miércoles, 29 de abril de 2015

La Cultura Importa

Comentarios Eleison
Por su Excelencia Richard Williamson
Número CDVI (406) 25 de abril 


Monseñor Richard  Williamson

Vengan a escuchar al Dr. White, si es todavía posible,
para relacionar correctamente la verdadera Fe con el hombre moderno.

          Desde el Viernes 1ero de Mayo a la tarde hasta el Domingo 3 de Mayo al mediodía, tendrá lugar aquí, en la Casa Reina de los Mártires en Broadstairs, otra Sesión a cargo del Dr. David White, tal como el año pasado sobre Charles Dickens, así este año sobre T.S. Eliot (1888–1965), otro gigante de la literatura inglesa con una conexión directa a este rincón de Inglaterra. Fue en un pabellón al aire libre con vista sobre la playa de Margate, cerca de 8 kms. al norte de Broadstairs, que entre Octubre y Noviembre de 1921 el mundialmente famoso poeta anglo-americano logró de nuevo escribir, y compuso unas 50 líneas de la tercera de las cinco partes del poema más influyente del siglo 20mo, al menos en el idioma inglés, La Tierra Baldía (1922).

          El poema es un retrato brillante del vacío en los corazones y mentes de los hombres inmediatamente después de la Primer Guerra Mundial (1914–1918). En La Tierra Baldía Eliot fragua una manera nueva, fragmentaria, de escribir poesía, manera que capturó la condición espiritual rota del hombre moderno. Por su amplio y profundo asidero de las obras maestras artísticas del pasado, notablemente Dante y Shakespeare, Eliot pudo dar forma a la pobreza espiritual de hoy en día. Por ejemplo, en las seis líneas del poema que están claramente conectadas a Margate, una de tres niñas de la clase trabajadora cuenta como ella dio su honor por nada, y para resaltar el vacío en las vidas de las tres doncellas, las palabras de ellas están enmarcadas dentro de fragmentos de la canción de las tres doncellas del Rin que abre y cierra la visión cósmica de la épica El Anillo de los Nibelungos de Wagner.

          El vacío y la nada. ¿Por qué diantres deben los católicos ocuparse con autores tan deprimentes? La salvación es por Nuestro Señor Jesucristo, no por la cultura, especialmente no por cultura nihilista. Una respuesta particular concierne a T.S. Eliot. Una respuesta general concierne a toda la “cultura”, definida como aquellas novelas, pinturas y música con las cuales todos los hombres de todas las épocas necesariamente alimentan y forman sus corazones y sus mentes.

          En cuanto a T.S. Eliot, él mismo pronto descartó La Tierra Baldía como “refunfuño rítmico”, y unos años más tarde él se hizo un miembro de la Iglesia Anglicana. El había otorgado brillante expresión a la nada moderna, pero no se había revolcado en ella. Continuó escribiendo un número de piezas de teatro y especialmente el largo poema de los Cuatro Cuartetos, que bajo ningún concepto son nihilistas, y sobre los cuales también el Dr. White, que ama mucho a Eliot, hablará en Broadstairs dentro de unos pocos días. Habiendo asido el problema honestamente, Eliot no se refugió en ninguna solución de avestruz como lo han hecho muchos católicos que se han dejado engañar por el Vaticano II.

          Pues, ciertamente, la cultura en general es a la religión (o irreligión) como los suburbios de una ciudad son al centro de la ciudad. Y, así como un general militar que tiene que defender a una ciudad sería de lo más tonto al dejar que los suburbios sean ocupados por el enemigo, así cualquier católico que ama su religión no puede ser indiferente a las novelas, pinturas y música que están moldeando a las almas todo alrededor de él. Por supuesto que la religión (o irreligión) es central a la vida de un hombre, comparada con la cual la “cultura” es periférica, porque la cultura de los hombres es, en el fondo, un producto derivado de su relación con su Dios. Sin embargo la cultura y la religión interactúan. Por ejemplo, ¿si no se hubieran dejado encantar muchos católicos por la racha de “La novicia rebelde”, hubieran sido tan fácilmente engañados por el Vaticano II? O, ¿si los líderes actuales de la Fraternidad San Pío X, contrastando cultura católica con anti-cultura moderna, hubieran asido la profundidad del problema moderno, estarían ahora tan empeñados en volver bajo los perpetradores del Vaticano II? ¡La cultura puede importar, tanto como el Cielo y el Infierno!

Kyrie eleison.