COMENTAMOS EL PRIMER
PUNTO
Dicen
Que para muestra basta un botón.
Pero, si nos alcanza el hilo,
y la aguja no se mella, intentaremos,
con la ayuda de Dios,
ir cosiendo otros botones más.
He dicho.
Silvestre II exorcizando al Diablo |
1. Sobre la difusión de la Sagrada Escritura y del Magisterio de la Iglesia
sobre la familia.
a) ¿Cuál es el conocimiento real de las enseñanzas de la Biblia, de la
(encíclica) ‘Gaudium et Spes', de la ‘Familiaris consortio' y de otros documentos
del magisterio postconciliar (Vaticano II) sobre el valor de la familia según
la Iglesia Católica? ¿Cuál es la formación de nuestros fieles para la vida
familiar según las enseñanzas de la Iglesia?
Parte de un punto que da por sentado,
tácitamente, de que hay que tener en cuenta las enseñanzas de la Iglesia
“Católica” solo a partir del Vaticano II, dejando de lado y borrando, toda la
enseñanza milenaria de la Iglesia que está, no solo en las Sagradas Escrituras,
sino también en la Tradición oral y en los escritos de los doctores de la
Iglesia y de todos sus Santos. Esta es la fundación de una nueva “Iglesia”, de una
nueva religión, la religión del Hombre en lugar de la de Dios. El hombre
instalado como dios, como legislador supremo, como constructor de su
propio destino y como hacedor de su nuevo mundo inmanentista.
Cortado de su ligazón con lo superior, con el Cielo, pero abierto ahora hacia
abajo, hacia las cavernas infernales, abre los sótanos a los demonios que andan
ahora sueltos por el mundo. ¡Y los hombres están, ahora, desarmados!...
Los documentos
conciliares han sido puestos por sobre la Escritura Sagrada y la Santa
Tradición. Las Encíclicas modernistas que están inspiradas en los programas masones, enemigos de Cristo y de su Iglesia, han sido
entronizados.
b) Allí donde la enseñanza de la Iglesia es conocida, ¿es aceptada integralmente?
¿Hay dificultades en ponerla en práctica? ¿Cuáles?
Allí donde la enseñanza de la Iglesia es conocida.
- No hay, no existe ya una enseñanza de la
Iglesia que sea conocida y, menos, por todos, o por una mayoría. Después
del Vaticano II solo se ha trabajado en des-instruir a las gentes,
des-endoctrinarlas, sobre las verdaderas enseñanzas de la Iglesia. Las gentes,
en medio de un mar de ignorancia y de confusión solo perciben relaciones de
ideas y “slogans” sensibleros adornados con pajaritos y florecillas como si
esto fuera la real esencia de la doctrina cristiana y a la que dan el
nombre (profanando su verdadero significado) de “ágape”. Entendido esto como
demostraciones de afecto sobre gentes desconocidas, con besitos y apretones de
mano, cantitos, guitarritas y balanceo de brazos, mientras se esquiva con esto
el vero amor al prójimo que es la caridad no fingida la cual consiste en
predicar la salvación eterna de las almas y en el ejercicio de todas las obras
de misericordia.
¿Es aceptada integralmente?
- No se puede aceptar
“integralmente” lo que no se ha dado nunca.
¿Hay dificultades en ponerla en práctica? ¿Cuáles?
– Seguramente. Las gentes desconocen el auxilio de la
gracia divina y de los Sacramentos que da las fuerzas suficientes para poner en práctica lo que
humanamente sería imposible: los mandamientos y los consejos evangélicos. Y no
conocen la gracia divina porque no se la predica (pues la nueva iglesia no cree en ella, ni en la
predicción ni en la gracia santificante, porque no creyeron en ella
nunca, los que ahora ocupan la Iglesia. Y, se alguna vez lo creyeron,
ahora no, ahora han perdido la fe).
c) ¿Cómo es difundida la enseñanza de la Iglesia en el contexto de
los programas pastorales en el ámbito nacional? ¿Diocesano, parroquial? ¿Qué
catequesis se hace sobre la
familia?
Los programas pastorales se basan solo en las
enseñanzas y en el "espíritu del Concilio" Vaticano II. Es difundida solamente
la enseñanza de la iglesia post-Conciliar. Que es una enseñanza contraria
a la Tradición, al único y verdadero Evangelio de Cristo. Enseñanza del
Vaticano II basada en los pseudo-principios el mundo moderno, cuyo fundamento
principial es el humanismo ateo, irreconciliable en absoluto con el
Catolicismo verdadero, que es el Evangelio de Jesucristo, inmutable, siempre
igual a sí mismo, sin novedad alguna por añadir y por encima de todos los
cambios históricos, pues los contiene a todos ellos desde antes de los siglos.
