Monseñor Richard Williamson |
23 de Noviembre de 2013
La gran lección enseñada por Monseñor Lefebvre (1905-1991) a
los Católicos que tenían oídos para escuchar fue que la Fe es más alta que la
obediencia. La triste lección que hemos aprendido desde entonces es que la
obediencia continúa siendo tasada más alta que la Fe. Estos “Comentarios”
continuamente impulsados por la confusión de hoy en día en la Iglesia, el mundo
y la Fraternidad San Pío X para retornar a los principios, a menudo han
intentado explicar porque la Fe debe venir primero.
Tomen por ejemplo los argumentos de un honorable sacerdote de
la FSPX quien recientemente me envió un correo electrónico acusándome de
evaluar equivocadamente el estado presente de la FSPX. Mi resistencia a la –
como la llamo -- Neofraternidad es, dice él, 1) demasiado personalmente
motivada, 2) olvidando el bien de la Iglesia, 3) inconsistente con posiciones
que he tomado antes, 4) careciendo de realismo católico, 5) contra la
indefectibilidad de la Iglesia, 6) para que cada hombre sea su propio Papa, 7)
para una visión modernista de la Iglesia, 8) Protestante, 9) contra unión con
Roma, y, finalmente 10) empujando almas lejos de la Iglesia.
Ahora bien, no soy ningún Monseñor Lefebvre y no pretendo serlo,
pero, mi colega ¿se da cuenta que todos estos argumentos (excepto el tercero),
él podía haberlos aplicado treinta años atrás a la Resistencia de Monseñor a
las autoridades de la Iglesia oficial en Roma? Sin embargo, la resistencia de
Monseñor era 1) motivada solamente por la urgente necesidad de defender la Fe,
2) por el bien de la Iglesia Universal, 4) de una manera completamente
realística (como lo probaron los frutos católicos de su Fraternidad), 5) no
desaprobando sino aprobando, mediante su resistencia misma, la indefectibilidad
de la Iglesia, 6) para que la Iglesia de siempre sea la medida de los Papas, 7)
contra la locura del neo-modernismo, 8) contra la renovación del Protestantismo
por parte del modernismo, 9) para la unión con la Roma católica de siempre, y
finalmente 10) ayudando a muchas almas verdaderamente católicas a mantener la
Fe en lugar de perderla.
Y, ¿qué justificó la resistencia de Monseñor en aquel
entonces? ¿Qué probó entonces que él no era, a pesar de las apariencias, un
rebelde como Lutero, sino un verdadero católico y un gran sirviente de la
Iglesia? ¡Su doctrina, su doctrina, su doctrina! Mientras que Lutero negaba una
masa de enseñanzas católicas, Monseñor afirmó cada una de ellas. Fue en el
nombre de la doctrina de la Fe que Monseñor tomó su posición contra los Papas
Conciliares y las autoridades de la Iglesia que estaban radicalmente socavando
la doctrina, mediante la renovación y la adopción de los espantosos errores del
modernismo.
Entonces, ¿qué justifica ahora una cierta resistencia al
liderazgo de la FSPX? ¿Cómo pueden aquellos que resisten reclamar ser los más
verdaderos sirvientes de la FSPX? ¡Doctrina, doctrina, doctrina! La Declaración
de mediados de Abril de 2012 fue prueba de una deficiencia doctrinal aterradora
en la cima de la FSPX y, si bien la Declaración fue retirada, ¡sus contenidos
no han sido retractados sino más aún defendidos, como siendo, por ejemplo
“demasiado sutiles”! Tampoco los documentos oficiales de la FSPX del 14 de
Julio de 2012 o del 27 de Junio de 2013 han apropiadamente reparado el daño.
Prueba de ello es que la política gobernante del Cuartel General de la FSPX no
ha cambiado. Estimado colega, su propia Fraternidad fue fundada poniendo Fe
antes que obediencia aparente y, ahora, ¿usted quiere defender esa Fraternidad
poniendo obediencia aparente a la Fraternidad antes que Fe? ¡Estudie los
documentos y observe las acciones!
Kyrie eleison.