judíos de hoy que están masacrando a Palestina o que apoyan moralmente o financieramente la masacre? La mayoría de los judíos de hoy, siendo judíos askenazis, bien pueden no ser descendientes por la sangre de Abraham, pero sea como sea, ellos han seguramente absorbido a través del Talmud, el libro sagrado del Judaísmo post-cristiano, lo que Nuestro Señor llamó “la levadura de los fariseos y de los saduceos” (Mt.XVI, 11), para significar el espíritu de sus acérrimos enemigos que lo crucificaron y que han combatido su Iglesia desde entonces. ¿Y cómo este Pueblo Elegido ha podido alistarse consistentemente entre sus peores enemigos? (Si la sola pregunta parece “antisemita”, uno debe recordar que la verdad es buena mientras que el “antisemitismo” es malo, de tal manera que nada verdadero puede ser “antisemita” y nada “antisemita” puede ser verdadero. Lo que sigue es la verdad, y no tiene de ninguna manera algo que ver con el así llamado “antisemitismo”).

            En primer lugar si el Pueblo Elegido se volvió contra su Dios, el problema puede parecer cronológico, pero en el fondo no lo es. A lo largo del Antiguo Testamento hubo israelitas que se volvieron en contra de Dios, por ejemplo los adoradores del becerro de oro o los judíos exilados en Babilonia. Dios tuvo que castigar a menudo a su propio pueblo “de dura cerviz” y rebelde. Del mismo modo desde el principio del Nuevo Testamento hasta nuestros propios días hubo siempre convertidos judíos célebres, como San Pablo que era tan judío como se puede serlo (cf.Rom.IX,1–5; II Cor.XI,21–22; Fil.III,4–6). La diferencia entre israelitas e israelíes es la misma diferencia que hubo siempre entre los de cualquier raza que aman a Dios y los que se rebelan contra El. La verdadera línea judeo-cristiana se extiende desde Abel pasando, por ejemplo, por Abraham, Moisés, David y la Madre de Dios hasta la Iglesia católica. La falsa línea judeo-cristiana pero verdadera linea judeo-masónica se extiende desde el maldito Caín pasando, por ejemplo, por los que mataban a los profetas de Dios hasta Anás y Caifás y la masonería moderna que fue creada por judíos y que está todavía controlada por ellos con el propósito de luchar contra la Iglesia católica, aún cuando muchos masones desconozcan este hecho.

            Muy bien, pero ¿no es el contraste entre israelitas e israelíes particularmente agudo? Sí, porque como dice el viejo refrán, “Cuanto más alto se está, más dura es la caída”. Una vez que el Pueblo Elegido se hubo rehusado a ser el servidor particular de Dios, como lo hicieron ampliamente desde la Encarnación en adelante, ellos estaban destinados a volverse los servidores particulares del Diablo. Para ellos no podía haber nada intermedio. Y, ¿qué había detrás de este rechazo? En una sola palabra: soberbia. En lugar de utilizar los dones especiales que Dios les proporcionó para Su gloria, ellos los desviaron para servir a su propia gloria. Antes que viniera su Mesías, se pusieron a concebirlo de una manera errónea como su salvador material en lugar de espiritual, de tal manera que cuando El vino, ellos rehusaron reconocerlo, y desde entonces lo combaten por haber reemplazado su religión mosaica racialmente exclusiva por la religión Católica racialmente inclusiva, abierta a todas las razas.

            Y, ¿qué pueden hacer los Católicos para resistir a la dominación material de los antiguamente Elegidos arrolladora todo alrededor nuestro? Materialmente, casi nada, pero una sola alma rezando espiritualmente y sinceramente para que venga el Reino de Dios y para que se haga Su voluntad, puede hacer que Dios desplace montañas materiales, un juego de  niños para Dios. El solamente permite esta dominación judía para traernos de vuelta a Él.


