viernes, 29 de
enero de 2016
Monseñor de Galarreta |
FUENTE Nota: hemos destacado ciertos pasajes en negrita. Nuestros comentarios aparecen en color rojo.
Resumen de la conferencia de Mons. De Galarreta en Bailly, el 17 de
enero de 2016.
I – El ambiente en Roma
Asistimos a un recrudecimiento del modernismo en Roma con el papa
Francisco. Esto puede tener un efecto positivo, por el hecho que cada vez más
cardenales y obispos reaccionan firme y públicamente contra esta deriva. [Exactamente lo
contrario hace Mons. Fellay]
II – El estado de nuestras relaciones con Roma
Respecto a nuestras relaciones con Roma, existen dos vías distintas
después de que la Congregación para la doctrina de la fe envió a Mons. Fellay,
en julio de 2015, dos nuevos documentos, uno doctrinal y otro canónico.
El documento doctrinal es menos exigente que el de 2012, pero las
condiciones exigidas siguen siendo inadmisibles todavía. Ellas lo serán
siempre, sin duda, ya que su objetivo es hacernos aceptar el Vaticano
II. Aun cuando fuera aceptable, habría que pasar por la segunda etapa, la
canónica.
El documento canónico es también inaceptable, pues nos pone en
dependencia concreta de las autoridades que quieren el mal de la Iglesia. Ellos
jamás podrían aceptar nuestras condiciones necesarias para nuestra
seguridad. [La
FSSPX ya no pone como condición, para un eventual acuerdo, la previa conversión
de Roma; sino que ahora la Fraternidad se conforma sólo con que Roma liberal y
apóstata le dé seguridades de supervivencia] Aun cuando, por un imposible,
ellos las aceptaran, quedaría la tercera etapa que es imposible de eludir:
el capítulo general de la FSSPX.
[Si los dos documentos de la propuesta romana de julio son claramente inaceptables, ¿por qué Mons. Fellay, transcurrido más de medio año, todavía no responde negativamente a Roma?]
[Si los dos documentos de la propuesta romana de julio son claramente inaceptables, ¿por qué Mons. Fellay, transcurrido más de medio año, todavía no responde negativamente a Roma?]
III – Conclusión: no se llegará a nada por esta vía
Parece innegable que el papa quiere un acuerdo (NDLR: al
igual que Mons. Bernard Fellay desde el 2009). Él puede pasar por
encima de la Congregación para la doctrina de la fe, como lo ha hecho a
propósito de la jurisdicción para las confesiones. ¿Es deseable
esto? [Mons.
de Galarreta considera probable una intervención directa de Francisco, y lo
mismo ha dado a entender antes Mons. Fellay en diversas ocasiones, por ejemplo
y recientemente, acá]
Ventajas: esto podría permitirnos, de acuerdo a Mons. Fellay, un
apostolado más amplio.
Inconvenientes: estaríamos frecuentemente en situaciones
concretas inextricables, con un riesgo real de pérdida de la unidad de la
FSSPX, pues las autoridades de la FSSPX inevitablemente cometerán errores, que
dividirán todavía más.
En conclusión, y en el estado actual de la Iglesia y para Mons. de
Galarreta, no es deseable que se produzca un acuerdo.
¿Qué responder a la cuestión de saber si esto sucederá de todos modos (por ejemplo por un reconocimiento “unilateral”)? Esto crearía un trastorno real en la Fraternidad. Numerosos sacerdotes se negarían y estarían tentados a salir. En la medida en que nosotros no lo hemos buscado (este reconocimiento), no podremos hacer nada.[Monseñor: ¿usted podría jurar que Mons. Fellay no ha buscado el reconocimiento?] La Providencia velará una vez más sobre la obra de Mons. Lefebvre. [¿Seguro? Ni la FSSPX tiene promesas divinas de indefectibilidad, ni la providencia de Dios protege a los traidores. Aceptar en obsequioso silencio un reconocimiento unilateral por parte de un Papa que, además de liberal y modernista, es el más escandaloso de toda la historia de la Iglesia; no sería otra cosa que traicionar a Cristo. Y eso es lo que ha hecho Mons. Fellay durante todo este particularmente horroroso pontificado: evitar criticar al demoledor Francisco. Si ha sido capaz de hacer eso antes de ser reconocido, ¿de qué no será capaz una vez conseguido el reconocimiento?]