Porque las enseñanzas de Jesucristo trascienden los siglos y su palabra no
pasará jamás. “El cielo y la tierra pasarán pero sus palabras no”.
…¿en el contexto de los programas pastorales en el ámbito nacional?
¿Diocesano, parroquial?
–El
Evangelio es siempre el mismo, en cualquier ámbito, y la salvación que ofrece es la
misma tanto “para el judío como para el griego”, como para todas las culturas y
las razas. De testigo está la historia misma. Nada por inventar. En
cuanto a lo esencial “ni una jota ni un punto sobre la jota perecerá de la ley”
nos lo dice Cristo mismo. Pero la iglesia post-Conciliar ya no predica más a
Cristo. Le niega en la realidad aunque a veces lo nombre. Aunque tampoco lo
nombra con su nombre completo: JESUCRISTO, sino solo Jesús, negando de Él
su título más alto: Cristo. Pues Jesús hubo muchos, pero Cristo, uno solo. “El
que me negare delante de los hombres yo le negaré ante Padre. Pero el que me
confesare delante de los hombres yo le confesaré ante el Padre.” “Si el mundo
os aborrece sabed que a mí me aborreció primero.” “No es el discípulo
mayor que su señor. Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros.”
“En el mundo tendréis aflicción. Mas confiad, yo he vencido al mundo.”
¿Qué catequesis se hace sobre la familia?
- No se puede separar a la familia apartándola del
todo del cual se deriva como una de sus ramas. La familia es la célula de la
sociedad, una de las innumerables piedras que, como familias, conforman
el edificio de la sociedad. Por supuesto que, como
tal, merece una atención especial. Familias sanas constituyen una sociedad
sana. La destrucción de la familia es la destrucción de la sociedad. “¿Qué clase de
catequesis se hace sobre la familia?” Porque si hace sobre ella
una catequesis perversa tendremos la destrucción de la sociedad. ¡Cuidado! La
iglesia modernista juega con las palabras. Disfraza con las palabras sus
verdaderas intenciones anticatólicas. Ellos quieren seguir llamándose católicos
para engañar mejor. Quieren seguir llamándose católicos aunque odien este
nombre. Quieren seguir llamándose católicos pero no darán, ni enseñarán más la
doctrina católica. Como no pudieron en dos mil años destruir completamente a la
Iglesia han ideado, diabólicamente, este nuevo modo de sacarla del medio,
Ocuparla desde adentro para transformarla en otra cosa. En otra religión. Una
religión al servicio del Nuevo Orden del Mundo. Una nueva religión “aggiornada”
al mundo ateo de hoy. Sacar a la verdadera Iglesia de Cristo de en medio, para
limpiarle el camino al anticristo. El cual aparecerá como el creador y regidor
(tiránico) del nuevo Orden Mundial. Las “nuevas familias” (pues ya no serán
verdaderamente familias) serán las piezas dóciles y maleables para conformar la
nueva sociedad: la ciudad del hombre. El triste hormiguero tecnologizado y
robotizado que será la nueva sociedad en donde todos, por fin, serán
iguales, iguales como las hormigas. Un gran hormiguero “democrático” en donde
la enorme masa de gentes será la esclava de una minoría anónima.
d) ¿En qué medida -concretamente sobre qué aspectos- tal enseñanza es
realmente conocida, aceptada, rechazada y/o criticada en ambientes extra
eclesiales? ¿Cuáles son los factores culturales que obstaculizan la plena
recepción de la enseñanza de la Iglesia sobre la familia?
-¿Acaso Jesucristo hizo una encuesta previa para saber
lo que convenía predicar para caer simpático a todos y no ser perseguido y
odiado y muerto como al fin lo fue él? No. No lo necesitaba. Él sabía lo que
había en el corazón del hombre y de cada hombre. Cuál era su más íntima y
secreta necesidad. Qué era lo que más debía amar y en dónde poner su corazón
para alcanzar su fin, su destino. Cuál era el destino para el cual
fue hecho. Como que Él era el Camino, la Verdad y la Vida y, que nadie podría
arribar felizmente a la meta para la que fue creado (Dios y la bienaventuranza
eterna) sino por Él, Jesucristo. La encuesta, si así puede decirse, ya la hizo
Jesucristo de una vez y para siempre desde antes de los siglos. Su misión
fue enseñar a unos humildes pescadores, sin estudios de ciencias humanas, para
que ellos mismos enseñaran a las gentes todas las cosas que Él les había
mandado. “Cosas no de humana sabiduría”- como decía San Pablo. Y para mostrar
con ello que no era obra humana la suya, la de Cristo, sino sobrehumana,
divina. Y esto hasta el fin de los tiempos, sin quitar ni agregar nada a su
enseñanza. Pero esta encuesta del nuevo Vaticano esconde, el no declarado
propósito, de cambiar el Evangelio en otra cosa distinta de lo que es. Pues el
Evangelio no fue, es. “Cristo ayer, hoy y mañana”. Cristo siempre el mismo. A
qué viene lo de “las críticas en ambientes extra-eclesiales” sino que es el modo
elegido para ponerse de acuerdo con ellas. Ese lenguaje bífido, críptico en
algún sentido, es solo para engañar. “Sea vuestro hablar sí, por sí, y
no, por no. Todo lo que excede de esto, del Diablo viene.”- Enseñó Jesucristo a
sus discípulos y, a través de ellos, y de los tiempos, también a nosotros.
