lunes, 2 de noviembre de 2015

Resistencia Católica

Monseñor Marcel Lefebvre

La Resistencia es el grupo de aquellos católicos que cumplen con el sagrado deber de continuar el combate sin tregua contra el liberalismo y los liberales, contra el modernismo y los modernistas, contra todo error que se oponga a la Verdad católica y contra aquéllos que los propagan, sean quienes sean. La Resistencia no se limita a la crisis actual de la FSSPX. La misma Fraternidad es una congregación creada para hacer Resistencia. Por eso lo que hoy se conoce como Resistencia no es otra cosa que la continuación del espíritu y de la lucha de Mons. Lefebvre. ¿Y cuál era el combate de Mons. Lefebvre? ¿Qué lo movió a enfrentarse al resto de la Iglesia y al mundo entero, a todos y a todo? Pues la salvación de las almas, que es el verdadero fin de la Iglesia Católica y, por tanto, el fin de la Resistencia. Es necesario que se comprenda bien esto: la Resistencia no es un grupo de rebeldes, desadaptados o desequilibrados, no es un conjunto de sacerdotes con muchas cosas que ocultar, que gustan de la autonomía y que son seguidos por laicos fanáticos y extravagantes. No. La Resistencia, pese a su insignificancia cuantitativa y a todas sus demás miserias y falencias, es una obra de Dios. Surgida de ese instinto o reflejo católico que impulsa a ir hacia la luz y a alejarse de las tinieblas, la Resistencia es una reacción suscitada por el fuego del Espíritu Santo para combatir en defensa de las almas, para conservar incontaminada la Verdad que las salva.


 (R.P. Trincado)