            Kyrie eleison.



jueves, 7 de agosto de 2014

Terminar con la inseguridad

Por Alberto M. Borromeo




                Terminar con la inseguridad no es un trabajo solo de la policía. Y menos de policías a quienes se les ha quitado todos los derechos para actuar y sin leyes que apoyen al indefenso.
Sería como dar una aspirina a un enfermo de cáncer.
                El problema de la inseguridad tiene un origen más profundo.
                Está dentro de las mismas personas que ya no tienen ni idea de la caridad; ha crecido el egoísmo de un modo espeluznante. Todo el mundo piensa solo en sí mismo y no le importa por eso mismo atropellar a los demás. No hay ya más respeto hacia el prójimo y ha aumentado la crueldad. No hay disciplina interior en la personas. Los analistas y psicólogos, como malos sacerdotes, les han aconsejado que no deben reprimirse en nada; que deben realizar lo que pide su oscuro instinto. Por eso ya no hay quienes acepten límites para nada, al menos es una de las causas revestidas de un halo de extraña “sabiduría”. “Nadie va a decirme a mí lo que debo o no hacer”.” Yo hago de mi vida lo que quiero”.
                Todo esto es nada más que demagogia y adulación del ego que conduce al desprecio no solo del prójimo sino aún también anula el verdadero conocimiento de sí mismo; en qué debemos corregirnos y en qué debemos alentar en nosotros mismos  para ser mejores, (para el prójimo y para mí mismo).
                Por supuesto que ningún hombre, en cuanto tal, en cuanto que es una criatura como yo, no puede obligarme a nada.
                Solo Dios podría hacer eso. Y no lo hace. Porque espera lo hagamos de buena voluntad, es decir con libertad interior, aunque se nos aparezca aparentemente como irrealizable y sufrido.

                No es un problema, la inseguridad, digo, que se solucionaría con solo medidas exteriores, como: más policías, más patrullajes en las calles, etc. etc. Noten algo muy curioso: nunca nadie habla de castigo a los delincuentes (ni siquiera se atreven ya a llamar delincuente al que delinque, a veces apenas es “un muchacho obligado por el contexto social”). Nadie se atreve siquiera a sugerir dictar  leyes más severas, etc. Los “derechos humanos” también cumplen su función aquí… su función es la de “atar las manos” justamente para aumentar el caos necesario a los poderes que vendrían luego como “salvadores” a establecer un “nuevo orden”. Son solamente “derechos humanos” para aquellos que delinquen. Crean, además, la autocensura generalizada con una  presión psicológica constante sobre lo que está bien decir o no: Lo políticamente correcto, que le dicen. Han inventado un nuevo: “De eso no se habla” no sea que le tomen por……Y aquí pongan todos los juicios y las opiniones sobre lo que - para “hoy” - es lo bueno y lo malo; lo que debe hacerse o evitarse; lo  que puede decirse, (o está bien decir) y en lo que debe uno, absolutamente, callarse la boca. Ya no existe más verdad absoluta, salvo la que ellos decreten en su oportunidad.

                El mal está cada vez más afianzado en el corazón de los hombres y mujeres.

Existe un caos interior en todos. Se ha puesto en tela de juicio todo. Se ha quitado el piso en donde se asientan las buenas cosas, los principios en donde se apoyan las buenas cosas.

Hasta las cosas más elementales y principiales se han echado a un lado, es decir, se han destruido los principios esenciales que hacen a la moral y a las buenas costumbres.

                Se hace mofa de todo ello. Es hace mofa de la Religión, especialmente, de la Religión Católica, que sostenían - aún precariamente - nuestros mayores.

                “A mí, nadie me va a decir lo que tengo que hacer” – Me decía una persona que uno debiera suponer “culta” por su profesión, un médico. Esta persona que “se cree de vuelta” por su edad, padece de una ignorancia mayúscula de lo que es, realmente, la Religión. Cree que es una cuestión de sentimientos que no se sostienen en razones. Tienen una idea infantil de la religión junto a supuestos “conocimientos adultos” y  prejuicios de mayores. Uno supone que una persona que trata de curar a enfermos, aunque sea por analogía, debería al menos, intuir, o ver, alguna relación por lo menos, entre la moral y la buena y la mala salud. La mala salud, o lo que llamamos, enfermedad, es nada más que la rotura y desequilibrio de un orden natural que debe ser respetado para poder ser sano y disfrutar de mejor vida. La buena vida no consiste en hacer lo que a uno le viene en gana, sino lo que es bueno para estar bien y poder así disfrutar de una mejor  vida  integral, de alma y cuerpo. La naturaleza  se “venga”, tarde o temprano.

                Si uno ingiere un poco de veneno todos los días terminará muriendo. Si uno  come nada más que alimentos podridos terminará enfermando y finalmente muriendo. Así con el alma y el espíritu.

