Monseñor Marcel Lefebvre |
“Sí, me he sorprendido al leer, en un
folleto de Una Voce que me dieron en Ottawa, la posición que ellos han
adoptado. Es una posición muy ambigua y no es conforme a la que
defendemos y que los tradicionalistas siempre han defendido. No decimos que
la nueva misa sea herética, ni que sea inválida, pero nos rehusamos
a decir que sea legítima, que sea perfectamente ortodoxa. Si bien
los fieles se preguntan si deben asistir a estas misas que ahora están
autorizadas por los obispos, para nosotros es siempre la misma consigna:
pensamos que no hay que ir a esas misas porque es peligroso afirmar
que la misa nueva es tan válida como la tradicional. Poco a
poco estos sacerdotes que aceptan estas condiciones, tendrán las mismas
tendencias que aquellos que dicen la nueva misa y un día, quizá ellos mismos la
dirán y llevarán a nuestros tradicionalistas a la nueva misa.”
(Tomada de la Revista Tradición Católica
n° 16, marzo de 1986).