¿Qué responder a la cuestión de saber si esto sucederá de todos modos (por ejemplo por un reconocimiento “unilateral”)? Esto crearía un trastorno real en la Fraternidad. Numerosos sacerdotes se negarían y estarían tentados a salir. En la medida en que nosotros no lo hemos buscado (este reconocimiento), no podremos hacer nada.[Monseñor: ¿usted podría jurar que Mons. Fellay no ha buscado el reconocimiento?] La Providencia velará una vez más sobre la obra de Mons. Lefebvre. [¿Seguro? Ni la FSSPX tiene promesas divinas de indefectibilidad, ni la providencia de Dios protege a los traidores. Aceptar en obsequioso silencio un reconocimiento unilateral por parte de un Papa que, además de liberal y modernista, es el más escandaloso de toda la historia de la Iglesia; no sería otra cosa que traicionar a Cristo. Y eso es lo que ha hecho Mons. Fellay durante todo este particularmente horroroso pontificado: evitar criticar al demoledor Francisco. Si ha sido capaz de hacer eso antes de ser reconocido, ¿de qué no será capaz una vez conseguido el reconocimiento?]
Contrariamente a lo que algunos fieles, presentes en la conferencia,
creyeron comprender, Mons. de Galarreta no dijo, respecto a la salida
previsible de numerosos sacerdotes, que “si ésta debe suceder, sucederá” sino
que todo está en las manos de la Providencia. El matiz es importante.
Christian LASSALE
***
ADDENDUM:
Comentario de Maunoir, en el foro Christus Vincit:
ANÁLISIS EN
TRES PUNTOS DE LA CONFERENCIA TAN SUTIL DE MONS. DE GALARRETA.
Es muy astuto lo que Mons. de Galarreta hace para tranquilizarse y tranquilizar a la galería versallesca. En efecto, usted podría pensar, a la primera lectura y superficialmente, que el obispo denuncia el ralliement en curso. Pero viéndolo dos veces adivinamos intenciones forzosamente laudables [El sentido es irónico. NP]:
1. “La providencia velará sobre la obra de Mons.
Lefebvre”. Ciertamente estamos bastante convencidos de ello, pues la
Iglesia tiene promesas de la eternidad, pero se sobreentiende que esto no
sucede para la resistencia activa. Que nadie se mueva por el momento pues nada
ha sido hecho… A los fieles sólo les queda escuchar estos “sabios” análisis sin
mover ni un dedo y continuar como si nada pasara. Sobre todo, no tocar al
superior general a pesar de su locura evidente. ¿No es eso el angelismo?
2. Otro punto
notable es algo completamente erróneo: “En la medida en que nosotros no lo hemos buscado (este reconocimiento)”.
Bien, no falta audacia: ¡ellos hacen esto desde hace más de 16 años! ¡Y el
capítulo de 2012 lo contempla también!
3. El último
punto que engaña magistralmente al pobre auditor versallesco (y otros) para
tranquilizarlo mejor sobre la situación actual: da a entender que el
reconocimiento unilateral todavía no se hace. Pues esto es falso pues la FSSPX
goza ya de un reconocimiento de sus confesiones desde la aceptación de la
jurisdicción ordinaria por Mons. Fellay. [Con el nombramiento, por parte de Roma, de Mons. Fellay como juez de
primera instancia en lo penal; con el reconocimiento de la Fraternidad por el
Estado argentino, y con el otorgamiento de jurisdicción ordinaria para confesar
durante un año; existe un reconocimiento parcial de la FSSPX por parte de Roma.
Cuando se levante la suspensión a divinis decretada por Roma
contra todos los sacerdotes de la FSSPX, entonces el reconocimiento se podrá
decir total. NP] Y para lograr convencer al auditorio que el peligro
está lejos, habla en futuro condicional (esto crearía un trastorno real). Si no
hubo un trastorno real desde el reconocimiento de las confesiones de la FSSPX
desde el 8 de diciembre de 2015… es porque los sacerdotes y los fieles parecen
ya bastante ligados al espíritu del ralliement.
En el fondo…
Mons. de Galarreta es mucho más peligroso que Mons. Fellay, pues da la apariencia
de oponerse a una política de ralliement… que sólo llegaría en un futuro incierto e hipotético,
cuando éste está prácticamente finalizado.
Es muy posible que él no aprecie esta política de los superiores de la FSSPX, pero quiere ganar tiempo… pensando que el tiempo terminará por actuar en favor de los que no quieren acuerdos. Ese es su drama… la imprudencia de la inacción.
Y a final de cuentas, ¿qué quedará de este análisis?: Tendrá como único mérito inmovilizar a las últimas personas que hubieran podido reaccionar concreta y eficazmente contra Menzingen.
Es muy posible que él no aprecie esta política de los superiores de la FSSPX, pero quiere ganar tiempo… pensando que el tiempo terminará por actuar en favor de los que no quieren acuerdos. Ese es su drama… la imprudencia de la inacción.
Y a final de cuentas, ¿qué quedará de este análisis?: Tendrá como único mérito inmovilizar a las últimas personas que hubieran podido reaccionar concreta y eficazmente contra Menzingen.
Publicado por Non Possumus