                Esto está manifiestamente fomentado por todos los medios. Me refiero al mal moral (como si éste fuera “la” virtud) y se pone en ridículo todo aquello probadamente bueno, como si fuese el mal mismo. Pero alguno podría preguntarse ¿Y quién gana con ello? Porque aparentemente a nadie se le podría ocurrir corromper a la sociedad creando un caos y lograr el fastidio y la infelicidad de todos (piensan ingenuamente muchos). Sin embargo hay muchos intereses puestos en ello:  intereses de dinero, de poder político, o de poder a secas,  manejado por unos pocos - que tienen mucho poder económico y  un fin bien prefijado para lograr tan terrible cosa; con el fin de  lograr una sociedad domesticada en su gran mayoría, a fin de instalarse en el poder “para siempre”. A eso le llaman - y publicitan de todas formas, como si fuera una gran panacea: EL NUEVO ORDEN MUNDIAL.

                Nosotros, en la Argentina especialmente, nos hemos convertido en los conejillos de india para este experimento. No es que no se aplique en mayor o menor medida en todo el mundo y, de algún modo, en muchos países. Pero, la Argentina, parece ser la elegida especialmente para el sojuzgamiento de sus gentes, e incluso el robo de sus territorios y de sus riquezas naturales. Tal vez a cambio de la deuda externa…

                ¡Pero eso sería una conspiración!... ¡Basta! …¡Terminen ya con eso de las onspiraciones y déjennos vivir tranquilos y sin problemas! …

                Pero esto, que también está hábilmente manejado con la llamada “psicología de masas”, es una manera de conseguir refrenar o anular toda posible reacción. Crean tantos problemas en la vida cotidiana de las gentes: robos, crímenes, crueldad, piquetes de protesta controlados, secuestros, inflación, falta de trabajo, accidentes, machacados, además,  constantemente por los medios, que la gente, sencillamente, NO QUIERE MÁS PROBLEMAS. Busca no pensar en más nada. Divertirse, distraerse, aturdirse. A tal punto que, cuando estén ya bastante domesticadas con tantos rebencazos y azotes, como león en una jaula, terminen aceptando como un alivio: un pequeño dulce, una “suave” esclavitud. O cualquiera otra cosa con tal de tener un poco de falsa paz y de mentirosas promesas que jamás se cumplirán.
Alguno podría preguntarse: ¿Y qué hace el Catolicismo, suponiendo que fuera la Religión verdadera - como se decía antes, cuando yo era chico?

                -¡Esa Iglesia Católica, corrompida y venida a menos en muchos aspectos en su lucha constante con tantos enemigos internos y externos, durante siglos y siglos, siempre insistiendo en un mismo camino de Redención, realmente era un gran obstáculo ante nosotros para alcanzar el poder  y  afianzarnos en él, pero ahora ¡al fin! parece que lo hemos conseguido! ¡Hemos conseguido un Papa para nosotros, un Papa políticamente correcto y, con él, como si fuera la cola de un comenta, hemos arrastrado  a todos los llamados católicos, que también se sienten como liberados de un pesado yugo que les impedía disfrutar de lo placeres que les brinda generosamente el mundo! ¡Es realmente una hora de triunfo! ¡Ya no hay más pecado! ¡Por fin Dios es solamente misericordioso y no más justiciero! ¡Perdona cualquier cosa aunque sigamos viviendo “mal”, como se decía antes!
               



          ¡Dios ahora es "macanudo" y el Papa Francisco es popular porque se ríe de todo, hasta de la Iglesia a la que quiere reformar y hacerla pobre y, sobre todo, permisiva y amiga de todos! Un Papa ¡más sabio que Cristo! Hay cosas que arreglar, que cambiar en la Iglesia y en la doctrina. Hay cosas que mejorar, es decir, perfeccionar, hacerlas mejor: Es decir, hacerlas  “como las veo yo… y la ven mis amigos, aquellos que me aplauden y me alientan desinteresadamente a hacer “bien” las cosas”.

San Francisco de Asís, por Zurbarán. 1645.

                -Elegí el nombre de Francisco, pensando en san Francisco, porque san Francisco es un santo popular y querido por muchos, como yo lo soy ahora. Pero, claro, no me parezco mucho a él. Aquél estaba flaco por los ayunos y por ayudar a los pobres (cosas de esa época). Yo, en cambio, como bien,  debo comer bien, para poder cumplir con mi trabajo… ¡Es tan estresante! Pero bueno, ¡alguien lo tiene que hacer!...y me tocó a mí.

