jueves, 5 de noviembre de 2015
Tras la reunión interreligiosa en Fátima en octubre de 2003, dijo el Superior general de la FSSPX:
“¿Cómo podríamos dejar pasar en silencio tales aberraciones? Nosotros rechazamos cualquier acuerdo diferenciado, afirmamos la contradicción entre lo verdadero y lo falso y nuestra firme voluntad de no tener “nullam partem” en semejante empresa ya que, sencillamente, queremos seguir siendo católicos. Escon horror y repugnancia que nos alejamos de esa manera de considerar la Iglesia y de vivir en “comunión”. ¿Cómo puede pretenderse que la “Roma” modernista haya cambiado, que se haya vuelto favorable a la Tradición? ¡Cuántas ilusiones!”.
Mons. Fellay, Carta a los amigos y benefactores Nº 65, Diciembre 2003.
Tras las reuniones interreligiosas propiciadas por Francisco, como las recientes en Nueva York o en el Vaticano en la audiencia general, estas son las declaraciones de Mons. Fellay al respecto:
Tras el reciente Sínodo destructor de la familia, Mons. Fellay, ya sin sentir "horror y repugnancia" como años antes, sólo atinó a decir sobre Francisco: “rezamos por el Papa: oremus pro pontifice nostro Francisco,y permanecemos vigilantes: non tradat eum in manus inimicorum ejus[9], para que Dios no lo entregue en manos de sus enemigos”. Pero, como comentó acertadamente un lector en un sitio web afín a la Neo-Fraternidad:
"...rezamos por el Papa: oremus pro pontifice nostro Francisco, y permanecemos vigilantes: non tradat eum in manus inimicorum ejus[9], para que Dios no lo entregue en manos de sus enemigos..." Leo esto y me pregunto... Quién pensará Monseñor Fellay que son los enemigos de Francisco? Porque la verdad, hay una tonelada de Santos, Doctores de la Iglesia y 2000 años de magisterio que son enemigos declarados de Bergoglio. Digo, nada más...”. Exactamente: Francisco le ha declarado la guerra a la Tradición, a todos nosotros, y tiene al auténtico catolicismo por enemigo. ¿Mons. Fellay no lo ve, o no lo quiere ver?