lunes, 12 de octubre de 2015

“Duráis hoy en la arena”…

Crac de los Caballeros. Siria


“Duráis hoy en la arena a la manera del cedro,  gracias a los enemigos que os cercan  y os endurecen; duraréis en el oasis, habiéndolo conquistado,  si el oasis es para vosotros, no el refugio donde uno se encierra y donde uno olvida, sino una victoria permanente sobre el desierto.

Habéis vencido a aquellos porque se encerraban en su egoísmo satisfechos con sus provisiones. No veían en la corona de arena que los asediaba más que un ornamento para el oasis, y reían de los inoportunos que trataban de conmoverlos a fin de que en el umbral de esta patria de fuentes se relevaran centinelas que se dormían.

Se estancaban en la ilusión de la dicha que lograban de los bienes poseídos. Mientras que la dicha es calor de los actos y contentamiento de la creación. Los que nada cambian de sí mismos y reciben de otro su alimento, aunque fuere el más delicado y escogido, esos mismos que, sutiles, escuchan los poemas extranjeros sin escribir sus propios poemas, disfrutan del oasis sin vivificarlo, emplean cánticos que  se les suministra, se amarran ellos mismos al pesebre en los establos y, reducidos al papel de ganado, están preparados para la esclavitud”.

Les he dicho: “Una vez conquistado el oasis, nada esencial cambiará para vosotros. Es otra forma de acampar en el desierto. Porque mi imperio está amenazado por todas partes. Su materia es una reunión familiar de cabras, carneros, moradas y montañas;  pero si se rompe el nudo que los reúne, no quedará más que materiales en desorden y ofertas para el pillaje.”


Antoine de Saint-Exupéry, de su libro, “CIUDADELA”, Editorial y Librería Goncourt, Buenos Aires, 1978.