                Pero con éste, mi pequeño y humilde aporte a la humanidad, al nuevo orden mundial, que es irreversible, creo que todos van estar muy felices, y yo, satisfecho. Esto es lo que parece…al menos…

“Caminos hay que al hombre parecen rectos,
mas en su remate está la muerte.”  (Prov. 14,12)

“Pero el Hijo del hombre, cuando vuelva,
¿hallará por ventura la fe sobre la tierra?” (Luc. 18, 8).

El beso de Judas

              Pero Dios nuestro Señor, siempre se reserva un pequeño resto. No le importa a Él la cantidad sino la calidad. Dios siempre se ha complacido por hacer grandes cosas con muy pocos. Con aquellos precisamente  que el mundo desprecia. “Porque la sabiduría de Dios para el mundo es locura; y la sabiduría del mundo para Dios es necedad” Algo así decía San Pablo.

            Ese pequeño resto es, y debe ser, con el auxilio divino: la sal de la tierra. Son los que dan testimonio de las  enseñanzas de Jesucristo. “Id, y enseñad a todas las gentes todas las cosas que os he mandado”- dijo Jesucristo mientras se despedía bendiciendo a los suyos que quedaban en la tierra para difundir su Evangelio.

            A eso es a lo que hay que volver: a las enseñanzas de nuestro Señor para edificar una casa sólida, sobre roca. Ignorar las enseñanzas de Cristo es edificar sin cimientos y sobre arena. No fracasaron las enseñanzas de Cristo sino en la medida que los hombres insensatos se alejaron de ellas y las olvidaron. El olvido y el rechazo de las enseñanzas de nuestro Señor han producido el desastre en que vive hoy la sociedad moderna. El desorden es producido por el pecado (palabra borrada del léxico moderno) Pero el pecado es la rotura de la ley. La rotura de la ley produce el desorden, el caos y éste lleva a la pérdida de la fe. El pecado aleja de Dios y rompe la armonía entre los hombres, es decir: destruye la caridad. “Por el aumento de la maldad se enfriará la caridad de muchos”, profetiza nuestro Señor Jesucristo como una de las señales que marcarán los últimos tiempos.


La orante.
Pintura en una catacumba romana.



            La Iglesia Católica fundada por nuestro Señor Jesucristo no perecerá, según la promesa de nuestro Señor, permanecerá siempre hasta el fin del mundo, aunque parezca desaparecer a los ojos del mundo. Es posible que el mundo tenga ante sus ojos una falsa Iglesia, una iglesia apóstata de Dios y convertida al nuevo Dios: el hombre, preludio del anticristo. Ya está la Iglesia verdadera otra vez en las catacumbas, como lo estuvo en sus principios. Y esta pequeña Iglesia enterrada para el mundo como una semilla, volverá a germinar  y  dará otra vez sus frutos, aunque sea fugazmente, para testimonio ante las naciones. La Iglesia Católica, como quien la fundó tiene, por la gracia de Dios, el poder de resucitar.


miércoles, 6 de agosto de 2014

LA GLORIA DE LOS « PERDEDORES »



Por Julien Cadwal


  


Numerosos lectores de Rivarol se preguntan, a justo título, en qué se está convirtiendo el bastión de la Fe que fue la Fraternidad San Pío X. El año 2012 provocó sin ninguna duda, una ruptura en el seno de esta congregación, así como el Capítulo que siguió a la tentativa de adhesión con Roma, pareció legitimar doctrinalmente la acción de Monseñor Fellay. Impresión que se acentuó con la expulsión de Su Excelencia Monseñor Richard Williamson, que representa la parte sólida de esta obra. Luego fueron los famosos procesos instaurados contra los sacerdotes que reaccionaron contra esta deriva.

¿Qué pasa en el seno de la FSSPX desde hace tiempo?

Regresemos a los hechos sucedidos en el seno de la FSSPX desde diciembre de 2013:

Después de haber sufrido un proceso absolutamente inicuo durante más de ocho meses, los jueces, comandados por Monseñor Fellay, descubren finalmente sus rostros y lanzan una sentencia de prohibición sobre el Padre Pinaud, privándole también de la celebración de su Misa tanto en público como en privado. Recordemos a nuestros lectores[1]  que lo único que hizo el Padre Pinaud fue haber corregido las faltas de ortografía de la famosa carta de los 37 que fue difundida por el Padre Rioult.

