Comentarios Eleison
por su Excelencia
Monseñor
Richard Williamson
Número CDXLIII (443) - 09 de enero de 2016
Monseñor Richard Williamson |
Los lugares de trabajo de hoy, ¿a un hombre crucifican?
Con un rosario decena recen dondequiera que puedan.
He aquí otra buena carta de un lector de estos
“Comentarios”. Él tiene una visión sana de una escena insana. Los lectores
pueden estar desanimados por lo que él describe, o pueden estar animados por
cómo él lo describe. Un número de lectores deben reconocer aquí lo que
enfrentan cada día cuando van al trabajo, y podrán tal vez ver mejor aquí sobre
porqué y cómo su lugar de trabajo de ellos está erosionando su Fe católica. Él
escribe:
He trabajado en una fábrica de autos por más de dos años
ahora y, si bien paga bien, el ambiente es una especie de microcosmos del mundo
en general. Me explico . . .
1) Mezclando los sexos – Hombres y mujeres trabajan juntos
en proximidad cercana. Tal trabajo destruye completamente la femineidad de una
mujer. Por supuesto hay ciertas tareas que las mujeres no pueden hacer pero,
debido a este falso sentido de igualdad, la compañía necesita permitir que las
mujeres trabajen allí. Las historias que he escuchado sobre transgresiones
contra el 6to y 9no mandamientos son verdaderamente perturbadoras. No preciso
elaborar. Pero, ¿qué más podía cualquiera esperar? ¿Porqué una mujer querría
incluso trabajar en tal lugar?
2) Las mentes de los hombres están incapacitadas de hacer
juicios morales – Por supuesto generalizo, pero la mayoría de los hombres con
los que he hablado no piensan en términos de moralidad (es decir de bien y
mal), sino en términos de qué placeres pueden mantenerles a ellos entretenidos.
He hablado con varios compañeros de trabajo y he tratado de abordar cuestiones
de moralidad en una manera que ellos pudieran comprender, pero parece que les
entra por un oído y les sale por el otro. Cuando un hombre se ha sumido a sí
mismo en las cosas de la carne, está incapacitado para pensar en el alma. Peor,
algunos de estos compañeros de trabajo no ti enen absolutamente ninguna
verguenza en jactarse de sus pecados. Érase una vez en que los hombres tenían
verguenza. Ya no más, parece.
3) Yo soy mi propio dios – La falsa libertad es exaltada
como el principio guía en la vida de los hombres. He tenido unas pocas
discusiones con algunos de mis compañeros de trabajo y lo que he obtenido una y
otra vez es que la verdad y la moralidad son un asunto puramente subjetivo. Lo
que usted cree ser la verdad está bien con usted, pero usted no puede imponer
su forma de pensar en ningún otro. Le dije a un supervisor mío que tal
pensamiento es absurdo. Dije, ¿qué hay si alguien piensa que tener más de una
esposa está bien? Él dijo, la creencia depende del individuo. Sin embargo, si
un hombre niega un principio tan básico como el que la verdad no es subjetiva,
desde allí ya no tiene sentido hablar con él. En esencia, cada individuo deviene
su propio dios porque ÉL ha construído su propia reali dad en lugar de
someterse a lo que está fuera de él.
El ambiente en una fábrica moderna exuda una especie de
ateísmo. No espero que trabajadores de una fábrica sean ejemplos de virtud
estelar, pero diría que las fábricas modernas son exponencialmente peores de lo
que describió Charles Dickens en su tiempo. Puedo seguir y seguir, pero el
punto que estoy tratando de hacer es el siguiente: ¿cómo puede la gracia operar
en vidas que están destruidas por pecado y por una vida de búsqueda de placer?
¿Cómo hace uno para llegar a hombres que ni siquiera pueden asir las más
elementales normas de moralidad? Es frustrante, lo menos que se puede decir.
Por favor rece por nosotros en las trincheras.
Mujeres liberándose de femineidad y familia, hombres
liberándose de moralidad y de verdad objetivas – de hecho, ¿cómo puede uno
llegar a, o aún hablar con, una tal “generación incrédula y perversa”
(Lc.IX,41)? No sirven sino el ejemplo, la caridad y l a oración. Aconsejé al
escritor llevar al trabajo un rosario decena para poder rezar discretamente
década tras década por sus compañeros de trabajo y para protegerse
espiritualmente a sí mismo de su ambiente de trabajo. Pero tendrá que ser
discreto.
Kyrie eleison.