Comentario Eleison Número 388
Por su Excelencia Monseñor Richard Williamson
20 de diciembre de 2014
El Rey David Escultura en Santiago de Compostela |
En tiempos antiguos el Pueblo de Dios clamó por ayuda.
Cuanto más hoy en día ello necesita gritar.
La estación de la venida de Nuestro Señor entre nosotros es
seguramente un momento adecuado para hacernos recordar cuanto necesitamos a
Dios. Por supuesto siempre ha sido así. Antes de Cristo, Dios vino al cada vez
más malvado mundo pagano, especialmente a los Israelitas con el Antiguo
Testamento para preparar la venida de Su propio Hijo. Aquí sigue el Salmo 43,
todo el cual se aplica a ambos, a los Israelitas y a los Católicos, los pueblos de Dios
en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.
(Biblia de Monseñor Straubinger; títulos y
paréntesis agregados):
A. DIOS SOLÍA PROTEGER A SU PUEBLO.
1 Epigrafo: Al maestro de coro. De los hijos de Coré. Maskil
2 Oímos, oh Dios, con nuestros oídos, nos contaron nuestros padres, los
prodigios que hiciste en sus días, en los días antiguos.
3 Tú, con tu mano,
expulsando pueblos gentiles (paganos), los plantaste a ellos (nuestros Padres);
destruyendo naciones (paganos), a ellos (nuestros Padres) los propagaste.
4
Pues no por su espada ocuparon (nuestros Padres) la tierra, ni su brazo les dio
la victoria; fue tu diestra y tu brazo, y la luz de tu rostro; porque Tú los
amabas.
5 Tú eres mi Rey, mi Dios, Tú, el que dio la victoria a Jacob.
6 Por Ti
batimos a nuestros enemigos; y en nombre tuyo hollamos a los que se levantaron
contra nosotros.
7 Porque no en mi arco puse mi confianza, ni me salvó mi
espada,
8 sino que Tú nos has salvado de nuestros adversarios, y has confundido
a los que nos odian.
9 En Dios nos gloriábamos cada día, y continuamente
celebrábamos tu Nombre.
B. AHORA ÉL LOS HA RECHAZADO
10 Pero ahora Tú nos (Israelitas) has repelido y humillado;
ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos.
11 Nos hiciste ceder ante
nuestros enemigos, y los que nos odian nos han saqueado como han querido.
12
Nos entregaste como ovejas destinadas al matadero, y nos desparramaste entre
los gentiles.
13 Vendiste a tu pueblo sin precio, y no sacaste gran provecho de
esa venta.
14 Nos hiciste el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y el
ludibrio de los que nos rodean.
15 Nos convertiste en fábula de los gentiles, y
recibimos de los pueblos meneos de cabeza.
16 Todo el día tengo ante los ojos
mi ignominia, y la confusión cubre mi rostro,
17 a los gritos del que me
insulta y me envilece, a la vista del enemigo, ávido de venganza.
C. CON TODO HEMOS SIDO FIELES
18 Todo esto ha venido sobre nosotros, mas no nos hemos
olvidado de Ti, ni hemos quebrantado el pacto (Mosaico) hecho contigo.
19 No
volvió atrás nuestro corazón, ni nuestro paso se apartó de tu camino,
20 cuando
nos aplastaste en un lugar de chacales y nos cubriste con sombras de muerte.
21
Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios, extendiendo nuestras
manos a un Dios extraño,
22 ¿no lo habría averiguado Dios, Él, que conoce los
secretos del corazón?
D. ¡OH DIOS, VEN EN NUESTRA AYUDA!
23 Mas por tu causa somos ahora carneados cada día, tenidos
como ovejas de matadero.
24 Despierta, Señor. ¿Por qué duermes? Levántate; no
nos deseches para siempre.
25 ¿Por qué ocultas tu rostro? ¿Te olvidas de
nuestra miseria y de nuestra presión?
26 Agobiada hasta el polvo está nuestra
alma, y nuestro cuerpo pegado a la tierra.
27 ¡Levántate en nuestro auxilio,
líbranos por tu piedad!
(fin del Salmo 94)
En otras palabras, hubo un tiempo cuando Dios elevó Su
Iglesia Católica a grandes alturas. Pero hoy en día se está haciendo el
hazmerreir del mundo, al punto que uno puede casi estar avergonzado de ser un
Católico. Sin embargo, hay todavía Católicos fieles. Oh Dios, ¡ven en su
ayuda!, ¡Oh Dios, ven en nuestra ayuda!
Kyrie eleison.