Después de esta fase judicial, Menzingen pasó a la fase doctrinal: ellos condenaron internamente, a través de una especie de estudio de 16 páginas, el excelente libro del padre Pivert: “Nuestras relaciones con Roma[2]. Libro en el cual el Padre Pivert simplemente recuerda las posiciones claras y firmes de Monseñor Lefebvre y luego de la Fraternidad San Pio X hasta 2012, respecto a la Roma ocupada. Ya que Menzingen no digirió los recordatorios doctrinales de esta obra, y viendo que sus maniobras de adhesión a Roma eran desacreditadas en el plano doctrinal y pastoral, enviará entonces a todos los sacerdotes de la Fraternidad San Pio X este famoso documento “aprobado sustancialmente” por el superior general en su carta introductoria. En este documento, aseguran que los ralliés (los que ya firmaron acuerdo con Roma) han sido los defensores de la tradición como lo es la FSSPX, y que las consagraciones fueron realizadas por Monseñor Lefebvre por motivos de edad y no de Fe, y sobretodo que el combate por el reino de Cristo Rey era una especie de capricho del Padre Pivert.

Pocos días después de la aparición de este panfleto contra la obra del Padre Pivert, numerosos hermanos de la fraternidad tuvieron la ocasión de asistir a un escandaloso retiro predicado por el Padre Pfluger (número dos de la Fraternidad). En este retiro, el Padre Pfluger caricaturiza a los fieles de la tradición como “orgullosos”, ataca a los cuatro obispos, insiste fuertemente en la obediencia en detrimento de la virtud de la Fe, insulta y ridiculiza nominalmente a algunos sacerdotes, afirma que no se debe esperar a que el papa se convierta para regresar a Roma. El resultado es que los hermanos salieron del retiro con menos certezas que cuando entraron. Se hace evidente que el primer asistente tiene como una especie de fobia a la certeza, a los principios y a las posiciones doctrinales. Actitud que se asemeja al espíritu modernista condenado por San Pio X en su encíclica Pascendi.

Ante una tal acumulación de hechos ya sean equívocos, sean en contradicción radical con el combate de Monseñor Lefebvre, y esto desde el 2012, año en que este mismo equipo de Menzingen intentó el golpe del acuerdo a espaldas de todos los sacerdotes y fieles… un puñado de sacerdotes valientes se decidió finalmente a salir de su silencio y se reunieron en Angers para redactar y firmar una declaración de protesta contra esta deriva modernizante de los superiores de la FSSPX. Los dominicos de Avrillé, defensores intrépidos de la fe, se unieron a ellos y apoyan este grupo.

Para darle peso a este pronunciamiento, estos mismos sacerdotes creyeron útil pedir a otros cofrades que se unieran a su acción en defensa de la Fe tradicional.

Pero no contaron con una gran falla en la reacción: el legalismo y el miedo del Padre de Cacqueray. Este último, estando perfectamente convencido de la nocividad espiritual de los locatarios de Menzingen, pero una cosa es ver al enemigo y otra es tomar los medios para resolver el mal. ¿Qué pasó en ese momento?

El superior de distrito, en lugar de apoyar y alentar a los signatarios, tuvo mucho miedo y se movió para disuadir a todos los sacerdotes de firmar (comprendidos aquellos que se reunieron en Angers). Los invitó a no cometer esta “imprudencia”, pues él mismo iba a llevar a cabo una acción memorable que iba a resolver el problema y haría que Menzingen se plegara.

De hecho, numerosos sacerdotes fueron engañados y no firmaron pensando que todo se iba a arreglar en las altas esferas… y considerándolo, se desistieron y prefirieron un silencio « prudente ».

La Carta a los fieles salió el 19 de enero de 2014, pero en razón de las enormes presiones sobre los sacerdotes y las defecciones de muchos de ellos, no tuvo todo el alcance que pudo haber tenido. La historia de la Iglesia está hecha de cobardías, las cuales, esperamos, podrán corregirse y convertirse en el heroísmo de la última hora…

Pero el asunto y las múltiples traiciones no se detuvieron allí…

En lugar de apoyar y aprovechar esta sana reacción de Fe de algunos sacerdotes, muchos se redimieron (preferimos no citar los nombres) y prefirieron tomar el partido de fustigar esta reacción “imprudente”, “excesiva”, etc…

Algunos sacerdotes fueron a Menzingen, pero en lugar de exigir un cambio en la dirección, solo obtuvieron declaraciones vagamente tranquilizadoras y regresaron persuadiendo a los valientes sacerdotes y laicos: “ya está, ellos comprendieron, va a cambiar”… ¡Oh, la ingenuidad…!

