Comentarios
Eleison
por
su Excelencia Richard Williamson
Número
CDXXIII (423)
22
de agosto de 2015
Monseñor Richard Williamson |
¿No
a la doctrina? Entonces ganará la apostasía.
¡
Arriba la doctrina por la feligresía!
Dos
hombres de Iglesia romanos parecen haberse contradicho entre sí en
observaciones realizadas recientemente acerca de las relaciones entre
Roma y la Fraternidad San Pío X, pero una explicación de la
contradicción puede ser que Roma le está haciendo a la Fraternidad
una jugarreta del policía, más vieja que Matusalén. Mediante la
rutina “cana bueno, cana malo”, cuando la policía quiere obtener
una confesión de la boca de un criminal, primeramente le es enviado
un policía brutal para apalear al criminal hasta dejarlo en un
estado bien lamentable que requiere todo tipo de simpatías.
Entonces, luego, un policía realmente agradable que exuda simpatía
le es enviado, lo cual a menudo hace que el criminal se abra y
confiese su crimen.
El
“cana malo” en este caso no sería nada menos que el Prefecto de
la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Müller,
quien a principios de este mes en una entrevista con katholisch.de,
sitio oficial de la Conferencia Alemana de Obispos, dijo acerca de un
acuerdo Roma-FSPX que “No hay un nuevo desarrollo sustancial. El
Santo Padre desea que continuemos tratando: “con tenacidad y
paciencia”. La precondición para una reconciliación completa está
en la firma de un preámbulo doctrinal con el fin de garantizar un
acuerdo completo en las cuestiones esenciales de la Fe. En los meses
pasados hubo encuentros de diferentes tipos que están destinados a
fortalecer la confianza mutua”.
Aquí
está claramente declarado que la FSPX tendrá que firmar un texto
doctrinal agradable a Roma neo-modernista, si es que ella anhela un
acuerdo con Roma. El Cardenal también está haciendo de “cana
malo” cuando revela que hubo “encuentros de diferentes tipos”
entre Romanos y la FSPX “destinados a fortalecer la confianza
mutua”. O, ¿es que la FSPX está feliz de que Roma saque a relucir
los trapitos al sol, los contactos de otra manera desconocidos? Sin
embargo, ¿quién que tenga la fe católica se encuentra
tranquilizado por la confianza mutua siendo establecida con
neo-modernistas? Pero ahora viene el “cana bueno”.
Antes,
este año, el Obispo Athanasio Schneider visitó dos seminarios de la
FSPX “con el fin de conducir una discusión sobre un tópico
teológico específico con un grupo de teólogos de la FSPX y con Su
Excelencia Mons. Fellay”. Hace poco tiempo, él condujo una
entrevista con un sitio hispánico, Rorate Caeli en español, en la
cual, entre otras cosas, comentó favorablemente sobre estas visitas.
Dice que él mismo fue tratado con cordial respeto, y por todos lados
observó un respeto hacia el Pontífice reinante, el Papa Francisco.
Luego de sus visitas, él no pudo ver “ninguna razón de peso para
negarles al clero y a los fieles de la FSPX el reconocimiento
canónico oficial, y mientras tanto deben ser aceptados tal como
son”. Mons. Schneider confirmó que no comprende el problema
doctrinal en el camino de un acuerdo, cuando restóle importancia al
Vaticano II: según dijo, el Concilio fue primordialmente pastoral y
de su tiempo.
Entonces,
¿Quién representa a la Roma real? ¿El Cardenal Müller o el Obispo
Schneider? Ciertamente ambos. Si la rutina “cana bueno, cana malo”
no es consciente, ciertamente es instintiva por el lado de los
Romanos. Manteniendo sus opciones abiertas, pueden continuar
haciéndole el juego del tira y afloje a la FSPX como un pescador a
un pez, enrollando la línea de pescar y desenrollándola hasta
agotarla, originando esperanzas para luego estrellarlas, doblando el
alambre y enderezándolo, esto una y otra vez hasta que finalmente se
quiebre. ¡Ay!, uno puede suponer que por “encuentros” los
líderes de la FSPX son cómplices en este juego de Roma.
Kyrie
eleison.