¿Cuáles son los factores culturales que obstaculizan la plena recepción de
la enseñanza de la Iglesia sobre la familia?
– Por ejemplo la ignorancia de la verdadera Doctrina Tradicional y
de los medios sobrenaturales para cumplirlas. Los obstáculos: El ateísmo. otras
religiones, o herejías cristianas. O la falta absoluta de toda religión. Las
malas costumbres, el homosexualismo, los putimonios, el aborto, la difusión de teorías falsas, de corrupciones intelectuales y morales; la gran apostasía de los católicos,
empezando por la misma jerarquía, etc. etc. ¿en serio hace falta una encuesta
para ver todo esto? No. No hace falta. La encuesta es solo una excusa para
decir: “esto no va más”; “la gente quiere otra cosa”; -“Otra cosa más
fácil, más llevadera, más “light”. Pero “eso” no es el catolicismo. Así que
vamos a cambiarlo para quedar bien con los hombres, para que no nos persigan;
para ser aplaudidos ellos, no aborrecidos. Cristo nunca habló de un camino hacia la
vida verdadera como un camino lleno de florcitas y mariposas, sino de un
camino estrecho y áspero con una puerta angosta y dificultosa de trasponer al
final de él. Y que pocos lo transitan. Pero el camino de la perdición es, nos dijo, es fácil
de andar, ancho, cómodo y por eso muchos lo eligen, aunque su fin sea la muerte
eterna. Como dimos a entender más arriba, la familia debe participar en la sociedad viviendo el y del Evangelio de Cristo. Es realmente una aventura en dónde hay peligros, sufrimientos,
luchas, derrotas, pero también alegrías, gozo, paz, serenidad, belleza,
victorias, y las gracias que hacen todo esto posible vienen del mismo sacramento del matrimonio. El Sacramento del matrimonio viene "equipado", por decir así, de todas las gracias de luz y de las fuerzas necesarias para llevar las cargas de esta empresa de formar ese pequeño mundo que es la familia católica, en donde los hijos aprenden a vivir sobrellevando todas las alegrías y las pruebas de esta vida. Porque no se trata de vivir como una planta o como un animal, sino como los seres humanos que somos: dotados de inteligencia y voluntad. Con la libertad de los
hijos de Dios, que tampoco es la "libertad" que ofrece el mundo. No es vivir
arrastrados por los vientos como hojas muertas, sino como hojas verdes perennes, remecidas, sí, por los vientos, pero no arrastradas caprichosamente por ellos a cualquier parte sino firmemente amarradas al tallo conductor de la sabia de vida. “Yo soy la
vid – dijo Cristo – vosotros los sarmientos. Todo el sarmiento que permanece en
mí lleva fruto abundante. El que no, se seca y será arrojado al fuego”. Una
familia en donde los padres permanecen adheridos a Jesucristo, enseñarán
especialmente con su vida y su ejemplo, a sus hijos, a vivir del mismo modo y
será entonces una familia, no sin problemas, sino con problemas que sabe afrontar
y aún sacar fruto de las mismas pruebas que deba soportar, porque: -“Si alguno
lleva fruto, mi Padre le podará, para que lleve más fruto” - Nos enseñó
Nuestro Señor. Y también: El que edifica una casa debe hacerlo sobre roca pues
si lo hace sobre arena, pronto sucumbirá y grande será su ruina. La roca es
Cristo. Ésto debe enseñárselo a las familias: a edificar sobre
la roca que es Cristo y sus enseñanzas. Aunque ahora digan que el proselitismo
es una estupidez. Me pregunto ¿a qué proselitismo se refieren? Porque ahora están haciendo hasta proselitismo del no proselitismo. Entonces, esta encuesta
¿pa´qué es? ¿Para otro tipo de proselitismo, más sabio y mejor que el de
Jesucristo? No lo creo. Creo que será precisamente, todo lo contrario.
Alberto
M. Borromeo