Así, por un juego de lógica, el Padre de Cacqueray se encontró legitimado y aureolado porque por un lado logró neutralizar a aquellos que se podía calificar de “excesivos” y por el otro lado, pareció haber obtenido garantías de ortodoxia de Menzingen. Ahora está de moda, en ciertas revistas y sitios web, el canonizar al superior de distrito de Francia por esta acción de salvamento aparente.

En febrero de 2014, Monseñor Fellay, sintiendo las balas de cañón pasar junto a su mitra, tendrá la fineza de hacer una “bella” y larguísima conferencia a los priores de Francia, asegurándoles firmemente que ya no había contactos con Roma y que él no compartía todas las posiciones del Padre Pfluger. Los priores partieron con la sonrisa de un condenado a muerte que se cree agraciado, y sobre todo, felices de saber que ya no era necesario luchar… Finalmente, se dijeron, los signatarios de la Carta a los fieles son verdaderamente unos agitados…

Ahora todo el mundo sabe que esa fue, otra vez, una hermosa mentira, pues el superior general había estado en Roma el 13 de diciembre de 2013 con sus asistentes y allí se encontró con el papa. Encuentro revelado en mayo de 2014 por el sitio anglófono Rorate Caeli.

Esta conferencia de Flavigny, así como las que siguieron en Francia, tuvieron un cierto impacto y muchos creyeron sinceramente que el Padre de Cacqueray había logrado convertir a todo el equipo de Menzingen.

Como lo dijo de manera bastante irónica Charles Pasque cuando jugó al tipo duro como ministro del interior: “Las promesas no comprometen más que a aquéllos que creen en ellas”, muchos sacerdotes valientes de la FSSPX se aferran a estas promesas que no comprometen más que a… su buena fe.

Pero los fieles no son tontos, aunque sean fieles (contrariamente a lo que podría pensar Menzingen): ellos juzgan por los hechos más que por las palabras… incluso palabras episcopales.

El primero de los actos de Menzingen fue de salvar su pellejo y su puesto: ellos lo lograron, aunque la bala no haya pasado lejos (según las últimas noticias, el Padre Pfluger sigue en su puesto). En el fondo, reconozcamos que fue el Padre de Cacqueray quien los salvó.

La segunda acción es el ya no tener relaciones demasiado ostentosas con Roma por el momento. Éstas serían muy arriesgadas para ellas en razón de los indigestos excesos de Bergoglio. Los contactos continúan, ciertamente de manera discreta; las retomarán públicamente en el momento oportuno.

La acción principal de Menzingen consiste ahora esencialmente en la estrategia del branding, este término anglosajón que podría traducirse por limpieza interna. El fracaso del acuerdo en 2012, debido a la fuerte reacción interna, ha permitido al equipo de Menzingen de sacar buenas lecciones. Los sacerdotes sólidos, estando ahora afuera, neutralizados, aislados o en vía de serlo, la aplicación de las decisiones del capítulo de 2012 será aún más fácil cuando se presente la oportunidad.

Resumiendo: Monseñor Fellay es un verdadero hombre de Valais, del país de Bagnes: se dice que los habitantes de ese rincón de Valais jamás ceden y avanzan sus peones lenta pero inexorablemente.

Pero la moraleja de la historia sigue siendo católica. Los vencedores a los ojos del mundo y de la fineza diplomática no son forzosamente los verdaderos vencedores. La verdadera victoria no pertenece más que a la verdad y a la justicia divina. La historia católica de los tiempos actuales, cuando sea escrita, solo retendrá el valor y la perseverancia de aquellos que no se doblegaron… Como la historia del Vaticano II solamente retendrá el heroísmo de este obispo que jamás se doblegó: Monseñor Lefebvre.

La Fraternidad no parece muerta, pues según las últimas noticias, acaba de nacer la Unión Sacerdotal Marcel Lefebvre[3]. Ella se parece a un pequeño grano de mostaza que solo quiere desarrollarse en continuidad con la obra y el espíritu de este arzobispo…

Julien Cadwal





[1] Aconsejamos la increíble lectura de las actas de los procesos de los Padres Salenave y Pinaud o « ¿Qué Derecho para la Tradición Católica?” en las ediciones Chiré.
[2] « NUESTRAS RELACIONES CON ROMA » textos de su Excelencia Mons. Lefebvre en las ediciones Chiré.

[3] Unión de sacerdotes que quieren permanecer fieles al legado de Monseñor Lefebvre, que se ponen bajo la autoridad moral de Monseñor Richard Williamson. La unión sacerdotal eligió un moderador para Francia en la persona del Padre de Merode.